Pasaje
a considerar:
“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis
vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!”
(2Pedro 3:11)
Comentario:
Una característica básica de los falsos
pastores y cristianos, es que su enfoque es hacia lo terrenal. Mientras Jesús
nos advirtió de no hacer tesoros en la tierra Mt.6:19-20), estos viven y se estimulan
entre ellos a prosperar y a alcanzar sus sueños. Lo desvergonzado del asunto
radica en que lo hacen creer, como si fuera una verdadera señal de la bendición
de Dios. Jesús advirtió que un corazón dividido no agradaría a Dios (Mt.6:24).
Pedro exhorta a sus hermanos en la fe a
vivir de una manera santa y piadosa, lo contrario a una vida egoísta y materialista.
La santidad no es una manera de vestir o de verse, sino una manera de proceder
y de vivir, que refleja la obra de Dios en los que a bien llamó. Lo que es
santo, lo es, no porque se conforma o se asemeja a una norma o estándar, sino
porque fue separado por Dios para un propósito. De modo, que solamente los
creyentes son santos en el Señor.
La piedad es el resultado de la santidad,
por cuanto es Dios quien separa algo para su propósito y provee para que lo apartado
pueda cumplir su fin. Así, como todo fue ungido al ser consagrado para Dios en
el Antiguo Testamento, todo creyente fue separado y sellado con el Espíritu Santo
de Dios. Por consiguiente, la piedad o la devoción a Dios, no es antinatural para
sus hijos.
Conclusión:
No hay ninguna diferencia entre el mensaje
de Satanás y el de los falsos pastores, quienes llevan a sus seguidores a
contemplar los reinos del mundo y las glorias de ellos, como si este fuese el
fin y el propósito mismo de la vida (leer Mt.4:8-9).
Pastor Gilberto Rufat
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