Interesantemente y contrario a la posición darwiniana de la evolución, Pablo exhorta a los más fuertes a sostener y ayudar a los más débiles. Pues contrario a la evolución, la iglesia crece y se fortalece, cuando los más fuertes (maduros en la fe) ayudan a crecer a los que todavía están comenzando o no han entendido que necesitan crecer.
Este versículo no debe utilizarse para dividir, presumir o menospreciar la vida cristiana. El mismo es un buen pasaje para meditar sobre el amor y el compañerismo cristiano que deberíamos evidenciar. Ya que, a veces, somos débiles y otras veces, fuertes.
Quien fuera mi pastor, dejó grabado en mi mente, la idea de la iglesia como una sala de emergencia. Dios, quien comenzó la obra, no ha terminado con ninguno de nosotros (Fil.1:6).
Sostengámonos en oración y apoyémonos, pues somos partes del cuerpo de Cristo. Recordemos, que el único no necesitado y perfecto es el Señor. Así que, dejémonos de presumir y démonos la mano.
pastor Gilberto Rufat
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