sábado, 3 de mayo de 2014

Lección #2 - Sólo Jesús Satisface

Material de células para estudios bíblicos en los hogares
Primera Iglesia Bautista Emanuel 
1110 Country Club Rd. Cleburne, TX 76033 

Lección #2 
Sólo Jesús Satisface 
Por: Rvdo. Gilberto Rufat

Base Bíblica: Juan 2:1-12

1Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. 2Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. 3Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. 4Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora. 5Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. 11Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. 12Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.


Introducción

Estamos ante la consideración de la primera señal del ministerio de Jesús. En el evangelio según Juan, las señales toman gran importancia por dos razones fundamentales. Primero, las mismas pretenden resaltar el carácter mesiánico y sobrenatural de Jesús, de modo que los oyentes pudiesen creer en él.  

30Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. 31Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30-31)

Segundo, según el Dr. Warren W. Wiersbe, las señales muestran, cómo se recibe la salvación y cuáles son sus efectos en la vida de los creyentes. Las primeras tres señales muestran cómo se recibe la salvación, mientras que las últimas cuatro, hablan de los resultados de dicha salvación.

¿Cómo se recibe la salvación?

1- El agua convertida en vino (Jn. 2:1-11); la salvación es a través de la palabra de Dios.
2- Jesús sana a un oficial del rey (Jn. 4:46-54); la salvación es por medio de la fe.
3- El hombre sanado en el estanque de Bethesda (Jn. 5:1-9); la salvación es por medio de la gracia.

¿Cuáles son los resultados o los efectos de la salvación?

4- La alimentación de los cinco mil (Jn. 6:1-14); la salvación llena o satisface el corazón. 
5- Jesús calma la tempestad (Jn. 6:15-20); la salvación trae paz al corazón.
6- Jesús da vista a un ciego (Jn. 9:1-12); la salvación trae luz a nuestro entendimiento. 
7- Lázaro es resucitado (Jn. 11:1-44); la salvación da vida a nuestro ser.

El apóstol Juan nos dice, que este primer milagro se llevó a cabo en Capernaum, en una boda en la cual Jesús era uno de los invitados. Las bodas solían durar varios días, en las que se dice que el vino comenzó a escasear, lo que provocó que María, la madre de Jesús, acudiera a él para pedirle que hiciera algo sobre el particular. El texto a considerar nos enseña, que únicamente cuando permitimos a Jesús tomar el control de nuestras situaciones y sobretodo de nuestra vida, veremos la mano de Dios obrando para asistirnos, según sea su voluntad.



I. Una necesidad o una situación imprevista

La necesidad en dicha porción fue el vino. Sin embargo, pudiera ser cualquiera otra situación en nuestras vidas. El vino en la cultura judía era representativo del gozo o de la felicidad y formaba parte de la bebida de la fiesta por motivo de la boda. ¿Cuán importante es la felicidad para usted?

Vivimos en un mundo que está en la búsqueda constante de los placeres y los deleites, los cuales con el tiempo desaparecen. La cultura de hoy es una hedonista, una que mide la felicidad, a través del placer alcanzado por medio de algo que se desea de manera momentánea. No obstante, vivimos en un mundo en el cual pareciera que no existen respuestas a los más profundos anhelos del ser humano. Mientras los hombres se hallan vacíos y sin respuesta, buscando en cisternas rotas, Juan nos dice, que sólo Jesús satisface, que sólo Jesús puede cambiar nuestras vidas y no solamente suplir nuestras necesidades. ¿Qué entiende por felicidad?


II. ¿A dónde acudir en la necesidad?

El relato no dice quién notificó a María o si ella se percató por sí misma del problema, pero es importante considerar en dónde María entendía, se hallaba la respuesta a tan apremiante necesidad. El mundo en el que vivimos está lleno de necesidades; necesidades de salud, de alimentación, de seguridad nacional, de educación y de amor, entre otras, sin embargo, la mayor necesidad de los hombres no es externa sino interna. Los seres humanos vivimos en un vacío existencial que sólo Jesús puede satisfacer. A través de la historia, la humanidad ha tratado de llenar su vacío con placeres, pasatiempos y todo tipo de distracciones, pero no sin chocar con la dura realidad de que nada parece satisfacer. Jesús dijo:

“...Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna (Juan 4-13-14).”

¿En dónde busca para llenar o satisfacer sus necesidades? Juan nos relata, que María fue a Jesús. No obstante, la forma en la que nos acercamos, así como la razón por la cual acudimos a Jesús es importante.


III. Una decisión que tomar

Los seres humanos tomamos decisiones todos los días; desde que nos levantamos, hasta que nos acostamos. La mayoría de las decisiones que tomamos no son trascendentales, sino que son transitorias y de un efecto temporal; aunque no todas las decisiones son de tal naturaleza, pues existen decisiones que nos afectarán por el resto de nuestros días. Si creemos en Jesús o no creemos en él, es una decisión fundamental. María sabía que Jesús era más que su hijo, era el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento, pues desde antes de su concepción, el ángel Gabriel le dijo acerca del propósito y la procedencia del niño que nacería en su entrañas, era Emanuel, Dios con nosotros, el Salvador del mundo. Por tal razón, ella se dirigió a Jesús y le pidió ayuda.  

¿Considera a Jesús necesario para la vida? María le dijo a los que servían que hicieran lo que Jesús dijera. ¿No cree que la vida sería más fácil, si dejáramos de inventar, especular, adivinar y buscáramos las respuestas en Jesús? Ahora bien, María llama nuestra atención sobre algo importante, no basta con solamente ir a Jesús, hay que obedecerle. ¿No será esta la razón de tanta insatisfacción, aún de aquéllos que alegan haberse acercado y de haber buscado a Jesús? María dijo:

“…Haced todo lo que os dijere” (Jn.2:5)

La contestación de Jesús a María, “… ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora” (Jn.2:4), nos enseña al menos tres cosas:

1-   No podemos pretender decirle a Dios cuándo actuar.
2-   Dios no utiliza su poder para ganar la atención de la gente, sino para manifestar su gloria.
3-   No debemos pretender esperar nada, si no estamos primero dispuestos a obedecer.

¿Cuán importante es la obediencia para usted? Esta lección nos muestra el hecho de que es posible que nuestra falta de obediencia sea la razón principal, por la que no veamos la mano de Dios actuando muchas veces sobre nuestras vidas. El problema no está en el poder de Dios. La Biblia dice: “…Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lc.18:27). El problema consiste en que persistimos en ser rebeldes que es lo mismo que ser desobedientes. La obediencia es requerida por Dios y hasta que no comencemos a actuar conforme a lo que él dice, nada cambiará. Dios sólo obra sobre la base de la obediencia y la sumisión.

Es probable que en ocasiones, lo que Dios nos pida parezca no tener sentido. ¿Qué sentido tendría el cargar unas tinas llenas de agua destinadas para otro propósito y traerlas ante el maestresala?  La obediencia condujo a la respuesta de Dios. 


Conclusión

Juan nos enseña que sólo Jesús satisface, que invitar a Jesús a nuestra vida es importante y que no podemos esperar que Dios actúe, si no hemos sido obedientes.

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