¿CONOCES LA DIFERENCIA ENTRE DEÍSMO Y TEÍSMO? (PARTE II)

  ¿CONOCES LA DIFERENCIA ENTRE DEÍSMO Y TEÍSMO?

(PARTE II)
REV. GILBERTO M. RUFAT

En el pasado escrito intenté llamar la atención y a la vez explicar sobre algunas de las diferencias entre un deísta y un teísta. Aunque ambos sistemas de creencias parten del reconocimiento en un Dios y que el mundo o la naturaleza es su creación, no obstante, es lo único que los asocia o les une. Sin embargo, el deísmo no necesariamente ve a Dios como uno personal y tampoco le ve actuando sobre su creación. La gran diferencia entre ambos sistemas estriba o reside en hacia dónde dirigen a sus creyentes. En el teísmo cristiano el creyente es llamado a reconocer y a depender totalmente de Dios, mientras que en el deísmo el creyente es llevado a creer y a depender en sí mismo. Comencemos por definir los conceptos y luego veamos los peligros que enfrenta el teísmo cristiano.

Deísmo - (Del lat. Deus, Dei, Dios) Doctrina que reconoce un dios como autor de la naturaleza, pero sin admitir revelación ni culto externo.

Teísmo - (Der. del gr. θεός, dios, e -ismo) Creencia en un dios personal y providente, creador y conservador del mundo.
Los tres peligros que observamos son los siguientes:

1- El deísmo da la falsa impresión de parecerse al teísmo.

El principal problema que genera el deísmo es que da la falsa impresión de ser semejante al teísmo, por lo cual la mayoría de los cristianos presume que al ambos creer en un Dios, son similares. Sin embargo, mientras más se estudian las diferencias entre uno y otro, podemos darnos cuenta que son muy diferentes y que sólo se parecen superficialmente. Algunos creyentes no entienden que en una sociedad pluralista, los conceptos aunque lleven el mismo nombre tienen diferentes significados, dependiendo la cosmovisión de aquel a quien se le pregunta. Por ende, no podemos presuponer que hablamos de lo mismo, a no ser que hayamos primero definido los conceptos.

2- El deísmo realmente coloca al hombre como el centro, llevándole al humanismo.

El segundo problema consiste en que el deísmo, al alejar a Dios de la creación, ubica o coloca al hombre como la medida de todas las cosas, terminando en puro humanismo. Empero, si le pregunta a un deísta si es humanista, le dirá que no. Interesantemente, el deísmo como creencia aunque asegura creer en Dios, realmente termina colocando al hombre como el centro, alabando su potencial y sobretodo exaltando la razón. Por consiguiente, la razón es el verdadero culto del deísmo y no Dios.

3- El deísmo no sólo conduce al humanismo, sino que termina deificando al hombre.

El deísmo no sólo conduce al humanismo, sino que termina deificando al hombre, aunque contradictoriamente dice no profesar ninguna forma de culto. La verdad es que vivimos en tiempos en que una parte de la teología ha terminado humanizando a Dios y a su vez, ha terminado deificando al hombre, lo que de igual manera ha sucedido con el deísmo. La mentira de la serpiente ha seguido carcomiendo la mente de muchos que hoy viven engañados. La mentira de la serpiente en Génesis 3 fue hacerle ver o creer a Eva que existía una manera de ser como Dios. Todavía después de miles de años, nada parece haber cambiado, de manera que Pablo le dice a los corintios:

“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.” (2Corintios 11:3)

Conclusión

“1También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2Timoteo 3:1-5)

Bendiciones...