miércoles, 13 de agosto de 2014

Yo os he amado - Malaquías 1:2

"Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, y a Esaú aborrecí..." (Malaquías 1:2-3)

Lamentablemente, nuestra tendencia humana muestra una tendencia a ser mayormente malagradecidos. Por tal razón, vemos que el pueblo de Israel debiendo sentirse privilegiado por haber sido escogido por Dios y de poder gozar de una relación con éste, se apartó; pues aun sus sacerdotes (sus principales líderes espirituales) llegaron a menospreciar el culto a Dios.

Tristemente, Israel había sustituido el estado de gracia otorgado por Dios por un estado materialista y egocentrista, en donde el verdadero culto se centraba en sí mismo, ya que servir a Dios sólo tenía sentido, si de alguna forma se podía beneficiar mediante dicho culto. Cualquier similitud con muchos ministerios hoy, es pura coincidencia.


Dios le llama la atención a los israelitas, a través del profeta Malaquías y les cuestiona las supuestas razones de su deslealtad, preguntándoles inicialmente, si él no los había amado. Es obvio, que su concepto de amor difería del de Dios. Por ende, perdieron de vista que eran ellos los que habían faltado al pacto del cual nunca habían sido merecedores.


No culpe a Dios de su pecado, no vale la pena, ni es inteligente rebelarse contra quien hemos pecado y quien único puede perdonarnos. Arrepintámonos de nuestra vida de ingratitud, volvamos a redescubrir nuestro primer amor a Dios y el resto será historia. Nunca olvide, que fue Dios quien le amó primero. ¡Bendiciones!


Pastor Gilberto Rufat

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