"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones." (2 Pedro 1:19)
Pedro estaba convencido de que la palabra de Dios era la única regla de fe, autoridad y práctica para la iglesia de Jesucristo. Por consiguiente, animaba a los creyentes a estudiarla y a vivir por ella, viéndola como una antorcha que alumbra en un mundo en oscuridad.
Sin embargo, la Biblia es usada en la actualidad muchas veces para discutir, filosofar y juzgar, entre otros, más que como un manual de vida del cual todos dependemos. Debiendo ser nuestro punto de referencia para la vida, la hemos convertido en otro libro más para mercadear y hacer dinero.
Dios nos dió su palabra, a fin de mostrarnos el camino a casa, con el propósito de que entendiéramos que todos estábamos perdidos sin él. Que el único medio de salvación se halla en el arrepentimiento de nuestros pecados y la fe en Jesús como salvador y mediador entre Dios y los hombres.
Valore la palabra de Dios, no por cuánto pagó por ella en la librería, sino conforme al precio del amor de Dios en Cristo y al de los mártires que fueron perseguidos y sacrificados a muerte, para que usted cuente con una versión de la Biblia en su casa.
Dios les bendiga,
Pastor Gilberto Rufat
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