La profecía
de las setenta semanas
I. Contexto (Daniel 9:1-19)
Daniel tiene aproximadamente unos 90 años y se
encuentra orando y confesando los pecados de su pueblo en espera del cumplimiento
de la profecía de los setenta años de cautiverio babilónico.
El Imperio babilónico había caído tal y como
Dios lo reveló a través del sueño de Nabucodonosor.
Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y luego un
tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra. (Daniel 2:39)
Daniel se halla en Babilonia bajo el Imperio
Medo-persa y busca entender, a través del estudio del libro del profeta
Jeremías, el tiempo de la liberación de Judá.
Toda esta tierra será puesta en ruinas y en espanto; y servirán estas
naciones al rey de Babilonia setenta años. (Jeremías 25:11)
Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta
años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para
haceros volver a este lugar. (Jeremías 29:10)
La profecía de los setenta años de cautiverio
se cumplió en el primer año del reinado de Ciro de Persia aproximadamente en el
año 536 a. C..
22 Mas al primer año de Ciro rey de los persas, para que se
cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, Jehová despertó el
espíritu de Ciro rey de los persas, el cual hizo pregonar de palabra y también
por escrito, por todo su reino, diciendo: 23 Así dice Ciro, rey de los persas:
Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él
me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya
entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios con él, y suba. (2
Crónicas 36:22-23)
1 En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la
palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro
rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo
su reino, diciendo: 2 Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los
cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le
edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. (Esdras 1:1-2)
El profeta Isaías profetizó unos 160 años
antes de que Ciro de Persia llegara al poder, que este sería instrumento de
Dios para la liberación de su pueblo y para la reconstrucción del templo en Jerusalén.
que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo
quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado. (Isaías
44:28)
Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano
derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para
abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: (Isaías 45:1)
A. El Mesías prometido de la casa de
David en el libro de Jeremías
He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David
renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y
justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará
confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová,
justicia nuestra. (Jeremías 23:5-6)
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 2 Así habló Jehová
Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he
hablado. 3 Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a
los cautivos de mi pueblo Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la
tierra que di a sus padres, y la disfrutarán. 4 Estas, pues, son las palabras
que habló Jehová acerca de Israel y de Judá. 5 Porque así ha dicho Jehová:
Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz. 6 Inquirid ahora, y mirad
si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus
lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros.
7 Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo
de angustia para Jacob; pero de ella será librado. 8 En aquel día, dice
Jehová de los ejércitos, yo quebraré su yugo de tu cuello, y romperé tus
coyundas, y extranjeros no lo volverán más a poner en servidumbre, 9 sino que servirán
a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré. (Jeremías
30:1-9)
14 He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena
palabra que he hablado a la casa de Israel y a la casa de Judá. 15 En aquellos
días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y
hará juicio y justicia en la tierra. 16 En aquellos días Judá será salvo, y
Jerusalén habitará segura, y se le llamará: Jehová, justicia nuestra. (Jeremías
33:14-16)
B. El
Mesías y el nuevo pacto en el libro de Jeremías
31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo
pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que
hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de
Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos,
dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de
aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no
enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a
Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más
de su pecado. (Jeremías 31:31-34)
37 He aquí que yo los reuniré de todas las tierras a las cuales los
eché con mi furor, y con mi enojo e indignación grande; y los haré volver a
este lugar, y los haré habitar seguramente; 38 y me serán por pueblo, y yo seré
a ellos por Dios. 39 Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman
perpetuamente, para que tengan bien ellos, y sus hijos después de ellos. 40 Y haré
con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré
mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí. (Jeremías
32:37-40)
II. Profecía de las setenta semanas (Daniel 9:20-27)
La profecía de las setenta semanas provee el
tiempo en que el Mesías Príncipe prometido a la casa de David llegaría para establecer
el nuevo pacto a través de la salvación de un remanente, ya que el pueblo había
invalidado el antiguo pacto.
Daniel estaba orando cuando se le apareció el
ángel Gabriel a la hora del sacrificio de la tarde. Gabriel vino para hacerle
entender a Daniel el tiempo que transcurriría hasta la venida del Mesías.
A. La profecía de las setenta semanas
Las setenta semanas están determinadas. Esto significa que nadie las podría cambiar, adelantar o entorpecer. El propósito de las setenta semanas consistía en llevar a cabo el decreto de expiación a través del ministerio del Mesías Príncipe.
Las setenta semanas están determinadas. Esto significa que nadie las podría cambiar, adelantar o entorpecer. El propósito de las setenta semanas consistía en llevar a cabo el decreto de expiación a través del ministerio del Mesías Príncipe.
Las setenta semanas están divididas en 7 semanas, 62 semanas y 1 semana. Estas suman un total de 70 semanas o un periodo de 490 años que se divide de la manera siguiente:
- Las primeras siete semanas inician con la orden de edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos en el año 457 a. C.. Si Daniel hubiera comenzado a contar el tiempo de las mismas desde la orden de Ciro, entonces se hubiera adelantado unos 79 años antes de la llegada del Mesías.
- Las próximas 62 semanas comienzan en el año 408 a. C., cuando se termina la obra y estas finalizan con el inicio del ministerio del Mesías Príncipe.
- La última semana da inicio en el año 26 d. C., la misma está dividida en dos partes importantes y finaliza en el año 33 d. C.. La importancia de la misma reside en que en ella, el Mesías cumple el nuevo pacto. Los primeros 3 años y medio comienzan con el bautismo de Jesús y finalizan con su muerte. Los últimos 3 años y medio trascurren desde su muerte y los primeros años de la historia de la iglesia, en la que los apóstoles concentran su ministerio en llevar el evangelio a los judíos, primeramente.
Este
juicio vendría como retribución por su rebeldía y por dar muerte al Mesías Príncipe.
Jesús estableció que el mismo sucedería en aquella generación que vio el
cumplimiento de la profecía del Mesías Príncipe. Ni en Daniel 9, ni en el libro de Jeremías
se hace mención de un pacto entre el pueblo de Dios y un anticristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.