La palabra redención significa liberación. No obstante, antes de que alguna persona pudiera pasar a ser libre, alguien tenía que pagar la deuda. Por lo general, la persona esclava no podía en vida pagar su propia deuda.
He aquí lo maravilloso del mensaje del evangelio, el cual presenta a Dios enviando a su unigénito Hijo a pagar el precio producto de nuestra desobediencia, la cual nos hizo esclavos del pecado.
El precio de nuestra liberación sería su propia muerte, ya que, Dios había establecido que sin derramamiento de sangre no habría perdón por los pecados. De manera que, Jesús murió y resucitó, satisfaciendo la totalidad de la deuda.
Cada creyente es libre por medio de Jesucristo. Sin embargo, tristemente, algunos no entienden que somos libres del pecado, a fin de poder agradar a Dios. No hemos sido libertados para volver a pecar, sino para vivir para aquel, que su vida dió por nosotros.
pastor Gilberto Rufat
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.