lunes, 12 de diciembre de 2016

¿Existe evidencia histórica de que Los Judíos cristianos huyeron de Jerusalén antes de la destrucción del templo?




¿Existe evidencia HISTÓRICA de que Los Judíos cristianos huyeron de JERUSALÉN antes de la destrucción del templo?

 
“Pero más terrible aún que esto fue lo siguiente: un tal Jesús, hijo de Ananías, un campesino de clase humilde, cuatro años antes de la guerra, cuando la ciudad se hallaba en una paz y prosperidad importante, vino a la fiesta, en la que todos acostumbran a levantar tiendas en honor de Dios, y de pronto se puso a gritar en el Templo: «Voz de Oriente, voz de Occidente, voz de los cuatro vientos, voz que va contra Jerusalén y contra el Templo, voz contra los recién casados y contra las recién casadas, voz contra todo el pueblo». Iba por todas las calles vociferando estas palabras de día y de noche. Algunos ciudadanos notables se irritaron ante estos malos augurios, apresaron a Jesús y le dieron en castigo muchos golpes. Pero él, sin decir nada en su propio favor y sin hacer ninguna petición en privado a los que le atormentaban, seguía dando los mismos gritos que antes. Las autoridades judías, al pensar que la actuación de este hombre tenía un origen sobrenatural, lo que realmente así era, lo condujeron ante el gobernador romano. Allí, despellejado a latigazos hasta los huesos, no hizo ninguna súplica ni lloró, sino que a cada golpe respondía con la voz más luctuosa que podía: «¡ Ay de ti Jerusalén!». Cuando Albino, que era el gobernador, le preguntó quién era, de dónde venía y por qué gritaba aquellas palabras, el individuo no dio ningún tipo de respuesta, sino que no dejó de emitir su lamento sobre la ciudad, hasta que Albino juzgó que estaba loco y lo dejó libre. Antes de llegar el momento de la guerra Jesús no se acercó a ninguno de los ciudadanos ni se le vio hablar con nadie, sino que cada día, como si practicara una oración, emitía su queja: «¡ Ay de ti Jerusalén!». No maldecía a los que le golpeaban diariamente ni bendecía a los que le daban de comer: a todos les daba en respuesta el funesto presagio. Gritaba en especial durante las fiestas. Después de repetir esto durante siete años y cinco meses, no perdió su voz ni se cansó. Finalmente, cuando la ciudad fue sitiada, vio el cumplimiento de su augurio y cesó en sus lamentos. Pues, cuando se hallaba haciendo un recorrido por la muralla, gritó con una voz penetrante: «¡ Ay de ti, de nuevo, ciudad, pueblo y Templo!». Y para acabar añadió: «¡ Ay también de mí!», en el momento en que una piedra, lanzada por una balista, le golpeó y al punto lo mató. Así entregó su alma, mientras aún emitía aquellos presagios.”[1]
 
Los creyentes judíos huyen a Pella

Ahora bien, los judíos, después de la ascensión de nuestro Salvador, culminaron su crimen contra él con la concepción de innumerables maquinaciones contra sus apóstoles. El primero fue Esteban, al cual aniquilaron con piedras; luego Jacobo, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, que fue decapitado; y finalmente Jacobo, el que fue escogido en primer lugar para el trono episcopal de Jerusalén, después de la Ascensión de nuestro Salvador, y que murió del modo mencionado. Todos los demás apóstoles fueron amenazados de muerte con innumerables maquinaciones, y fueron expulsados de Judea y se dirigieron a todas las naciones para la enseñanza del mensaje con el poder de Cristo, que les había dicho: «Id, y haced discípulos a todas las naciones».

Además de éstos, también el pueblo de la iglesia de Jerusalén recibió el mandato de cambiar de ciudad antes de la guerra y de vivir en otra ciudad de Perea (la que llaman Pella), por un oráculo transmitido por revelación a los notables de aquel lugar. Así pues, habiendo emigrado a ella desde Jerusalén los que creían en Cristo, como si los hombres santos hubiesen dejado enteramente la metrópoli real de los judíos y toda Judea, la justicia de Dios vino sobre los judíos por el ultraje al que sometieron a Cristo y a sus apóstoles, e hizo desaparecer totalmente de entre los hombres aquella generación impía.

En los relatos que escribió Josefo se describen con toda exactitud los males que en ese momento sobrevinieron a todo el pueblo judío en todo lugar; cómo principalmente los habitantes de Judea fueron agobiados hasta el extremo de las desgracias; cuántos miles de jóvenes y de mujeres, juntamente con sus niños, cayeron a espada, por hambre y por muchos otros tipos de muerte; cuántos y cuáles ciudades de Judea fueron sitiadas; cuán grandes desgracias, y más que desgracias, presenciaron los que fueron en su huida a Jerusalén, ya que era la metrópoli más fuerte; el desarrollo de la guerra y lo que tuvo lugar en ella en cada momento; y, finalmente, cómo la abominación desoladora que proclamaron los profetas se asentó en el mismo templo de Dios, en gran manera notable antiguamente; y entonces sufrió todo tipo de destrucción hasta su desaparición final por el fuego.

Merece la pena señalar que el mismo autor estima que los procedentes de toda Judea, se apiñaron en los días de la fiesta de la Pascua, en Jerusalén, como en una prisión, usando sus propias palabras, fueron alrededor de tres millones.

Era preciso, pues, en los mismos días en los que habían llevados cabo la Pasión del Cristo de Dios, bienhechor y Salvador de todos, que, como encerrados en una prisión, recibieran el azote que les daba alcance viniendo de la justicia Divina.

Así pues, dejando aparte los acontecimientos que les sobrevinieron y cuántas veces fueron entregados a espada o de diversos modos, sólo me ha parecido oportuno mostrar las desgracias originadas por el hombre, a fin de que los que obtengan este escrito vean, parcialmente, cómo les daba alcance al poco tiempo el castigo procedente de Dios por causa de su crimen cometido en contra del Cristo de Dios.[2]


Pastor Gilberto Miguel Rufat


[1] Josefo, Flavio. La guerra de los judíos. Libros IV-VII (Biblioteca Clásica Gredos) (Spanish Edition) (Kindle Locations 5233-5234). Gredos. Kindle Edition.

[2] De Cesarea, Eusebio. Historia Eclesiástica: Tomo completo de la Historia Eclesiástica (Spanish Edition) (Kindle Location 2014). Unknown. Kindle Edition.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

20 Objeciones al Milenialismo Dispensacionalista Pretribulacionista

20 objeciones al milenialismo dispensacionalista Pretribulacionista



 
Por: Pastor Gilberto Miguel Rufat


El Milenio, una vez concluida la segunda venida de Jesucristo, según la posición de estudio presenta diferentes problemas teológicos y contradicciones de las cuales las siguientes son las más serias:

1) El Milenio, una vez concluida la segunda venida de Jesucristo, según la posición de estudio presenta un problema teológico, ya que termina con un Rey sin reino. En otras palabras, uno que debe esperar hasta el periodo milenial para reinar.

El problema con este punto es que el libro de Daniel expone que con la llegada del Mesías y su muerte (Dn. 9:26), se daría inicio al reino de los santos el cual nunca acabaría (Dn. 2:44; 7:19-27). El Mesías es la piedra que derribaría la imagen de los reinos de Daniel 2:35. En Daniel, el reino es recibido por Jesucristo, el Mesías, en su ascensión al cielo luego de su obra mesiánica (Dn. 7:13-14).

2) El Milenio, una vez concluida la segunda venida de Jesucristo, según la posición de estudio representa una clara contradicción al mensaje de Juan el Bautista (Mt. 3:1) y a las propias palabras de Jesús (Mr. 1:14-15; Mt. 4:17).

sábado, 29 de octubre de 2016

24 Objeciones al Dispensacionalismo Pretribulacionista



24 objeciones al Dispensacionalismo pretribulacionista



¿Qué enseña el dispensacionalismo pretribulacionista?



Según el libro “For Zion’s Sake” de Paul Richard Wilkinson, las ocho claves del cristianismo sionista, partidarios del dispensacionalismo pretribulacionista lo son:



1- Una clara distinción entre Israel y la iglesia

2- El rapto de la iglesia en cualquier momento

3- El retorno de los judíos a su tierra

4- La construcción del tercer templo

5- La llegada del Anticristo

6- Un periodo de siete años de tribulación

7- La salvación nacional de todos los judíos

8- El retorno de Cristo a Jerusalén



La escatología dispensacionalista pretribulacionista descansa totalmente en la interpretación de la promesa dada a Abraham en Génesis 12:2-3 y 7. Según esta interpretación escatológica, dicha promesa se sostiene en un pacto incondicional de Dios a lo que hoy llamamos el pueblo de Israel. El argumento utilizado es que Dios escogió a Israel como nación sobre las demás naciones de la tierra. Por consiguiente, los seguidores de esta posición entienden que todos los descendientes de Abraham en la carne son herederos e hijos de la promesa hecha a Abraham.



El problema con esta posición consiste en que su interpretación de Génesis 12:7 (Israel como el pueblo exclusivo de Dios) no es consistente con otros escritos de la Biblia. Recordemos, que lo que llamamos la Biblia es la compilación de 66 libros reconocidos como divinamente inspirados. De manera que para presentar una interpretación como correcta debe tener congruencia, consistencia y correspondencia con los demás escritos. Pues de no ser así, la Biblia entraría en materia de contradicción y por tal razón no se le atribuiría inspiración divina.



Una buena hermenéutica no puede violar el principio de que la Escritura se interprete a sí misma. Presentaremos 24 refutaciones al dispensacionalismo pretribulacionista en tan solo cuatro cartas del Nuevo Testamento. También mostraremos bíblicamente que el pueblo elegido por Dios se remonta a la eternidad, mucho antes que Dios llamase a Abraham y que no se limita a Israel como nación, sino que comprende a todos los elegidos o aquellos que serán salvos.

jueves, 6 de octubre de 2016

SE ENTREGÓ POR TODOS NOSOTROS - ROMANOS 8:31-32



SE ENTREGÓ POR TODOS NOSOTROS



 “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?” (Romanos 8:31-32)


DOS VERDADES Y UNA PODEROSA APLICACIÓN:


1- DIOS NO ESCATIMÓ EN NADA PARA SALVARNOS.

Es común escuchar sobre el secuestro de personas por quienes a cambio de su libertad se pide una cantidad sustancial de dinero. Podemos ver a los familiares en la búsqueda del dinero para su rescate. También podemos ver su dolor y sufrimiento.

Existe una gran diferencia entre la situación presentada y la situación en la que se encuentran los hombres frente a Dios. A diferencia del secuestrado, nadie fuera del hombre podría recatarlo de su condición. ¿Por qué? Porque todos los hombres se encuentran en la misma condición de pecado ante Dios, por cuanto TODOS HAN SIDO SECUESTRADOS POR EL PECADO (Romanos 3:23).

Ningún ser humano merece ser rescatado, por cuanto no es bueno (Romanos 3:10-18). Siendo ésta nuestra condición humana, el único que puede hacer algo por nosotros es irónicamente aquel contra el cual nos rebelamos, Dios. Sin embargo, es justamente aquí en donde se expresa el más grande amor.



2- DIOS ENTREGÓ A SU PROPIO HIJO.

¿Se ha detenido a pensar cuál fue el precio pagado por nuestro rescate? El precio consistió en que Dios mismo entregara a su unigénito Hijo por nosotros. ¿Estaría dispuesto a sacrificar la vida de su único hijo para rescatar la vida de alguien que no lo merece? Estoy seguro de que una mayoría no lo haría.


Si alguna vez se pregunta, cuánto Dios le ama, debería serle suficiente el hecho de que Dios no escatimara en nada para dar a su Hijo para rescatarle del pecado y de la muerte en la que se encontraba. La Biblia lo presenta de la siguiente manera:

“Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:7-8)


Para que Dios pudiera rescatarnos, tenía que pagar nuestra deuda; una producto de nuestro pecado. Su Hijo tendría que encarnarse, vivir una vida sin pecado y morir en sustitución de aquellos que serían salvados. En la cruz, Dios tendría que desatar su ira y satisfacer su justicia, para que pudiésemos ser rescatados (salvados).  



 3- EL PROVEERÁ PARA LAS DEMÁS COSAS.


Dios vio de antemano, previo a la creación, que nos rebelaríamos. No obstante, Dios decidió amarnos en el principio o en la eternidad en Cristo (Efesios 1:4-5). Sin la manifestación de su bondad para con nosotros en amor, estaríamos perdidos y sin esperanza de salvación.



Pablo presenta el siguiente argumento inspirado por el Espíritu Santo. Si Dios entregó a su Hijo como paga por nuestro rescate, entonces, ¿por qué dudar de que Dios proveerá para las demás cosas de la vida? El argumento gira en torno a que la muerte vicaria del Hijo en la cruz es la mayor evidencia del amor de Dios y de su cuidado para con nosotros.

Ninguno de nosotros debería dudar jamás del cuidado de Dios; aunque la verdad es que en ocasiones, como Juan el Bautista, humanamente nos turbamos y dudamos.


CONCLUSIÓN

No existe mayor evidencia de la provisión de Dios para los creyentes que el recate de su condición de pecado. No debe existir duda de la inmensidad de su amor, por cuanto decidiera entregar a su propio Hijo por nosotros. Por consiguiente, debemos aprender a confiar en Dios y no en nosotros mismos.

Pablo expresó la seguridad en la provisión y el amor de Dios para con sus hijos en la siguiente afirmación, “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (Filipenses 4:19-20)

Bendiciones.

Pastor Gilberto Rufat

jueves, 22 de septiembre de 2016

¿Enseña Romanos 11:26-27 que todo Israel será salvo?






¿Enseña Romanos 11:26-27 que todo Israel será salvo?


Base bíblica

“y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados”. (Ro. 11:26-27)

Introducción

¿Enseña Romanos 11:26 que todo Israel (como nación) será salvo? En este artículo expondré y sostendré por qué la contestación es NO. A modo de probar lo antes expuesto, es necesario el interpretar Romanos 11:26-27, dentro del contexto de toda carta. Por lo tanto, presentaré los argumentos en contra de la interpretación de que todo Israel será salvo. He aquí algunas consideraciones importantes:


1-   Romanos 2 enseña que únicamente es judío el que lo es interiormente.

“Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.” (Romanos 2:28-29)

Romanos 2:28 y 29 son de gran importancia para la comprensión de quiénes son parte del pueblo de Dios. Desde mediados del capítulo uno de la carta a los Romanos, hasta los versículos finales del capítulo dos, Pablo muestra que no existe diferencia entre judíos y gentiles en cuanto al pecado y a la salvación se refiere. Ambos comparten una misma naturaleza pecaminosa y necesitan ser salvos a través del evangelio de Jesucristo (Ro 1:16-17). El apóstol establece que ser judío, lo que para estos era sinónimo de pertenecer al pueblo del pacto, no tiene que ver con tener ascendencia judía. Esto cambiaba lo que significaba para los judíos ser judío. Pablo presentará a través de la carta a os Romanos que existe un Israel dentro de Israel. Esto es, un Israel espiritual, los escogidos, los de fe y uno nacional.

¿Qué propósito vino a cumplir la ley mosaica?

Introducción  Trataremos brevemente de contestar qué propósito vino a cumplir la ley mosaica, luego de la promesa comunicada por Dios a Ab...