Material de células para estudios bíblicos en los hogares
Primera Iglesia Bautista Emanuel
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Lección #2
Sólo Jesús Satisface
Por: Rvdo. Gilberto Rufat
Base Bíblica:
Juan 2:1-12
“1Al
tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de
Jesús. 2Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus
discípulos. 3Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No
tienen vino. 4Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha
venido mi hora. 5Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que
os dijere. 6Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua,
conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales
cabían dos o tres cántaros. 7Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de
agua. Y las llenaron hasta arriba. 8Entonces les dijo: Sacad ahora,
y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9Cuando el maestresala
probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los
sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10y le dijo:
Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces
el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. 11Este
principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y
sus discípulos creyeron en él. 12Después de esto descendieron a
Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos
días.”
Introducción
Estamos ante la
consideración de la primera señal del ministerio de Jesús. En el evangelio
según Juan, las señales toman gran importancia por dos razones fundamentales. Primero,
las mismas pretenden resaltar el carácter mesiánico y sobrenatural de Jesús, de
modo que los oyentes pudiesen creer en él.
“30Hizo además Jesús muchas otras señales
en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
31Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:30-31)
Segundo, según el Dr. Warren
W. Wiersbe, las señales muestran, cómo se recibe la
salvación y cuáles son sus efectos en la vida de los creyentes. Las primeras tres
señales muestran cómo se recibe la salvación, mientras que las últimas cuatro, hablan
de los resultados de dicha salvación.
¿Cómo se recibe la salvación?
1- El agua convertida en vino (Jn. 2:1-11); la salvación es a través de la palabra de
Dios.
2- Jesús sana a un oficial del rey (Jn. 4:46-54); la salvación es por medio de la fe.
3- El hombre sanado en el estanque de Bethesda (Jn. 5:1-9);
la salvación es por medio de la gracia.
¿Cuáles son los resultados o los efectos de la salvación?
4- La alimentación de los cinco mil (Jn. 6:1-14);
la salvación llena o satisface el
corazón.
5- Jesús calma la tempestad (Jn. 6:15-20); la salvación trae paz al corazón.
6- Jesús da vista a un ciego (Jn. 9:1-12); la salvación trae luz a nuestro
entendimiento.
7- Lázaro es resucitado (Jn. 11:1-44); la salvación da vida a nuestro ser.
El apóstol Juan nos dice, que este primer milagro se llevó a cabo en Capernaum,
en una boda en la cual Jesús era uno de los invitados. Las bodas solían durar
varios días, en las que se dice que el vino comenzó a escasear, lo que provocó
que María, la madre de Jesús, acudiera a él para pedirle que hiciera algo sobre
el particular. El texto a considerar nos enseña, que únicamente cuando
permitimos a Jesús tomar el control de nuestras situaciones y sobretodo de
nuestra vida, veremos la mano de Dios obrando para asistirnos, según sea su
voluntad.
I. Una necesidad o una situación imprevista
La
necesidad en dicha porción fue el vino. Sin embargo, pudiera ser cualquiera
otra situación en nuestras vidas. El vino en la cultura judía era
representativo del gozo o de la felicidad y formaba parte de la bebida de la
fiesta por motivo de la boda. ¿Cuán
importante es la felicidad para usted?
Vivimos en
un mundo que está en la búsqueda constante de los placeres y los deleites, los
cuales con el tiempo desaparecen. La cultura de hoy es una hedonista, una que
mide la felicidad, a través del placer alcanzado por medio de algo que se desea
de manera momentánea. No obstante, vivimos en un mundo en el cual pareciera que
no existen respuestas a los más profundos anhelos del ser humano. Mientras los
hombres se hallan vacíos y sin respuesta, buscando en cisternas rotas, Juan nos
dice, que sólo Jesús satisface, que sólo Jesús puede cambiar nuestras vidas y
no solamente suplir nuestras necesidades. ¿Qué
entiende por felicidad?
II. ¿A dónde acudir en la necesidad?
El relato
no dice quién notificó a María o si ella se percató por sí misma del problema,
pero es importante considerar en dónde María entendía, se hallaba la respuesta
a tan apremiante necesidad. El mundo en el que vivimos está lleno de
necesidades; necesidades de salud, de alimentación, de seguridad nacional, de
educación y de amor, entre otras, sin embargo, la mayor necesidad de los
hombres no es externa sino interna. Los seres humanos vivimos en un vacío
existencial que sólo Jesús puede satisfacer. A través de la historia, la
humanidad ha tratado de llenar su vacío con placeres, pasatiempos y todo tipo
de distracciones, pero no sin chocar con la dura realidad de que nada parece
satisfacer. Jesús dijo:
“...Cualquiera que
bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo
le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una
fuente de agua que salte para vida eterna (Juan 4-13-14).”
¿En dónde busca para
llenar o satisfacer sus necesidades? Juan nos relata, que María fue a Jesús. No obstante, la
forma en la que nos acercamos, así como la razón por la cual acudimos a Jesús es
importante.
III. Una decisión que tomar
Los seres
humanos tomamos decisiones todos los días; desde que nos levantamos, hasta que
nos acostamos. La mayoría de las decisiones que tomamos no son trascendentales,
sino que son transitorias y de un efecto temporal; aunque no todas las
decisiones son de tal naturaleza, pues existen decisiones que nos afectarán por
el resto de nuestros días. Si creemos en Jesús o no creemos en él, es una decisión
fundamental. María sabía que Jesús era más que su hijo, era el Mesías anunciado
en el Antiguo Testamento, pues desde antes de su concepción, el ángel Gabriel
le dijo acerca del propósito y la procedencia del niño que nacería en su
entrañas, era Emanuel, Dios con nosotros, el Salvador del mundo. Por tal razón,
ella se dirigió a Jesús y le pidió ayuda.
¿Considera a Jesús
necesario para la vida? María le dijo a los
que servían que hicieran lo que Jesús dijera. ¿No cree que la vida sería más fácil, si dejáramos de inventar,
especular, adivinar y buscáramos las respuestas en Jesús? Ahora bien, María llama nuestra atención sobre
algo importante, no basta con solamente ir a Jesús, hay que obedecerle. ¿No
será esta la razón de tanta insatisfacción, aún de aquéllos que alegan haberse
acercado y de haber buscado a Jesús? María dijo:
“…Haced todo
lo que os dijere” (Jn.2:5)
La
contestación de Jesús a María, “…
¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora” (Jn.2:4), nos enseña al
menos tres cosas:
1- No podemos
pretender decirle a Dios cuándo actuar.
2- Dios no
utiliza su poder para ganar la atención de la gente, sino para manifestar su
gloria.
3- No debemos
pretender esperar nada, si no estamos primero dispuestos a obedecer.
¿Cuán importante es la obediencia
para usted? Esta lección
nos muestra el hecho de que es posible que nuestra falta de obediencia sea la
razón principal, por la que no veamos la mano de Dios actuando muchas veces
sobre nuestras vidas. El problema no está en el poder de Dios. La Biblia dice:
“…Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lc.18:27). El
problema consiste en que persistimos en ser rebeldes que es lo mismo que ser desobedientes.
La obediencia es requerida por Dios y hasta que no comencemos a actuar conforme
a lo que él dice, nada cambiará. Dios sólo obra sobre la base de la obediencia
y la sumisión.
Es probable
que en ocasiones, lo que Dios nos pida parezca no tener sentido. ¿Qué sentido
tendría el cargar unas tinas llenas de agua destinadas para otro propósito y
traerlas ante el maestresala? La
obediencia condujo a la respuesta de Dios.
Conclusión
Juan nos enseña que
sólo Jesús satisface, que invitar a Jesús a nuestra vida es importante y que no
podemos esperar que Dios actúe, si no hemos sido obedientes.
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