miércoles, 27 de agosto de 2014

Hebreos 9:14

"¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" (Hebreos 9:14)

Es lamentable ver, cómo una cantidad considerable de creyentes vive con una conciencia mayor de sus pecados, que lo que significa la muerte de Cristo para sus vidas. Estos viven como si sus delitos y pecados fueran por encima del amor de Cristo ofrecido, mediante su muerte en la cruz. Puesto que no han entendido que en donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia y que ellos son el objeto de tal gracia.

Los hijos de Dios han sido liberados del pecado (redimidos) y totalmente perdonados (justificados) en Cristo. Además, fueron hechos hijos de Dios por decreto divino (adoptados). ¿Para qué? ¿Para vivir lamentándose? NO, sino, para servirle.

Dios resolvió nuestro problema en la eternidad en Cristo y a su debido tiempo envió a su Hijo y por medio del Espíritu Santo fuimos llamados. No obstante, parece que algunos creen que Dios dejó algunos cabos sueltos y éstos, lejos de vivir para Dios viven resolviendo lo resuelto, ¡qué contradicción!

Nuestro llamado es a vivir para Dios en respuesta a su amor. Una vida, en la cual la conciencia de haber sido rescatado, perdonado y hecho su hijo, provoca una profunda convicción y deseo de servirle. Su pasado, quedó atrás, su presente es Cristo y su futuro ya está asegurado. Vivamos con una conciencia apacible, ya que hemos sido redimidos y amados por Dios.

Pastor Gilberto Rufat

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

¿Qué propósito vino a cumplir la ley mosaica?

Introducción  Trataremos brevemente de contestar qué propósito vino a cumplir la ley mosaica, luego de la promesa comunicada por Dios a Ab...