Hablad verdad - Efesios 4:25

Pasaje a considerar:

"Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros." (Efesios 4:25)

Comentario:

Lamentablemente, desde la caída del ser humano y por causa del pecado, la mentira ha sido parte de nuestra existencia. Pero, ¿cómo definir la mentira? La mentira es en esencia la ausencia o la distorsión de la verdad. ¿Por qué mentimos? Porque la mentira pretende proveer una puerta de escape al reconocimiento de nuestra falta o culpabilidad. Por consiguiente, mentimos para evadir nuestra responsabilidad y culpabilidad.

Note, que fue precisamente esto lo que ocurrió en la caída, en el huerto del Edén. Dios se apareció en el huerto y Adán intentó primeramente, cubrir su desnudez para luego pasarle la responsabilidad de su desobediencia a Eva. El problema de la mentira es uno serio y complejo. La Biblia expone que Satanás es el padre de la mentira, por cuanto fue él (Satanás), el primero en caer y en no reconocer su responsabilidad.

La falta de confesión nos mantiene prisioneros de nuestra propia maldad. Cuando mentimos, generalmente terminamos lastimando a otro (al prójimo) por no querer asumir responsabilidad. Además, ciertamente tendremos que darle cuentas al Creador y él en esencia, no puede ser burlado ni engañado.

Los creyentes somos llamados a hablar la verdad, no solamente por nuestras acciones, sino basado en la palabra de Dios. Si usted es un líder, más vale que tome en serio la comunicación o la enseñanza de la verdad. Pues Dios no nos llamó a hablar sobre nuestras opiniones, especulaciones e interpretaciones personales de su palabra. Los maestros y los predicadores de Dios, no tenemos libertad de cátedra dentro, ni fuera de la iglesia.

Conclusión:

Vale la pena hablar la verdad, así como vivir conforme a ella. Pues a Dios no lo podemos engañar, sino que el daño al prójimo tarde o temprano, también nos alcanzará.

pastor Gilberto Rufat