LA FE COMO CERTEZA Y CONVICCIÓN, ¿DE QUÉ?
Pasaje a meditar:
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve.” (Hebreos 11:1)
Comentario:
Hebreos 11:1 forma parte del resumen de la amonestación
final a los destinatarios de la epístola a los Hebreos sobre la necesidad de
perseverar en la fe. La primera amonestación la vemos en Hebreos 2:1-4, siendo
el énfasis en atender y a no deslizarse de la Palabra de Dios, mediante su
Hijo. La segunda está en Hebreos 4:1-2, en donde la falta de fe en la Palabra
de Dios es la causante de que los hebreos rumbo a la tierra prometida no
pudieran entrar en el reposo de Dios, después de 400 años de esclavitud y 40
años de peregrinación en el desierto. En Hebreos 6:1-8, vemos la tercera
amonestación, mostrando que la fe debe evidenciarse en frutos dignos de una
experiencia de salvación. La comparación es presentada mediante la tierra que
recibe la lluvia y sólo produce espinos y abrojos, la cual está próxima a ser
reprobada, maldecida y quemada. La cuarta y última amonestación, la encontramos
en Hebreos 10:26-31, en donde el autor advierte sobre el duro juicio que vendrá
sobre aquellos que luego de haber recibido el conocimiento de la verdad, se
apartan voluntariamente pisoteando al Hijo de Dios y teniendo por inmunda la
sangre del pacto (He. 10:29).
De modo, que el autor expone que la salvación siempre ha
sido por medio de la fe, como lo expresara Habacuc. Pero la fe a la que se
refiere la Biblia, es un llamado a creer y a vivir por la fe, pues si
retrocediere no agradaría a Dios.
“Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma.”
(He. 10:38)
El autor presenta la realidad de que unos poseen fe para
perseverancia; mientras otros retroceden para perdición.
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de
los que tienen fe para preservación del alma.” (He. 10:39)
Hebreos 10 finaliza con un llamado a perseverar en la fe.
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque
os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no
tardará.” (He. 10:35-37)
Hebreos del 11 al 13 constituyen una exhortación a
permanecer firmes y constantes en la salvación ofrecida por medio de la gracia
en Cristo Jesús. El autor expone que vale la pena esperar y perseverar en la
fe, presentado un sinnúmero de testigos o testimonios de hombres que agradaron
a Dios, como ejemplo.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el
que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan.” (He. 11:6)
De manera, que enseñar que Hebreos 11 habla de cómo usar la
fe o de cómo poner la fe a trabajar y todo tipo de palabrerías, es hacer del
término fe una ley o un principio espiritual, cuando el mensaje es a perseverar
en la fe, en términos de creer que lo que Jesús hizo y realizó en la cruz es
eficaz y eterno para el creyente. Veamos las expresiones que respaldan dicha
interpretación en la propia carta a los Hebreos:
“y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”
(He. 5:9)
“y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia
sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.”
(He. 9:12)
“Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo
muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia
eterna.” (He. 9:15)
“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor
Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por
la sangre del pacto eterno” (He. 13:20)
El autor de los Hebreos se refiere a Jesús como el autor de
eterna salvación (He. 5:9), como uno que obtuvo eterna redención (He. 9:12) y una
herencia eterna (He. 9:15) para todos los llamados, en un pacto eterno (He.
13:20).
Conclusión:
Usar Hebreos 11:1 para enseñar la fe como un principio o ley
espiritual, tal y como lo enseñan los movimientos de la fe y la prosperidad, es
demostrar una ignorancia total sobre el propósito de la carta a los Hebreos. El
concepto fe, según la carta y específicamente en Hebreos 11:1, es un llamado a
tener completa confianza o certeza (ὑπόστασις) y convicción (ἔλεγχος) en lo que
se espera, no sobre lo que nosotros deseamos, sino sobre lo que Dios nos
concedió en Cristo. Hebreos 11:1 no es una enseñanza de cómo alcanzar lo que usted
quiera o espera, sino un llamado a permanecer firmes en el nuevo pacto
establecido sobre mejores promesas.
¡SOLI DEO GLORIA!
Pastor Gilberto Rufat
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