Esta semana estuve en el médico y recordé la promesa que le había hecho a
Dios. Le había prometido, que si me permitía cantar luego de
recuperarme de mi operación de cáncer de tiroides, volvería a cantar
para él. No soy cantante profesional, pero creo tener un corazón
agradecido a Dios. Dedico esta alabanza a todos los que en algún momento
de sus vidas se han sentido desfallecer y Dios en su misericordia les
ha sostenido.
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