miércoles, 29 de junio de 2016

¿Está Dios esperando A que todos los hombres procedan al arrepentimiento? - 1 Pedro 3:9






¿ESTÁ Dios esperando A que todos los hombres procedan al arrepentimiento?


Pasaje a considerar

“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9)

Breve comentario

Algunos cristianos interpretan 2 Pedro 3:9 como si Dios estuviese esperando a que todos los hombres se arrepientan de sus pecados antes de poder regresar en su segunda venida. Pero, ¿es esta interpretación correcta? Veamos primero quiénes son los destinatarios de la carta, cuál es su propósito y el contexto histórico de la misma, a fin de responder correctamente a la pregunta de estudio.

Destinatarios de la carta

 “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”
(1 Pedro 1:1-2)

La Primera y la Segunda carta de Pedro fueron escritas a los elegidos, según la presciencia de Dios, quienes se encontraban expatriados en diferentes provincias de Asia Menor. La evidencia de que la segunda carta es continuación de la primera se puede constatar en la siguiente declaración:

“Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles.” (2 Pedro 3:1-2)  

martes, 28 de junio de 2016

¿Habla la Biblia sobre la elección o la predestinación en el Nuevo Testamento?



¿Habla la Biblia sobre la elección o la predestinación en el Nuevo Testamento?


Introducción

Un estudio de las palabras usadas en el Nuevo Testamento para referirse a la predestinación y a la elección, entre otros, provee evidencia irrefutable de dicha doctrina. Le animo a juzgar por usted mismo, si la Biblia habla de ello o si como algunos argumentan, es una “doctrina calvinista”. A continuación, veamos los diferentes términos griegos utilizados y sus significados.


I. Elección, Elegido, Elegir

A. Nombre

ekloge , denota sacar de entre, selección y, de ahí, lo que es elegido. En Hch. 9.15, se dice de la elección por parte de Dios de Saulo de Tarso; la frase es, literalmente «un vaso de elección». Se usa cuatro veces en Romanos; en 9.11, de Esaú y Jacob, donde la frase «el propósito … conforme a la elección» es virtualmente equivalente a «el propósito elector»; en 11.5: «un remanente escogido por gracia» se refiere a los judíos creyentes, salvados de entre la nación incrédula; lo mismo en el v. 7; en el v. 28: «la elección» puede significar bien el acto de elegir o bien los elegidos; el contexto, señalando a los padres, señala a lo primero, a la elección de la nación en base del pacto de la promesa. En 1 Ts. 1.4: «vuestra elección» se refiere no a la iglesia colectivamente, sino a los individuos que la constituyen; la certeza que tiene el apóstol de la elección de ellos da la razón de su acción de gracias. Los creyentes deben dar «la mayor diligencia para hacer ciertos su llamamiento y elección», por el ejercicio de las cualidades y gracias que los hagan llenos de fruto del conocimiento de Dios (2 P. 1.10).

lunes, 27 de junio de 2016

¿Salvación a todos los hombres?




Pasaje a considerar 

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. (Tito 2:11)

Contexto del pasaje

Desde comienzos del capítulo uno, vemos que la carta tiene el propósito de corregir deficiencias en la iglesia por medio del ministerio de Tito (Tito 1:5). En la misma había necesidad de líderes con carácter y madurez cristiana (Tito 1:7-8), quienes fueran retenedores de la Palabra tal y como había sido enseñada (Tito 1:9) y de la necesidad de disciplina eclesiástica (Tito 1:12-16).

En el capítulo dos, Pablo instruye a Tito a enseñarle a los hermanos que debían asumir su responsabilidad y deberes, “para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:5). El apóstol expone que los ancianos, las ancianas, las mujeres jóvenes, los jóvenes y los siervos debían sujetarse a la palabra de Dios y que debían permanecer en el lugar en el que fueron llamados, mostrando fidelidad en todo, para que la doctrina de Dios fuera adornada con sus acciones (Tito 2:9-10).

Es en este contexto, Tito 2:11 enseña que la manifestación de la gracia de Dios es común para todos los que se salvan (ancianos, ancianas, mujeres, jóvenes y siervos). Pablo no está enseñando absolutamente nada acerca del deseo de Dios en la salvación, sino sobre la manifestación de su gracia al salvarlos. Esto debía llevarlos a renunciar a la impiedad, a los deseos mundanos y a vivir una vida sobria, justa, piadosa (Tito 2:12) y a aguardar la esperanza de la segunda venida de su salvador Jesucristo (Tito 2:13), “quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2:14) 

Por consiguiente, Tito 2:11 expone que todos los creyentes han sido salvos mediante un acto inmerecido de la gracia de Dios. Por tal razón, Pablo asevera que no debe existir en la iglesia distinciones o diferenciaciones por razón de raza, género o clase social, pues todos fueron salvos a través de la gracia. La gracia de Dios en la salvación provee para la humildad y no para el orgullo, por cuanto nada hubo que pudiéramos hacer para salvarnos o para merecerla.

No podemos sostener una interpretación de Tito 2:11 en la que Dios manifieste su gracia para salvación, sin que ésta salve. De manera, que si se refiere a todos, terminaríamos diciendo que la salvación es universal. Tampoco la Biblia enseña que fuimos salvos por el deseo de su gracia, sino por su gracia (Ef. 2:8). Por consiguiente, Pablo no está hablando del deseo de Dios, sino de su gracia en la obra de la salvación. Pero, ¿de quiénes? Veamos la introducción de la carta a fin de ver a quiénes se refiere.

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los [escogidos de Dios] y el conocimiento de la verdad que es según la piedad. (Tito 1:1)

La palabra “escogidos” es la palabra “eklektós” (ἐκλεκτός), la que según el Diccionario Strong significa selecto; por implicación favorito. El Diccionario Vine la define como escogido, elegido. Es lamentable el desconocimiento o la rebeldía que muchos manifiestan sobre la soberanía de Dios en la salvación, pues Tito 2:11 es una evidencia de la misma.

Algunos presentan el versículo de estudio en Tito 2:11 como una evidencia en contra de la doctrina de la elección. Sin embargo, presentaremos que dicho pasaje muestra lo contrario; que la salvación le pertenece a Dios y que la manifestación de su gracia en la salvación no se refiere a su deseo, sino al acto por el cual él salva.

Debemos tener cuidado en cómo interpretamos Tito 2:11 por cuatro razones principales:

1- Podría interpretarse como evidencia de una salvación universal. Esto es, que al final todos los hombres serán salvos.

2- Podríamos hacerle ver a otros que hay contradicción en la Biblia (lo que no existe), puesto que la misma enseña que son pocos los que se salvan (Mt. 7:13).

3- Podríamos terminar con un Dios impotente. Uno que quiere salvar a todos, pero que no puede porque depende de los hombres.

4- Podríamos terminar dudando de nuestra salvación, debido a que si la misma no descansa en Dios, entonces descansa en nosotros. 

Conclusión 

En conclusión, Tito 2:11enseña tres verdades maravillosas:

1- La salvación es una manifestación u obra de Dios.

2- La salvación es un acto de la gracia de Dios.

3- La gracia de Dios es común a todos los que se salvan. 

Bendiciones.

Pastor Gilberto Miguel Rufat

sábado, 25 de junio de 2016

Lo entregó por todos nosotros - Romanos 8:31-32



lo entregó por todos nosotros


“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:31-32)

Tres verdades sobre nuestro rescate:


1-Dios no escatimó

Es común escuchar sobre el secuestro de personas, por los que a cambio de su libertad se pide una cantidad sustancial de dinero. Podemos ver a los familiares tratando de conseguir la suma del dinero para el rescate, su dolor y sufrimiento.

Existe una gran diferencia entre la situación presentada y la situación en la que se encuentran los hombres frente a Dios. A diferencia del secuestrado, nadie fuera de nosotros podría recatarnos de nuestra condición. ¿Por qué? Porque todos los hombres se encuentran en la misma condición de pecado ante Dios (Ro. 3:23).

Siendo este nuestro caso, el único que puede hacer algo por nosotros, irónicamente es aquel contra el cual nos rebelamos, Dios. Si alguna vez se pregunta, ¿cuánto Dios le ama? Debería serle suficiente el hecho de que Dios no escatimó a su Hijo para rescatarle de la muerte y del pecado en el que se encontraba.

No obstante, a esto debemos sumarle que tampoco lo merecíamos, por cuanto no somos buenos (Ro. 3:10-18). Sin embargo, es justamente aquí, en donde se expresa el más grande amor. La Biblia lo expone de la siguiente manera:

“Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:7-8)

viernes, 24 de junio de 2016

¿Por qué si Cristo murió por todos, no todos se salvarán?



¿POR qué si Cristo murió por todos, no todos se salvarán?


Pasaje a considerar

“así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” (He. 9:28)

Breve Introducción

Sabemos que muchos al ver la pregunta, ¿por qué si Cristo murió por todos, no todos se salvarán?, tendrán la siguiente contestación. Porque no todos le abren su corazón a Cristo o porque no todos le reciben como su Salvador. En otras palabras, que la razón de los que se salvan radica en algo que ellos hacen para recibir a Jesús, pero ¿es esto lo que enseña la Biblia?

jueves, 23 de junio de 2016

En ningún otro hay salvación - Hechos 4:12



En ningún otro hay salvación


"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:12)

Vivimos en un mundo pluralista religioso, en el cual existe un sin número de opiniones acerca de qué o quién es Dios. También, el mismo es uno pragmatista, que tiene una vasta cantidad de opiniones y creencias diversas de lo que considera es la verdad y de cómo comprenderla.

Muchos han llegado a creer que existen diversos medios o caminos, a través de los cuales se puede alcanzar la salvación. Pues después de todo, creen que es una misma verdad expresada de maneras diferentes y que todos los caminos conducen al cielo. Sin embargo, esto no es cierto en palabras de Jesús.

Las religiones del mundo, cuando son estudiadas detenidamente a la luz del cristianismo, son diametralmente diferentes y solamente parecidas superficialmente. Todos los sistemas filosóficos, moralistas y religiosos que existen o han existido fuera del cristianismo, pretenden enseñarle al hombre los pasos o el camino a seguir, para alcanzar la realización, vivir con resignación, ser felices o alcanzar salvación (Col. 2:8). El cristianismo difiere de todos, siendo único en su presentación, pues presenta al hombre muerto en sus delitos y pecados y por ende, con la necesidad de una salvador externo a él (Ef. 2:1).

En la revelación de Dios a los hombres, en la Biblia, existe un camino único al cielo, una sola verdad conocible y una manera exclusiva de recibir la vida eterna, en Jesucristo (Jn. 14:6). ¿Por qué? Porque el pecador nada puede hacer para ser salvo. El hombre no puede ser su salvador, por cuanto está muerto. Todos los ejemplos presentados en la Biblia sobre la condición del hombre (descrito como ciego, sordo y muerto, entre otros) ameritan la intervención divina y no la ayuda de alguien que le conduzca o que le enseñe el camino.  

Únicamente la gracia soberana de Dios, a través de la obra redentora de Cristo en la cruz puede salvar al pecador. Es por medio del nuevo nacimiento que el hombre es habilitado para responder en arrepentimiento y fe a la gracia salvadora en Cristo (Jn. 3:3:1-7). La salvación en el evangelio no es una oferta, es un don que sólo Dios obra (Jn. 1:12-13).

El mandato de Dios es a entrar por la puerta estrecha y andar por el camino angosto, Jesucristo (Mt. 7:13-14). Jesús no vino a ser posible la salvación, él es la salvación. Tampoco vino a ofrecerle un regalo a los hombres, él es el regalo de Dios a los que se salvan. La vida eterna es conocerle y vivir en él.  

“Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones…” (Hebreos 3:7-8)

¡Ven a Cristo hoy!

Pastor Gilberto Rufat

¿Qué propósito vino a cumplir la ley mosaica?

Introducción  Trataremos brevemente de contestar qué propósito vino a cumplir la ley mosaica, luego de la promesa comunicada por Dios a Ab...