Pasaje a considerar:
“Judas,
siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios
Padre, y guardados en Jesucristo.” (Judas 1)
Comentario:
Cuando comparamos la carta de Judas con
otras epístolas, ésta presenta una gran similitud a la epístola de 2Pedro. En
ambas cartas podemos ver un propósito doble; advertir y combatir la falsa enseñanza
en las iglesias y presentar el conocimiento de la verdad como el único antídoto
contra la falsedad.
Los destinatarios son catalogados con tres
frases que hacen referencia a tres bendiciones concedidas por Cristo y que ningún
creyente debe olvidar. Las mismas constituyen la esencia y la verdad del
verdadero evangelio, así como las características por las cuales los verdaderos
cristianos fueron llamados y preservados para salvación.
1- Llamados
La doctrina del llamamiento eficaz es una
de las doctrinas fundamentales de la Biblia. El término llamados – κλητός, se
utiliza en el griego para indicar una invitación a un banquete. En el Nuevo
Testamento representa la acción del Espíritu Santo salvando a los escogidos e
introduciéndolos a la iglesia.
2-
Santificados
La expresión santificados – ἀγιάζω representa
la acción por la cual Dios, de manera soberana aparta, coloca o escoge algo de uso
común, con el propósito de separarlo para un propósito y finalidad divina. De modo,
que los creyentes no son santos por sus obras, sino porque la misericordia y la
gracia de Dios los alcanzó para salvación, siendo escogidos para servirle.
3- Guardados
La palabra guardados – τηρέω, significa
custodiados, protegidos, asegurados. Este vocablo representa una de las
doctrinas más confortantes al alma humana del creyente; la seguridad de su salvación
únicamente en la persona y obra de Cristo.
Conclusión:
La epístola de Judas comienza presentando tres
gloriosas verdades del evangelio. Primero, que los creyentes no se invitaron, fueron
llamados. Segundo, que los mismos no fueron santos, sino que fueron
santificados y por último, que los creyentes son guardados exclusivamente en y
por la obra de Jesucristo.
Gilberto Rufat
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.