lunes, 30 de noviembre de 2020

Mateo 24 a la luz de Daniel

Mensaje: Mateo 24 a la luz de Daniel

Base bíblica: Daniel 7, 9 y 12

Introducción

No es posible comprender la profecía en Mateo 24 y 25 sin el contexto del libro de Daniel. Esto no es teoría de hombres, sino que Jesús mismo fue quien estableció dicho contexto cuando aseveró lo siguiente:

Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), (Mateo 24:15)

Examinaremos lo concerniente a la abominación desoladora en el libro de Daniel. Comenzaremos en Daniel 7, ya que el pasaje señala el momento en el que el Hijo de Hombre se apresta a realizar el juicio en los días del cuerno pequeño del cuarto imperio o de la cuarta bestia. Luego, estudiaremos Daniel 9 donde posterior a la muerte del Mesías Príncipe se establece que vendría otra desolación sobre el pueblo de Judá. Finalmente presentaremos que la abominación desoladora en Daniel 12 corresponde al tiempo del juicio del Hijo de Hombre en Daniel 7. Además, que la destrucción de la ciudad y del templo de Jerusalén fueron profetizados en Daniel 9, lo que da paso a la profecía en Mateo 24:1-2.

Contexto de Daniel

Daniel 7

Daniel 7:1-7 muestra los cuatro imperios gentiles que someterían a Judá hasta el momento en el que Dios se dispondría a establecer el reino de su amado Hijo, el Mesías. Estos imperios son los siguientes: Babilonia, Medo-Persa, Grecia y por último, Roma.

Daniel 7:8-12 expone que en los días del cuerno pequeño el líder romano les haría la guerra a los santos, los libros serían abiertos por el Anciano de días y Judá sería juzgado por su rechazo al Mesías.

Daniel 7:13-14 presenta el momento en el que el Anciano de días le entrega el reino al Hijo de Hombre.

Daniel 7:15-28 ofrece una explicación más detallada sobre el establecimiento del reino eterno de los santos, en los días del cuerno pequeño de la cuarta bestia, Roma.

Daniel 9

Daniel 9:1-2 establece que Daniel está en espera de la liberación de su pueblo, esto es, de la liberación de Judá, luego del cautiverio profetizado por el profeta Jeremías en Jeremías 25:11 y 29:10.

Daniel 9:3-19 enseña el momento en el que Daniel confiesa su pecado y el de su pueblo mientras clama a Dios por la restauración del mismo.

Daniel 9:20-23 muestra que Gabriel, un ángel de Dios, viene a darle conocimiento a Daniel sobre el plan de Dios para su pueblo.

Daniel 9:24-27 presenta el determinado plan de Dios en torno a la liberación de la condición de pecado del pueblo de Judá en los días del Mesías Príncipe, así como la posterior devastación que los impíos recibirían a manos del Imperio romano.

Daniel 12

Daniel 12:1-3 aborda con más detalles cómo el remanente de Judá en los días posteriores a la ascensión del Mesías sería salvo y cómo el resto del pueblo sería duramente juzgado. Daniel 12:1 es el pasaje de referencia del tiempo de angustia anunciado por Jesús en Mateo 24:21.

La resurrección en Daniel 12:2 no es la resurrección final

A continuación, presentamos tres razones que consideramos irrefutables:

1- La resurrección descrita en Daniel 12:2 tiene que ver con traer a entendimiento al remanente de Judá que sería salvo durante el tiempo de angustia según establecido en Daniel 12:1.

Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. (Daniel 12:3)

Daniel 12:10 expone lo que sigue:

Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. (Daniel 12:10)

La expresión "muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados" en Daniel 12:2 es interpretada en Daniel 12:3 y 10 como que muchos de los judíos vendrían al conocimiento del evangelio para salvación. Por otro lado, a los impíos se les dejaría en perdición para destrucción.

2- En Juan 5:24-29, Jesús interpreta Daniel 12:2 afirmando que existen dos resurrecciones; una de carácter espiritual y otra de carácter corporal.

24 De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. 25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. 26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; 27 y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. (Juan 5:24-29)

Juan 5:24-27

Juan 5:28-29

 

La primera muerte

El enunciado "ha pasado de muerte a vida" habla del estado en el que se encuentra el hombre por naturaleza antes de venir a salvación.

La segunda muerte

Representa el estado de condenación eterna en el que estarán todos aquellos que no participaron de la primera resurrección, esto es, de la salvación.

 

La primera resurrección

Esta verdad está contenida en la expresión "ha pasado de muerte a vida". La misma es definida como la salvación que acontece cuando un muerto espiritualmente, por la gracia de Dios escucha el evangelio y viene a la fe en Jesucristo.

La segunda resurrección

Esta resurrección será de carácter universal. Una en la que todos los muertos oirán la voz de Jesús y unos pasarán a la eternidad con él, mientras que el resto será echado al infierno con el diablo.

3- El apóstol Juan enseña en Apocalipsis 20 que existen dos resurrecciones como lo enseña Juan 5:24-29, separadas por el periodo milenial.

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. (Apocalipsis 20:4-6)

La oración "vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años" representa la primera resurrección. Esta es definida como el estado de salvación en el que se encuentran todos los que creyeron al evangelio. Observe que estos se encuentran vivos reinando con Cristo durante el periodo milenial.

La expresión "Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años" demuestra que no todos los muertos participan de la primera resurrección. ¿Por qué? Porque esta es de naturaleza espiritual y únicamente participan de ella los que creen en Jesucristo.

El enunciado "Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos" significa que los creyentes no participarán de la segunda muerte, de otro modo, de la condenación eterna, por cuanto fueron salvos en la primera resurrección. Por consiguiente, estos reciben cuerpos glorificados en la segunda venida de Jesucristo para participar del estado eterno en el cielo nuevo y en la tierra nueva.

Los que no participaron de la primera resurrección o los que no fueron salvos, según Apocalipsis 20:11-15, serán resucitados para enfrentar el juicio ante el gran trono blanco y ser condenados por sus obras. Esta es la segunda muerte.

11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. (Apocalipsis 20:11-15)

Conclusión

Concluimos que es necesario entender la profecía de Daniel relacionada con los eventos narrados acerca de la inauguración del reino de los cielos en los días del Mesías Príncipe, antes de entender el mensaje del Monte de los Olivos en Mateo 24-25. Que el fin que se anuncia en Daniel 12, que es el mismo de Mateo 24, no era el fin del mundo conocido. Que aquel fin hacía alusión a la consumación del plan eterno de redención de Dios en Cristo, el cual concluiría con el juicio del pueblo impío de Judá. Que este juicio pondría fin al periodo del pacto mosaico, a fin de dar inicio al establecimiento del milenio. Que durante el tiempo milenial, el plan de redención de Dios en Cristo continuaría llamando a salvación a todos aquellos que sus nombres han sido escritos en el libro de la vida. Que el milenio concluirá cuando Jesucristo regrese en su segunda venida, lo que dará paso a la resurrección general, al juicio del gran trono blanco y al establecimiento del cielo nuevo y de la tierra nueva.

Por: Pastor Gilberto Miguel Rufat

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