"En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad." (Efesios 4:22-24)
Comentario:
El llamado, desde la mitad del capítulo cuatro de la carta a los Efesios, se centra en el deber de cada cristiano de vivir como hijo de Dios. El cristianismo es más que un sistema de creencias, es un estilo de vida, el de Cristo. Por consiguiente, Pablo exhorta a los hermanos a no continuar viviendo como vivían antes, con una mente vana (v.17).
El crecimiento espiritual es importante, a fin de no vivir en ignorancia (v.18). De no crecer, los efesios estarían propensos a caer y a cometer los mismos errores que los demás (v.19). Así que, Pablo les recuerda que debían seguir el ejemplo de Cristo (v.20).
La vida cristiana solamente es posible a través del nuevo nacimiento. Pablo expone que era importante que hubieran conocido a Cristo (v.21), pues a modo de vivir la nueva vida en su máxima expresión, los efesios debían dejar su antigua manera de vivir (v.22). ¿Cómo? Renovando su entendimiento (v.23) de acuerdo a la palabra de Dios y sometiéndose a la obra del Espíritu (5:18). De esa forma, podrían vivir como un nuevo hombre (v.24).
Conclusión:
La vida nueva únicamente puede darse mediante la regeneración efectuada por el Espíritu. Por cuanto sin el nuevo nacimiento no hay posibilidad de cambio. La vida cristiana es comunicada por medio de la palabra, pero exclusivamente obrada por el Espíritu Santo de Dios. Vivir a Cristo no es una opción o una sugerencia, es un mandato. Como todo mandato, el obedecerlo nos costará varios sacrificios, que al final serán para nuestro beneficio.
¡Adelante en el Señor!
pastor Gilberto Rufat
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