lunes, 9 de junio de 2014

¿Es Jesús igual a Dios? - Lección #5


Lección #5 

 ¿Es Jesús igual a Dios? 
 Rev. Gilberto Rufat  

Base Bíblica: Juan 5:17-47

Introducción  

Es importante comenzar esta enseñanza, ubicándonos dentro del propósito del evangelio de Juan. El mismo consiste en presentar a Jesús como el Cristo (el Mesías) y como el Hijo de Dios, de manera tal, que los oyentes o lectores de dicho evangelio pudieran creer en Jesús y recibieran la vida eterna (Juan 20:30-31). El contexto que precede a este pasaje es la sanación del hombre en el estanque de Betesda (Juan 5:1-18). Hecho, que provocó una reacción negativa por parte de los judíos, quienes dedujeron que Jesús debía ser un pecador, ya que le había dicho al hombre sanado que tomara su lecho y se fuera a su casa en un sábado; lo cual constituía según estos, una clara violación a la ley del sábado. Además y como si fuera poco, la hostilidad de los judíos hacia la persona de Jesús aumentó, ya que cuando éstos le preguntaron con qué autoridad y sobre qué base había enviado a aquel hombre a violar el sábado, Jesús contestó, en la de mi padre, haciendo una clara referencia a Dios.
"17Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. 18Por esto los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios."
Los judíos claramente entendieron que Jesús había afirmado ser igual a Dios (v.17). En su razonamiento, no cabía la idea de que Jesús pudiera ser el Hijo de Dios y mucho menos igual a Dios. Ya que no pudieron culparle de estar loco, dedujeron que debía ser un pecador y blasfemo. La palabra utilizada por los judíos como igual, representa uno igual en cualidad y cantidad. Lo cierto es, como dijo Josh McDowell en su famoso libro “Más que un Carpintero”, que Jesús es quien dijo ser o era un mentiroso o estaba lunático.

Los cristianos creemos que la Biblia, como la palabra divinamente inspirada por Dios, enseña la deidad de Jesús. Al día de hoy, existen llamados cristianos que aún niegan que Jesús haya reclamado ser Dios. Lo cierto es, que ésta fue una de las ocasiones que Jesús utilizó para manifestar que él era, no sólo uno con el Padre, sino que él era Dios.

Jesús evidenció interés en saber qué pensaban sus discípulos acerca de él, así que les preguntó en Mt.16:15:“… ¿quién decís que soy yo? Todavía esta pregunta sigue teniendo importancia para la iglesia en la actualidad, puesto que si Jesús no es quien dijo ser, entonces no hay salvación y hemos sido engañados, pero si él es Dios merece toda nuestra sumisión y adoración.


I. Sus obras demuestran que él es Dios (v.v.19-21 y 36).

"19Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. 20Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que éstas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. 21Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida."

“De cierto, de cierto os digo” – Jesús afirmaba algo que era verdad.
 

“no puede el Hijo hacer nada por sí mismo” - La voluntad humana de Jesús siempre estuvo sujeta al Padre, no obstante, era uno con el Padre (Juan 4:34; 8:29; He.10:7). Jesús estaba afirmando ser uno con el Padre (Juan1:9; 8:12; 12:46; He.1:3); manifestando que no podía hacer nada por sí mismo, no por falta de poder, sino porque el Padre y él trabajan en unidad. Ésta es una gran verdad, Dios Padre y Dios Hijo trabajan en estrecha unidad.
 

“ lo hace el Hijo *igualmente…a los que quiere da vida” - Igualmente significa de la misma forma, de la misma manera que Dios. Los judíos creían que sólo Dios puede dar vida y Jesús afirmó tener el mismo poder.

El evangelio según Juan presenta siete señales o milagros que presentan la deidad de Jesús:

El agua hecha vino (Jn. 2)

La sanación del hijo del noble (Jn. 4)

La sanación del hombre en el estanque de Betesda (Jn.5)

La multiplicación de los panes y los peces (Jn.6)

Jesús calma la tempestad (Jn.6)

La sanación del ciego de nacimiento (Jn. 9)

La resurrección de Lázaro (Jn.11)

Su propia resurrección (Jn.20)


II. Su autoridad para hacer juicio le hace igual a Dios (v.v.22 y 27).

"22Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio* dio al Hijo."
"27y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre."
“todo el *juicio dio al Hijo” - Jesús afirmó tener el derecho a emitir y a llevar a cabo juicio, lo que representa el derecho a condenar, acusar y a censurar, así como también a salvar.
 

“Dio al Hijo”- Recordemos que este atributo, el de juicio, era de la sola potestad de Dios.

Es interesante hacer notar que el Creador estaba siendo juzgado por las criaturas, cuando el único que tiene derecho de juzgar es Dios. Cuando desconocemos el plan de Dios es mejor callar, esperar y pedir sabiduría antes de hablar, no sea que caigamos en el error de los judíos, quienes juzgaban lo que no entendían.


III. Su reclamo de honor como a Dios (v.v.23)

"23para que todos honren* al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió."

“para que todos *honren al Hijo como honran al Padre” - La expresión honrar es estimar, valorar, dar honor, reverenciar, venerar, adorar. Los judíos sabían, y las escrituras enseñan que sólo Dios debe ser honrado como Dios. Si Jesús afirmó el ser honrado es porque él, así como el Padre es Dios.


IV. El testimonio de Juan el Bautista lo señala como Dios (v.v.31-36).

"31Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. 32Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 33Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos. 35El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz. 36Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado."
“Otro es el que da testimonio acerca de mí” – Los judíos decían creer que sólo el testimonio de dos testigos tenía valor conforme a la ley, con la cual, acusaron a Jesús de dar testimonio de sí mismo (Jn.8:17). Jesús dijo que otros habían dado testimonio de él, como Juan el Bautista. Además, indicó ser el cumplimiento de las profecías de Juan el Bautista, profecías que lo señalaban como el Salvador y el Mesías, a quienes precisamente ellos estaban rechazando (Jn. 1:29-37). 

Jesús dijo: “Juan…dio testimonio de la verdad” - Jesús afirmó no conocer la verdad, sino ser la verdad encarnada (Juan 14:6). 


“mas digo esto, para que vosotros seáis salvos”
– sólo Dios puede salvar y Jesús se confirió ese derecho o poder. 


“Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan” – Jesús señaló a Juan como el profeta más grande nacido de mujer (Lc.7:28). Sin embargo, él dijo tener mayor testimonio que Juan, dando a entender claramente que él era más que un profeta, pues él era el cumplimiento de las profecías.


V. El propio Padre dio testimonio de que Jesús es Dios.

"37También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto, 38ni tenéis su palabra morando en vosotros; porque a quien él envió, vosotros no creéis."
“el Padre que me envió ha dado testimonio de mí” – En el bautismo de Jesús, el Padre dijo: éste es mi Hijo amado en el cual tengo complacencia, así como en el monte de la transfiguración (Mt.3:16-17; Mt.17:5; Mr.1:10-11; Lc.3:21-22). 

“ni tenéis su palabra morando en vosotros” – Jesús dijo claramente que las Escrituras revelaban que el plan de Dios apuntaba hacia él. 


“a quien él envió, vosotros no creéis”- Aquí se señala la necesidad de los hombres de creer en Jesús. Jesús no vino como un mero maestro o profeta como algunos afirman, vino a dar vida a todos los que creyesen en él.


VI. El testimonio de las Escrituras afirma que Jesús es Dios.

"39Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí."
“Escudriñad las Escrituras” – Jesús afirmó que un minucioso estudio de las mismas, le conducirían hacia él. Escudriñad es, estudiar, examinar dentro. Por ende, Jesús afirmó que un estudio verdadero de las Escrituras podría evidenciar que él era el Cristo, el Mesías, el Hijo de Dios.
"45No penséis que yo voy a acusaros delante del Padre; hay quien os acusa, Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. 46Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. 47Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?"
“No penséis que yo voy a acusaros delante de mi Padre”- El plan de Dios en Cristo Jesús es para salvación. Pero esa misma palabra conocida por los hombres, las Escrituras, les acusará por no haber creído (Jn. 3:16-19). 

Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza”- se necesita más que esperanza en una iglesia, un concilio, un pastor, una vida religiosa y una vida de moral para ser salvo, pues sólo en Jesús está la verdadera esperanza de salvación. ¿En quién está puesta su esperanza?

Conclusión

Sí Jesús es quien él dijo ser, entonces varias verdades pueden deducirse de este pasaje:

1. Sólo a través de Jesús es posible tener comunión con el Padre.

2. Todo lo que necesitamos está en Jesús.

3. Sólo Jesús puede transformar a los hombres de la condición en que se encuentran.

4. Si queremos hacer la voluntad de Dios, tenemos que mirar a Jesús, pues sólo él refleja la eterna voluntad del Padre.

5. Es necesario honrar a Jesús.

6. Los que hemos creído podemos estar seguros de nuestra salvación.

7. Los que hemos creído seremos levantados de entre los muertos para vida eterna.

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