El diseño de Dios para el matrimonio

El DISEÑO DE DIOS PARA EL MATRIMONIO

Rev. Gilberto M. Rufat  

Base Bíblica: Génesis 2:24

“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” 

Introducción 

  

En las Sagradas Escrituras encontramos el diseño de Dios para el matrimonio. El mismo, está contenido en la declaración de Génesis 2:24, en la cual hallamos los primeros elementos importantes que debemos entender, los cuales forman parte de dicha unión. Contrario a lo que algunos creen, el plan de Dios para el matrimonio no fue alterado por la caída del hombre. Prueba de ello lo vemos en el Nuevo Testamento, en donde vemos las declaraciones del propio Jesús y del apóstol Pablo estableciendo que el plan original sigue igual.

“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” (Mateo 19:3-6)

“Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” (Efesios 5:31)

¿Cuál fue el plan o diseño de Dios para el matrimonio? Tres expresiones salen a relucir en Gn.2:24; dejarán a sus padres, se unirá a su mujer y serán una sola carne.

I. ¿Qué significa el dejar a su padre y a su madre?  

1. Esto no significa que los hijos al casarse abandonen y dejen por completo a sus padres. Significa que deben poner todo su esfuerzo en construir las bases de lo que será una nueva familia. ¿En qué debe cambiar nuestra relación con nuestros padres?

A. Debe cambiar en el sentido de que ya no son niños, sino adultos y como tales, deben comenzar a vivir su vida, (debe haber un destete) esto es, una separación. La dependencia hacia los padres debe terminar para unirse y entregarse por completo a la nueva relación de matrimonio.

B. Los casados deben ocuparse más de las ideas, opiniones y necesidades de su cónyuge, que de las de sus padres. Su responsabilidad primaria ahora es hacia su cónyuge e hijos.

C. Deben ocuparse por satisfacer a su cónyuge y no desear cambiarlo a base de los gustos de los padres.

D. No deben estar esclavizados a los padres en cuanto a afecto, aprobación, ayuda y consejo. No debe existir una relación de codependencia hacia los padres. Esto no significa que no podrán pedir apoyo y consejo, pero deben ser sumamente cautelosos en lo que expresan de su cónyuge, pues aunque luego se entiendan o se perdonen, la información vertida podría afectar la relación y la comunicación con los suegros. En muchas ocasiones, es preferible la consejería externa de un buen consejero cristiano.

E. Deben eliminar cualquier actitud negativa o mala hacia los padres o por el contrario, seguirán unidos emocionalmente a ellos, aunque geográficamente no lo estén. Su mente y su corazón deben ser para su nueva familia. Esto no significa bajo ninguna circunstancia que descuidemos a nuestros padres, sino que nuestra primera responsabilidad es para con el cónyuge. En fin, significa que la relación con el cónyuge debe ser la prioridad de sus vidas, obviamente después de Dios.

2. No significa que deban alejarse geográficamente. Años atrás, las familias solían vivir en estrecha proximidad. La familia extendida daba apoyo, protección y cuidado a la nueva familia, debido a las relaciones familiares y a la proximidad. Los niños se criaban en familia y en cierto sentido estaban protegidos. Hacer familia no es mudarse a otro país.

II. ¿Qué significa el unirse?

1. Significa que han de vivir el uno para el otro.

2. Significa que el matrimonio no es cuestión de suerte, sino de obediencia. La unidad radica en la obediencia a los votos que se expresaron los casados.

3. Significa que siendo asunto de obediencia, no es de conveniencia.

4. Significa que el matrimonio se mantendrá unido en la medida en que los dos estén dispuestos y decididos a trabajar juntos para el éxito.

5. Significa que el matrimonio está basado en un compromiso o pacto y no en una emoción o atracción.

6. El matrimonio involucra una entrega total de ambos cónyuges, la cual se desarrolla con el tiempo.
 
III. ¿Qué representa el ser una sola carne?

1. En el nivel más elemental se refiere a la relación carnal o sexual. Una de las razones del matrimonio era la de proveer para la reproducción saludable de los seres humanos.

2. En el nivel más elevado implica la compenetración de espíritu, alma y cuerpo. Adán necesitó una ayuda idónea, una compañera. Es interesante que Dios permitiera que Adán viviese primero solo, antes de crear a su compañera. No le creó una cocinera, una sirvienta o una espectadora, entre otras, sino a alguien con quien él pudiera compartir su vida.

3. Representa la unión más completa que debe existir en la tierra. Nótese que la Biblia no dice que los padres y los hijos han de ser una sola carne, sino el esposo y la esposa. En otras palabras que la relación más importante, de la cual dependerán las demás relaciones, es el matrimonio. Los matrimonios que ponen la atención en los hijos, por diferentes razones, no sólo se hacen daño el uno al otro, sino también a los hijos.

4. Es compartir todo; ideas, emociones, preocupaciones, sueños, anhelos, problemas, situaciones, enfermedades y aflicciones, entre otros.

5. Representa que cada uno de los cónyuges es llamado a suplir las necesidades del otro y a no vivir para la satisfacción individual o propia exclusivamente. Nuestro compromiso con Dios ha de ser el de levantar a nuestro cónyuge, hacer de él o ella, uno mejor.

6. Representa el compromiso más sublime de trabajar juntos para un bien común y por el bienestar de los hijos y por ende, de la sociedad.

Conclusión

Un buen matrimonio no se consigue al tener suerte, sino que se construye con amor, dedicación y paciencia. Por consiguiente, un buen matrimonio dependerá de cuán comprometidos estén los cónyuges en obedecer el plan de Dios. La pregunta a hacerse es, ¿cuán comprometido(a) estoy en poner todo lo que esté a mi alcance para disfrutar de lo que Dios nos concedió?

“El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.” (Proverbios 18:22)

La Biblia dice: “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.” (Eclesiastés 4:9-12)