La fe a la que los creyentes son llamados es una que debe conformarse, descansar y esperar en Dios. Es por ende, confianza en que la palabra de Dios es verdad.
La sabiduría proviene de Dios; comienza con el temor a Dios, pero se hace evidente cuando nos alejamos del mal. Tal conocimiento es alcanzado cuando diligentemente estudiamos su palabra, la Biblia, la cual ha de constituirse en el fundamento de nuestra vida.
No busquemos en los hombres, sueños, revelaciones y profecías, entre otras, lo que Dios ya reveló en su palabra, pues allí están el poder y la sabiduría de Dios, a fin de que vivamos vidas transformadas.
pastor Gilberto Rufat
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