martes, 31 de marzo de 2015

Acerquémonos a Cristo - 1Pedro 2:4





Pasaje a considerar:

“Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa.” (1Pedro 2:4)

Comentario:

El concepto antiguo testamentario del pueblo de Israel mantenía a Dios lejos, en la distancia, pero el Hijo se reveló como Emanuel, Dios con nosotros. Uno de los nombres que Jesús utilizó para dar a conocer a Jehová fue el Padre Celestial. Si bien es cierto que Dios merece nuestra reverencia, no es menos cierto, que él también desea que le conozcamos como “Abba Padre” (Ro. 8:15; Gá. 4:6). Los creyentes gozan del privilegio de poder tener acceso con confianza al trono de la gracia (He. 4:16). Privilegio, que no le fue concedido a todos, pues también en 1Pedro 2:8 dice:

“y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.”

Mientras unos fueron llamados por la soberana gracia divina a salvación, otros fueron dejados en su desobediencia, a lo que Pedro expone que fueron “destinados”. La palabra destinados τίθημι significa poner, colocar, en donde en el tiempo aoristo representa una decisión completa. Ahora, en el tiempo aoristo del modo indicativo, en el cual se encuentra la palabra “destinados”, indica una acción que sucedió en un punto específico en el pasado.

De manera, que mientras unos fueron elegidos para acercarse a la “piedra viva”, otros fueron dejados en su desobediencia, siendo Cristo para estos, piedra de tropiezo. De igual forma, unos fueron rescatados, mientras otros serían condenados; siendo éste indiscutiblemente, el mismo pensamiento Paulino en Romanos 9:22-23.

Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria.”

Conclusión:

¡Cuán enorme e indigno privilegio poder acercarnos a Jesucristo!

Pastor Gilberto Rufat

lunes, 30 de marzo de 2015

La importancia de leer la Biblia - 1Pedro 2:2-3

Pasaje a considerar:

"desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si es que habéis gustado la benignidad del Señor." (1 Pedro 2:2-3)

Comentario:


Pedro presenta la obra de la salvación en su epístola como una destinada antes de la fundación del mundo (1P.1:18-20), pero recibida por medio de la fe en Cristo en el presente (1P.1:7) y como el encuentro final de los elegidos en la segunda venida de Cristo, a fin de recibir la herencia otorgada por el Padre (1P.1:5).

En el capítulo dos, el apóstol exhorta a los hermanos a crecer en la experiencia de la salvación mediante la lectura continua de la Escritura (v.6), a lo que llama la leche espiritual no adulterada. Puesto que mediante la misma, llegarían a conocer a Jesús, si es que realmente habían gustado de su benignidad (v.3).

Los creyentes deben desear leer y estudiar la palabra de Dios, así como un recién nacido necesita la leche materna. El alimento es vital para la salud y el crecimiento. Por consiguiente, los creyentes necesitan la palabra de Dios para satisfacer el alma y conocer a aquel que su vida puso por ellos desde la eternidad.

En nuestros días no existe excusa para no alimentarnos de la palabra de Dios. Aun, quien no sabe leer puede adquirir la Biblia en audio y el ciego, en lenguaje Braille. Además, existe todo tipo de Biblias; con letra grande, lenguaje sencillo y de estudio, entre otras.

La falta del crecimiento espiritual y moral que vemos, está asociada a la apatía a la lectura de la Biblia.

Conclusión:

La lectura de la Biblia, la meditación de la misma y su estudio es vital para nuestras vidas como cristianos. El amor a Jesús debe ser evidenciado por nuestro conocimiento de él.

Simplemente, nuestro desconocimiento de Dios, no es compatible con el amor que profesamos. Pues quien dice amar a alguien, debería poder evidenciarlo.

pastor Gilberto Rufat

domingo, 29 de marzo de 2015

La obediencia a la verdad - 1Pedro 1:22

Pasaje para meditar:

"Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro." (1 Pedro 1:22)

Comentario:


Nadie negará la importancia que el amor debe jugar entre los hermanos en la fe. Sin embargo, la pureza o la veracidad del mismo (del amor) no descansa, según Pedro, en la manifestación de un sentimiento, sino en la obediencia a la verdad.

Pero, ¿existe una relación entre la obediencia y el amor fraternal? El verdadero amor proviene de Dios, de una mente que ha sido llevada sujeta a la verdad y no solamente una que la contempla. El apóstol expone que es mediante el Espíritu Santo, que somos guiados e iluminados a la verdad, a modo de obedecer.

El cristianismo no es dirigido por las emociones, sino que éstas se sujetan en obediencia a la verdad. Note, cuán importante es la verdad, por cuanto nos aclara, guía, muestra y enseña con el fin de que obedezcamos.

El punto que Pedro presenta es la relación que existe entre la obediencia a la verdad y el amor. La mejor manera de amar a los demás es obedeciendo a la verdad. La obediencia a Dios es la más sublime expresión de amor hacia él y al prójimo, pues quienes son dados a obedecer no lastimarán ni desearán hacerle daño a los demás.

Conclusión:

Un corazón puro se evidencia por la obediencia a la verdad. Una mente limpia es aquella en la cual la verdad ha hecho residencia. Únicamente, a través de una relación íntima con Dios se puede amar con sinceridad a los demás. El apóstol enfatiza que el verdadero amor fraternal es una expresión genuina de la manifestación del Espíritu Santo en un creyente que obedece a la verdad, porque ha permitido que ésta purifique su alma del egoísmo irracional.

pastor Gilberto Rufat

viernes, 27 de marzo de 2015

Rescatados por la gracia de Dios - 1Pedro 1:18-20

Pasaje a considerar:

"sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros." (1P.1:18-20)

Comen
tario:

Hay al menos tres verdades que debemos conocer y considerar en estos versículos:

1- Fuimos rescatados.

¿De qué? De nuestra naturaleza pecaminosa, la cual heredó toda la raza humana como consecuencia de la introducción del pecado, mediante la caída de Adán (Ro.5:12). Ésta nos hacia vivir alejados de Dios y por tanto, hubiésemos muerto en pecado (Ef.2:1-3), siendo nuestro destino la eternidad sin Dios o el infierno (2Ts.1:2).

2- El costo del rescate

La paga del pecado es la muerte del pecador (Ro.6:23). De manera que para ser rescatados, alguien tenía que tomar nuestro lugar, pero éste debía ser sin pecado (He.2:10-17). Por consiguiente, ningún ser humano caído, puede ser sustituto por otro, por cuanto todos somos pecadores (Ro.3:23).

3- ¿Cuándo se dió el rescate?

El plan de Dios para llevar a cabo el rescate de los elegidos (1P.1:2) se planificó en la eternidad (Hch.2:22-24), antes de la creación (Ef.1:4-5; 2:8-10). Dios decidió rescatar de manera soberana, mediante un acto de misericordia, a los que por gracia llamaría a salvación (2Ts.2:13-14).

Conclusión:

Lo que somos hoy como creyentes, se decidió por gracia en la eternidad, por lo que no tenemos mérito alguno en la obra de la salvación.

Dios pudo no haber creado el mundo, sabiendo las consecuencias que traería el pecado. Pero decidió crear contemplando un plan mayor, el que consistiría en mostar su amor y gracia sobre los llamados a salvación y mostrar su ira y el rechazo al pecado en los que serían condenados por causa su pecado (Ro.9:22-24; 1P.2:7-10).

pastor Gilberto Rufat

miércoles, 25 de marzo de 2015

La Gracia Que Será Manifestada - 1Pedro 1:13



Pasaje a considerar:

“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.” (1Pedro 1:13)

Comentario:


La expresión “por tanto” implica lo que lo que los creyentes debían hacer, como resultado del mensaje dado por Pedro previamente en los primeros versículos, sobre la seguridad de la salvación. Estos habían sido elegidos por gracia (1P. 1:2). El apóstol les exhorta a ceñir su entendimiento, a ser sobrios y a esperar por completo en la gracia, independientemente de las pruebas o las circunstancias presentes o venideras.

“Ceñid los lomos de vuestro entendimiento”, representa la costumbre oriental de ceñirse el vestido con un cinturón como preparación para la realización de algún trabajo, actividad o para la guerra, ya que los mismos eran largos. Esto significa que los creyentes debían armarse con la palabra de Dios para que la misma gobernara sus pensamientos y acciones.

“Sed sobrios” la palabra sobrio νήφω, representa estar alerta, velar; figurativamente ser discreto. Por consiguiente, los creyentes debían estar en un estado de alerta moral. No debían ceder a las tentaciones y a las presiones que ciertamente encontrarían al enfrentarse a otras formas de vida.

“Esperad por completo” esperad ἐλπίζω puede traducirse como confiar, de modo que los cristianos deben aprender a confiar totalmente en Dios.

El pensamiento del versículo trece es el siguiente: Ármense en sus mentes de la palabra de Dios de forma tal, que estén alertas y apercibidos para poder conocer lo que es, así como lo que no es de Dios para que puedan descansar en su cuidado.

Conclusión:

Los creyentes no vivimos a nuestras expensas. La salvación no es únicamente un camino a transitar, pues es la gracia que Dios nos concedió desde la eternidad en Cristo. Por cuanto podemos vivir confiados y seguros de que nada en esta vida temporal, podrá cambiar lo que Dios determinó, selló y garantizó mediante la muerte de Cristo Jesús.

Pastor Gilberto Rufat

La Gracia Destinada - 1Pedro 1:10

Pasaje a considerar:

“Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación.” (1Pedro 1:10)

Comentario:


Note, que Pedro al igual que Pablo ve unidad entre los dos Testamentos (A.T. y N.T.). Para el apóstol Pedro, los cristianos en la diáspora estaban viviendo el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, sobre la gracia que sería manifestada en los postreros días al remanente escogido en el tiempo del Mesías. Observe que le llama “la gracia destinada a vosotros”.

La palabra destinada surge de la preposición griega εἰς (eis), la cual rige la acción con la idea principal de movimiento hacia un lugar o cosa; también implica movimiento o dirección hacia un lugar o cosa. Los traductores de la Biblia, tradujeron εἰς como “destinada”, pues indica que los creyentes fueron colocados o movidos hacia la gracia de Dios.

La gracia no es algo que podamos alcanzar, es algo que únicamente Dios puede otorgar. La misma, al no ser merecida, es concedida por Dios de manera soberana. De modo, que Pedro le comunica a los creyentes que a pesar de las situaciones que tendrían que enfrentar, eran privilegiados, por cuanto Dios les había otorgado su gracia. La gracia tiene como propósito principal exaltar la grandeza de Dios, al llevar a los elegidos a la salvación concedida por él.

¡Qué gran privilegio! Los hombres de Dios en la antigüedad hablaron y fueron inspirados a hablar de la gracia, sin embargo, eran los creyentes en Cristo, los receptores de dicha gracia.

Conclusión:

El punto o argumento que Pedro compartió con los hermanos en la diáspora fue que si Dios proveyó para ellos un medio de salvación antes de la fundación del mundo, nada en esta vida podría cambiarlo; aunque tuvieran que pasar por diversos sufrimientos y dificultades en la vida terrenal. Como dijera Pablo, nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:39)

Pastor Gilberto Rufat

lunes, 23 de marzo de 2015

Elegidos según la presciencia de Dios - 1Pedro 1:1-2


Pasaje a considerar:

“Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (1Pedro 1:1-2)

Comentario:

El evangelio de la gracia y de la elección divina no es uno Paulino. Un estudio de la carta de 1Pedro nos mostrará que el mensaje es bíblico. Pedro comienza la misma animando a los creyentes expatriados por la persecución que se desató desde el año 64 d.C. por Nerón. Estos, aunque no tenían una patria, habían sido elegidos para tener una patria celestial.

La palabra “elegidos” ἐκλεκτός significa selecto o escogido, por implicación favorito. De manera, que Pedro le dice a los hermanos en la diáspora, que a pesar de su situación actual, podían confiar en la soberanía de Dios.

Pedro expone que habían sido elegidos según la presciencia de Dios. La palabra presciencia, es usada solamente dos veces en el Nuevo Testamento; en el versículo de estudio y en Hechos 2:23. La palabra presciencia πρόγνωσις significa anticipado conocimiento de Dios. Por consiguiente, él sabe quiénes se salvan, puesto que los escogió.

Pedro les escribe no porque ellos “escogieran” al Señor, sino señalándoles que a pesar de la persecución y las dificultades que enfrentarían debían confiar en el Dios que les había salvado, porque les había escogido desde antes de la fundación del mundo (Ef. 1:4). Por cuanto habían sido alcanzados mediante la obra de santificación del Espíritu Santo, para ser perdonados por la sangre de su Hijo Jesucristo (1Pedro 1:19-21).

Conclusión:

La doctrina de la gracia divina, así como la de la elección divina, han sido los mayores motivadores y sostenedores de los cristianos a través de la historia, hasta la llegada de la nueva Jerusalén prometida (Ap. 21:2).

Pastor Gilberto Rufat

sábado, 21 de marzo de 2015

Soy embajador - Efesios 6:20

Pasaje a considerar

"por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar." (Efesios 6:20)

Comentario:


Es un gran privilegio y a la vez una gran responsabilidad ser embajadores de Cristo. El embajador era un súbdito del rey. Éste le representaba cuando el jerarca no podía asistir a algún evento o cuando fuera dispuesto, a modo de comunicar la voluntad del rey, sobre un asunto específico. Por ende, poseía autoridad (delegada por el rey), a fin de comunicar o de actuar de acuerdo a lo establecido por éste.

Pablo se encontraba en cadenas, esto es preso, por causa de actuar como embajador de Cristo. El que el apóstol proclamara que en el plan soberano de Dios en Cristo, judíos y gentiles fuesen llamados a salvación como parte de un mismo cuerpo o pueblo, creó resentimiento y odio por parte de los líderes judíos contra el mensaje del evangelio de Pablo.

Predicar, enseñar y hablar del evangelio era un gran privilegio que Pablo tomaba muy seriamente. Por lo cual, le pedía a Dios que le diera la valentía y el don de hablar como era debido. Lamentablemente, no vemos siempre ese mismo celo de parte de algunos de los llamados hoy embajadores de Cristo.

Algunos parecen estar más preocupados en cómo predicar, enseñar o hablar de Cristo, sin que esto moleste o le incomode al pecador. Esto termina diluyendo el evangelio. El resultado, es un evangelio sin la sangre de Cristo o uno sustituido por algo sintético, convirtiéndose en otra cosa.

Conclusión:

Un evangelio que no presenta a Cristo como Señor y Salvador no sólo es deficiente, sino que es falso.

Un evangelio que no llama al arrepentimiento y a la sola fe en Cristo, no es evangelio.

Un evangelio que hace de la voluntad de los hombres, la voluntad de Dios es absurdo y patético.

Un evangelio que solamente se complace en pedir y en autocomplacerse, pero rehusa dar, evangelizar y servir, no es más que una caricatura.

pastor Gilberto Rufat

viernes, 20 de marzo de 2015

Efesios 6:10-13

Pasaje a considerar:

“10Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en l
as regiones celestes. 13Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.” (Efesios 6:10-13)

Comentario:


Pablo exhortó a los hermanos a fortalecerse en el Señor, a vestirse de toda la armadura de Dios, así como a reconocer que hay una lucha espiritual, con el propósito de que permanecieran firmes en el Señor.

Fortalecerse en el Señor hace referencia al poder y a la obra del Espíritu Santo en el creyente (Ef. 1:19-20; 3:16), pues a modo de poder vivir en la voluntad de Dios y de poder permanecer firmes, es necesaria la llenura del Espíritu Santo (Ef. 5:18).

Colocarse toda la armadura de Dios consiste en tener un claro entendimiento de la gracia de Dios en la salvación de los elegidos, las bendiciones y las responsabilidades de dicha vida (Ef. 1:17-18; 3:18-20).

Nuestra lucha como cristianos no es contra sangre ni carne, es mucho más compleja, puesto que es contra seres espirituales que son gobernados por el príncipe de la potestad del aire (Ef. 2:2), contra nuestra naturaleza viciada al pecado (Ef. 4:22) y contra nuestra inmadurez como cristianos (Ef. 4:14).

El apóstol quería que los hermanos en Éfeso supieran que debían prepararse para afrontar el día malo. Ser cristianos no los libraría del mismo, pero sí los prepararía para enfrentarlo.

Conclusión:

El mejor testimonio o evidencia de nuestra fe se muestra en cómo enfrentamos cada una de las situaciones, pruebas y tentaciones que a diario enfrentamos. Dios no prometió librarnos del día malo, pero sí nos dijo que estaría con nosotros. Confiemos y permanezcamos firmes.

pastor Gilberto Rufat
Primera Iglesia Bautista Emanuel
Cleburne, Texas 76033

miércoles, 18 de marzo de 2015

Mensaje: Serán una sola Carne

Obedeced a vuestros amos terrenales - Efesios 6:5-8

Pasaje a considerar:

"Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre." (Efesios 6:5-8)

Comentario:


Los esclavos en el tiempo de Cristo, así como la clase trabajadora hoy, puede hallar sabiduría en estos versículos, en términos de qué esperar y de cómo trabajar en su jornada laboral. Al menos cuatro verdades son evidentes:

#1 Debían ser obedientes a sus amos, como al Señor (v.5)

#2 Debían servir como quien busca agradar al Señor, de corazón (v.6)

#3 Debían servir de buena voluntad como al Señor (v.7)

#4 Debían servir esperando agradar y recibir solamente del Señor (v.8)


Los efesios fueron animados a que en todo lo que realizasen o perteneciesen dieran testimonio de su Señor. La clase obrera y los esclavos podían (aun en medio de su situación) aprender a confiar, a depender y a dar testimonio de su Dios.

Por tanto, Pablo les exhorta a ver y a considerar, que por encima de cualquier amo terrenal, tenían en Cristo a un Señor celestial, a quien obedecer y servir. Por cuanto Cristo está por encima de todo y les recompensaría por  su servicio y su buen testimonio. El apóstol les enseñó que todo cuanto fueran llamados a realizar, lo hicieran con conciencia de que eso era parte de su testimonio, pues esto hablaba bien no solamente de ellos, sino que evidenciaba a su Dios.

Conclusión:

Los creyentes son llamados a servir. Note, que el trabajo era considerado un medio por el cual, también se servía y glorificaba al Señor. El servicio cristiano no es exclusivo del ámbito eclesiástico. Donde quiera que estemos, somos llamados a servir con buen corazón, ánimo y esperando en el Señor.

pastor Gilberto Rufat

martes, 17 de marzo de 2015

Criadlos en disciplina y amonestación del Señor - Efesios 6:4


Pasaje a considerar:

“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4)

Comentario:


La responsabilidad primaria de los padres es la crianza. Pero, ¿Qué significa la palabra crianza? El vocablo crianza ἐκτρέφω, es una palabra compuesta por “ek” la cual significa sacar fuera y “trépho” la cual significa propiamente endurecer. De ahí, que la palabra criadlos represente la tarea de ayudarlos a madurar, a crecer y a asumir responsabilidad.

Por otra parte, la tarea primordial de los casados es la de complementarse; vivir como una sola carne. La ocupación consiste en amarse y respetarse mutuamente (Ef. 5:33), lo que Dios compara con la relación de Cristo y la iglesia.

La Biblia, simplemente no enseña que los hijos sean más importantes que el cónyuge o que debamos tener una relación más cercana o afectiva con ellos.

Lamentablemente, cuando no operamos conforme al orden “someteos” (Ef. 5:21), nos desasociamos del verdadero propósito de la familia. Generalmente, cuando la relación primaria anda mal, uno de los cónyuges hace de los hijos su tarea principal.

El matrimonio fue diseñado hasta que la muerte los separase, de modo, que los hijos son transitorios. La Biblia enseña que una vez maduros, estos deben hacer su propia vida. “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” (Ef. 5:31; Gn. 2:24)

Conclusión:

La Biblia expone que amar a los hijos es criarlos en la disciplina y la amonestación del Señor. La tarea de los padres no es entretenerlos, complacerlos sin medida y hacerles creer que están por encima de todo (lo entiendan o no).

La disciplina, según las Escrituras, no es causa de gozo, pero es necesaria (He. 12:5-11). Amar a los hijos es más que darles un beso y decirles que les amamos, es ayudarlos a madurar y más aún, es encaminarlos a tener una relación personal con Dios.

pastor Gilberto Rufat

lunes, 16 de marzo de 2015

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo - Efesios 6:1-3



Pasaje a considerar:

“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:1-3)

Comentario:

En los primeros tres versículos del capítulo seis de la carta a los Efesios, encontramos tres palabras de gran importancia para los hijos, a fin de obtener la bendición de Dios. Las tres palabras son: “en el Señor”, “obedeced” y “honrad”; del entendimiento y la obediencia a las mismas, dependería el que les fuera bien y disfrutaran de larga vida sobre la tierra (v.3).

en el Señor” - la preposición primaria “en” (ἐν) denota posición, por consiguiente, implica que la orden o mandato de obedecer a los padres proviene del Señor. Era de esperarse que los hijos creyentes reconocieran la importancia del mandato y lo cumplieran. La fe no sustituye la obediencia, creer en el Señor debía evidenciarse por medio de la obediencia.

obedeced” (ὑπακούω) significa escuchar con atención; por implicación prestar atención o conformarse a comando o autoridad. La obediencia de los hijos en el Señor es debida, por lo tanto es demandada, no sugerida, de modo, que Dios dice que la obediencia es justa. Por tanto, los hijos cristianos deben prestar atención a sus padres y obedecerlos.

honrad” (τιμάω) la palabra representa la valoración de algo; por implicación reverenciar u honrar. Según la Biblia, los hijos son llamados no solamente a respetar a sus padres, sino aun a cuidarles de ser necesario cuando estuviesen mayores, esto era considerado parte del mandato de honrarles.

Conclusión:

La secuencia lógica del pasaje es la siguiente: Los hijos creyentes muestran la valoración a sus padres mediante la obediencia, entendiendo que es lo justo ante el Señor; reconociendo que de la obediencia a Dios y a sus padres dependerá la bendición divina. 

pastor Gilberto Rufat

¿Qué propósito vino a cumplir la ley mosaica?

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