viernes, 15 de agosto de 2014

Arrepentíos y convertíos - Hechos 3:19


"Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio." (Hechos 3:19)

No hay salvación sin arrepentimiento, así como no hay perdón sin confesión. Por ende, el argumento de Pedro radica en que ningún hombre puede tener paz consigo mismo y con los demás, sino está en paz con Dios.

No existen sustitutos para todas las cosas. Usted no puede satisfacer la necesidad de hambre, leyendo un libro. Tampoco puede sustituir la necesidad de afecto, comiéndose un chocolate. De la misma manera, usted no puede sustituir la necesidad del alma, sin Dios.

El arrepentimiento es vital en todo proceso de reconciliación. No obstante, nuestra relación con Dios no podía ser reconciliada sin un mediador, el cual es Cristo Jesús. Es sólo a través de Jesús que podemos ser reconciliados con Dios, mediante el arrepentimiento y la fe en Jesús.

Si espera ver buenos días, no pierda un minuto más, arrepiéntase de su pecado, acepte la salvación en Cristo Jesús y comience a vivir.

Pastor Gilberto Rufat

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