EL ESPÍRITU SANTO LLAMA A LOS ESCOGIDOS DE DIOS
por: Arthur W. Pink
¡Qué profunda es la riqueza, la sabiduría y la ciencia de
Dios! ¿Cómo indagar sus decisiones o reconocer sus caminos? (Ro. 11:33) Ya
hemos visto que Dios el Padre es soberano en escoger a ciertas personas para
que sean salvas del pecado, y también hemos visto que Dios el Hijo es soberano
en morir para salvar a los elegidos. En este capítulo veremos que Dios el
Espíritu Santo es soberano en la salvación. El llama eficazmente a aquellos que
Dios ha escogido, les aplica los beneficios de la muerte de Cristo. De lo que
ya hemos aprendido, era de esperarse que fuera así. Si Dios el Padre escogió a
ciertas personas y Dios el Hijo murió por ellas, el Espíritu Santo habría de
aplicarles los beneficios de la muerte de Cristo. Y esto es exactamente lo que
la Biblia enseña. En Juan 3:8 leemos que el viento sopla "de donde
quiere". Nosotros escuchamos su sonido pero no podemos decir de dónde
viene o a dónde va. Así es todo aquel que es nacido del Espíritu. En este
versículo la acción del Espíritu Santo es comparada con el viento. Tal como el
viento sopla "de donde quiere", así el Espíritu Santo obra donde le
place. Así como nosotros no podemos decir de donde viene el viento o a donde
va, así tampoco nosotros podemos ver cómo o dónde obrará el Espíritu Santo': El
viento sopla cuando, donde y como a él le place, o por lo menos así nos parece
a nosotros. Desde nuestra perspectiva humana, el viento es soberano en lo que
hace. Así también el Espíritu Santo es soberano en lo que hace. En ocasiones,
el viento sopla suavemente y en otras ruidosamente. También el Espíritu Santo a
veces obra suavemente, en maneras que no podemos discernir, y a veces obra
poderosamente en formas que todos pueden ver. El Espíritu Santo hace lo que le
place. En este capítulo queremos señalar que el Espíritu Santo es soberano en
traer a los elegidos al nacimiento nuevo.
Primero, sabemos que las personas muertas en pecado no
pueden vivificarse a sí mismas espiritualmente. Nosotros no hicimos nada con
respecto a nuestro nacimiento físico, y del mismo modo no podemos hacer nada en
relación con nuestro nacimiento espiritual. Según Juan 5:24 este nacimiento
nuevo significa "pasar de muerte a vida". Una persona espiritualmente
muerta no puede vivificarse a sí misma, tal como una persona físicamente muerta
tampoco puede resucitarse. Juan 6:63 dice, "El Espíritu es el que da vida,
la carne para nada aprovecha". (Otros textos que afirman el mismo punto
son: Jn. 1:13; 5:21; 3:5-6, Stg.1:18; 1 P.1:23; Ef.2:5, 22.
Sin embargo, está claro que el Espíritu Santo no da nueva
vida a todos. ¿Por qué no? La respuesta común a esta pregunta es que no todos
confían en Cristo. Muchos dirán que el Espíritu Santo sólo da vida espiritual a
las personas que creen primero en Cristo. Pero esta respuesta pone las cosas en
un orden equivocado. No es la fe la que conduce a la vida espiritual, sino que
la nueva vida espiritual que nos es concedida trae con ella la fe. La fe
salvadora no es algo que tenemos por naturaleza. 2 Tes.3:2 dice que no todos
los hombres tienen fe. Efesios 2:1 Dice que por naturaleza estamos muertos en
nuestros delitos y pecados. Ahora, si estamos espiritualmente muertos, no
podemos tener fe, porque la gente muerta no puede creer nada.
Segundo, la Biblia enseña claramente que la obra del
Espíritu Santo de dar vida es espiritual ocurre antes de que tengamos fe en
Cristo. (Es decir, que la regeneración precede a la fe o en otras palabras, la
fe viene como resultado del nacimiento nuevo.) En 2 Tes.2:13 dice: "Dios
os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación
por el espíritu y la fe en la verdad". Aquí nos dice que los tesalonicense
habían sido escogidos y fueron "apartados" o "separados"
por el Espíritu Santo antes de que creyeran la verdad. La palabra santificación
en este versículo tiene el significado de "separar" o "poner
aparte para los usos de Dios". Entonces, ¿qué significa aquí ser
"apartado" por el Espíritu Santo? Imagínese que 100 personas escuchan
el evangelio de salvación por la fe en Cristo; pero sólo una persona cree. Esta
persona ha nacido de nuevo espiritualmente y ahora tiene nueva vida. Ha sido "apartada"
o "separada" de las otras 99 que no creyeron. Entonces, 2 Tes.2:13
nos explica que las personas que Dios ha escogido son puestas aparte por el
Espíritu Santo a fin de que crean la verdad. El orden de las cosas es muy
importante: Primer Dios escoge; segundo ocurre el llamamiento del Espíritu
Santo al llamar o poner aparte (santifica a los escogidos); y por último, viene
la fe en la verdad. Este es el mismo orden señalado por Pedro en 1 Pedro 1:2
que dice así: Escogidos según la presciencia de Dios Padre, en santificación
del Espíritu, para obedecer..." (Es decir, para la obediencia del
evangelio). Antes de que lleguemos a creer en Cristo, tiene que suceder primero
la obra del Espíritu apartándonos, y aún antes de esto es la elección de Dios.
Esta obra del Espíritu Santo de poner aparte, es comúnmente
denominada El llamamiento eficaz. Porque es un llamamiento especial que el
Espíritu Santo realiza en los escogidos asegurando que se arrepientan y crean
en Cristo.
Entonces, podemos ver que la obra del Espíritu Santo es una
parte necesaria del plan de Dios para su pueblo. Si Dios solamente hubiera dado
a Cristo para morir por los pecadores, ningún pecador hubiera sido salvo. La
obra del Espíritu Santo es vital. El Espíritu tiene que obrar primero en el
corazón antes de que cualquier pecador pueda ver su necesidad de ser salvo del
pecado. Los pecadores necesitan ser renacidos y capacitados con una disposición
nueva para poder recibir a Cristo. Es decir, sin esta obra del Espíritu Santo
nadie creería. Aunque el evangelio de salvación fuese predicado repetidas
veces, nadie creería en Cristo sin la obra del Espíritu Santo en sus corazones.
¿Por qué es así? Debido a que por naturaleza toda persona odia a Dios y no está
dispuesta a arrepentirse ni a creer en Cristo. Así que, es debido a que el
Espíritu Santo obra en el corazón de los escogidos que éstos creen. ¿Ha
comenzado Dios el Espíritu Santo a trabajar en su corazón? ¿Es usted un
creyente en Cristo Jesús? ¿Desea ser un creyente? ¡Escuche! Si usted desea
creer en Jesucristo, algo le ha hecho diferente de todos aquellos que rechazan
venir a Cristo. El hecho de que usted busca la salvación en Cristo Jesús es una
evidencia de que el Espíritu Santo le está llamando. ¿No significa esto
entonces que usted es una de las personas por quienes Cristo murió? ¡Piense en
eso! TEXTOS BÍBLICOS:
Por tanto, amadísimos míos, que siempre me han escuchado,
sigan procurando su salvación con temor y temblor; y si lo hicieron cuando me
tenían presente, háganlo más todavía cuando estoy lejos. Pues Dios es el que
produce en ustedes tanto el querer como el actuar para agradarle. (Fil. 2:12-13)
De ahí que no cesamos de dar gracias a Dios porque al recibir
de nosotros la enseñanza de Dios la aceptaron, no como enseñanza de hombres,
sino como Palabra de Dios. Porque eso es realmente y como tal actúa en ustedes
los creyentes. (1Ts. 2:13)
En ese momento Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo y
dijo: "Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y se las has dado a conocer a los
pequeñitos. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad. Mi Padre ha puesto todas
las cosas en mis manos; nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre; nadie sabe
quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera dárselo a
conocer. (Lc. 10:21-22)
Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no
rechazaré al que venga a mí, (Jn. 6:37)
Por él sufro hasta llevar cadenas como un malhechor; pero la
palabra de Dios no está encadenada. (2Ti 2:9)
(capítulo 6 del libro “La Soberanía de Dios” de A. W. Pink)
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