sábado, 18 de enero de 2014

¿Qué es la reencarnación?


¿Qué es la reencarnación?

Rev. Gilberto M. Rufat

La reencarnación es conocida por el término metempsicosis, del griego “meta” (que significa cambio) y “psiche” (que significa alma). La metempsicosis tiene que ver con lo que le sucede al alma después de la muerte. Es una doctrina religiosa y filosófica que forma parte de varias escuelas orientales y occidentales, según la cual el alma transmigra después de la muerte a otros cuerpos más o menos perfectos, conforme a los merecimientos alcanzados en la existencia anterior. Interesantemente es una doctrina básica de la creencia egipcia, en la cual la clase sacerdotal creía en la transmigración del alma después de la muerte. De ahí que, algunos actualmente hablen del libro de los muertos de los egipcios, en el cual se codifica la transición del alma y cómo ésta debe enfrentar las dificultades en ese camino.

El término reencarnación o transmigración sugiere el volver a encarnar en un nuevo cuerpo. La transmigración puede entenderse como el paso del ser a otros estados de la existencia o a otro cuerpo. Unos sugieren que se trata de la transmigración de elementos síquicos, conscientes o inconscientes a otros seres vivos. Tanto la reencarnación como la transmigración tienen su origen en una concepción cíclica de la vida. La misma, implica un proceso de purificación del alma, a través de la transformación hacia su desenlace o estado final.

Según estas religiones, en el transcurso de cada vida, el karma (acciones hechas para bien o para mal) determina el destino futuro de cada ser, dicho de otra forma, el proceso de si habrá evolución o involución en el ser. Este proceso cíclico termina con el logro del “moksha”, el cual se refiere a la liberación de las ataduras del karma y del ciclo de reencarnaciones. Dependiendo de la religión, el alma se unirá a Nirvana o a Brahma.
El Nirvana en algunas religiones de la India, es el estado resultante de la liberación de los deseos, de la conciencia individual y de la reencarnación, que se alcanza mediante la meditación y la iluminación. Mientras que Brahma o «lo Absoluto» es la unión con el espíritu universal supremo.

Algunas Objeciones a la Reencarnación

1.      Uno de los atractivos de la creencia en la reencarnación es la no existencia del mal, por consiguiente, de la creencia en la no moralidad. Imagine lo que puede pensar una persona ignorante ante dicha presuposición, “puedo hacer con mi vida lo que quiera.” La creencia de la no existencia del mal está basada en el concepto hindú “maia o maya” lo cual significa que todo es una ilusión, una imagen irreal. Más concretamente, en el hinduismo se suele considerar que la realidad o todo el universo de cosas fenoménicas y que aparecen como existentes son ilusorias.

Sin embargo, irónicamente existe una ley kármica. El karma en sánscrito es una energía trascendente invisible e inmensurable que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedará condicionada por los actos realizados en vidas anteriores. Esto es una creencia central de las doctrinas conocidas como el budismo, el hinduismo y el espiritismo, entre otras. Aunque estas religiones expresan diferencias en el significado mismo de la palabra karma, tienen una base común de interpretación. Generalmente, el karma se interpreta como una ley cósmica de retribución o de causa y efecto, que se refiere al concepto de "acción" o "acto" entendido como aquello que causa el comienzo del ciclo de causa y efecto. Por lo que es vista como una energía que es derivada de los actos de una persona y que condiciona cada una de las sucesivas reencarnaciones, hasta que se alcance la perfección, la unidad con Nirvana o Brahma.

2.      En las religiones orientales no existe la posibilidad del perdón. No obstante, contradictoriamente, una gran parte de las personas rechaza la religión teísta por hablar de pecado y castigo, aunque en la misma hay la posibilidad de perdón y reconciliación con el Creador. Empero, en la reencarnación no existe perdón y nadie sabe a quién ofendemos, pues la ley kármica no es personal. Por tal razón, en la reencarnación no existe ninguna posibilidad de esperanza más allá de que el mismo enfermo se logre curar. Ésta es una religión, creencia o filosofía que consiste en el esfuerzo propio, esto es de obras, mediante las cuales, se obtiene la única puerta a la salvación del alma. No sé por qué la reencarnación es considerada una de personas inteligentes e intelectuales, aunque parezca ser razonable y atractiva, pues cuando se examina y se estudia a profundidad, podemos observar lo que llamo “la falsedad del sistema espiritual evolutivo.”

Ahora bien, lo que no le dirán los llamados gurús de las religiones orientales, es que en el sistema kármico no se reencarna únicamente hacia el progreso. En la religión Hindú, por ejemplo, la ley del Karma puede llevar una vida hacia el progreso (evolución) en la rueda del Samsara, así también como descender (involución) dentro de la llamada evolución espiritual del alma.

Autores como Brain Weiss, a través de su libro Muchas Vidas, Muchos Sabios, les dirá a sus lectores, de personas a las que habiéndosele inducido una regresión, supuestamente se dieron cuenta que eran príncipes, princesas o condes en otra vida y no sé qué otra cosa. Lo que no le dirán, es de alguien que mediante el mismo proceso descubrió que era un mosquito, una garrapata o una cucaracha, ya que ello no vende, ni es considerado atractivo para nadie en los países desarrollados.  

3.      En el Teísmo se cree que el alma proviene del Creador, quien da la vida y la quita. Pero en las religiones orientales, no existe un concepto tal de un Dios creador del hombre, de manera que, las almas han de haber existido antes de haberse encarnado. Ahora bien, si las mismas vidas que en la actualidad existen (las almas) son las que ya en un pasado existieron, entonces ¿cómo podemos hablar de un crecimiento poblacional? A no ser, que el crecimiento poblacional mundial se deba a que ya muchos han dejado de ser animales y hoy se están apenas convirtiendo en humanos, pues han evolucionado. Pues recordará, que mediante nuestras acciones, el karma determina si evolucionamos o involucionamos, esto es, si progresamos o retrocedemos en el viaje del alma hacia su estado final.

4.      Si tal crecimiento poblacional está asociado al avance evolutivo, entonces eso significaría, de acuerdo a la supuesta ley del karma que el nivel del bien en el mundo debe haber incrementado sustancialmente. Ya que, no hay avance evolutivo sin el bien, sin embargo, lo que hemos visto es una tendencia hacia el mal, la apatía, la inmoralidad y la irreligiosidad, entre otros.

Si los cristianos hablaran que de los siete billones de habitantes en el planeta, la mitad fueran cristianos, lo cual es solamente una suposición hacia lo que pretendo establecer, el mundo se preguntaría, ¿dónde están los cristianos? Su argumento iría en dirección de por qué vemos aumento en las rebeliones, contiendas, guerras, divisiones, egoísmo e individualismo, entre otros. A lo que estarían apuntando es que debería existir una correlación entre el aumento de llamados cristianos y el bien social en el mundo. No obstante, algunos no se percatan de que lo mismo debería suceder si existiera un aumento en la llamada reencarnación. Debido a que, si la población mundial ha aumentado, entonces, esto significaría que el mal ha disminuido. Porque para que exista evolución espiritual, la cual depende de la ley kármica, debe existir disminución sobre los males que nos gobiernan.

5.      Una de las principales objeciones a la no existencia de Dios radica en el aparente problema que presenta el mal. Sin embargo, todos los demás sistemas de creencias, filosofías o religiones tienen que enfrentar el mismo dilema. ¿Por qué existe el mal en el mundo? Lo contradictorio, absurdo y por qué no decir hipócrita de los que rechazan el punto teísta, por una posición evolutista, sea materialista o espiritualista es que no tienen problemas en aceptar la evolución a pesar de que el mal también está presente en ellas.

6.      Si todo lo que sucede es producto del karma, entonces no se queje cuando las cosas malas le pasen, pues debe aceptarlas como el producto de sus actos en una vida pasada, pero lo trágico es, no saber en cuál. No deberían existir tribunales, pues todo cuanto pasa debe pasar y debemos entender que a fin de continuar adelante, debemos aceptar nuestro karma. Pero la cosa se complica pues si se llevaran los casos a un tribunal, la culpabilidad se centraría en descifrar, quién es realmente el agresor o el culpable; si al que le robaron o el que robó. Pues si el que robó estaba robando, sin esto ser parte de su karma anterior, no se puede juzgar hasta su vida próxima y al que le robaron lo merecía, pues probablemente robó en alguna vida previa. ¡Qué contradicción!

7.      Lo que creemos determina gran parte lo que somos y por ende, lo que hacemos. En la India, si usted ve a un minusválido, no debe ayudarlo porque él debe pagar por lo que hizo en su vida pasada, de manera que pueda avanzar en su evolución, mientras que en el caso del cristianismo se está obligado a ayudar y a tener cuidado del mismo. ¿A quién de los dos se quisiera encontrar, si usted fuera el minusválido?

Conclusión

“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.” (Hebreos 9:27)

La Biblia establece que Dios nos otorga la vida, que nos permite vivir en su creación y que al final debemos darle cuentas al Creador. Si se equivoca y no hay otra vida después de la muerte, ya será demasiado tarde. Jesús entregó su vida para que usted pudiese tener vida mediante él. ¿Por qué mejor no se acerca a Dios, pide perdón por todos sus pecados y acepta la gracia del perdón en Cristo, haciendo de Jesús su Señor?

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16)

Bibliografía:

Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998. 

Diccionario Real Academia Española. 

Ramos, Marcos Antonio. Nuevo Diccionario de Religiones Denominaciones y Sectas. (Nashville, Editorial Caribe Inc., Thomas Nelson, Inc.) 2000, c1998. 

 http://es.wikipedia.org/wiki/Samsara

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