jueves, 2 de julio de 2015

Evidencias a favor de la paternidad Mosaica del Pentateuco



Evidencias a favor de la paternidad Mosaica del Pentateuco
por: Gilberto Rufat

La Teoría documentaria o hipótesis documental propone que los primeros cinco libros del Antiguo testamento (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, que juntos se conocen como la Torá o Pentateuco) son una combinación de documentos que provienen de cuatro fuentes de origen independiente. De acuerdo con esta hipótesis manifestada por Julius Wellhausen (1844-1918), estas fuentes y la fecha aproximada de su composición, fueron:

• Tradición yahvista (J); escrita en 950 a.C. en el sudeste del reino de Judá abreviada J, pues el nombre Jehová (Yahveh) comienza con J en el idioma alemán nativo de Wellhausen.

• Tradición elohista (E); escrita en 850 a.C. en el noreste del reino de Israel.

• Tradición deuteronómica (D); escrita en 621 a.C. en Jerusalén durante un periodo de reforma religiosa.

• Tradición sacerdotal o presbiterial (P); escrita en 450 a. C. por los sacerdotes de Aarón. El redactor que combinó las diversas fuentes del final del Pentateuco, que pudo haber sido Esdras; abreviado como (R), de redactor. A partir de la simple cuestión de cómo reconciliar las incoherencias del texto, y rehusando aceptar explicaciones forzadas, para que armonizara, los estudiosos llegaron finalmente a la teoría de que la Torá estaba integrada por varios textos seleccionados que fueron entretejidos, a veces incoherentemente, de fuentes que tratan del mismo asunto y de temas relacionados.

En lo que a mí se refiere como pastor y líder, la autoría mosaica a favor del Pentateuco estriba en cuatro puntos significativos y complementarios. Los cuales juntos, forman una fuerte defensa frente a la teoría documentaria del Antiguo Testamento y a favor de la paternidad literaria de Moisés en el Pentateuco. Algunos aseguran que dentro de la ley no existe mención a la autoría de Moisés, sin embargo, esto tampoco es totalmente cierto, ya que, existen referencias a que Moisés fue llamado y que ciertamente, escribió.

“Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová.” (Éxodo 24:4)
“Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras...” (Éxodo 34:27)
“Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová.” (Números 33:2)

     1-      La validación y la confirmación dentro de las otras dos secciones del Antiguo Testamento

No debemos olvidar que el Pentateuco (la ley “Torá”) es sólo la primera parte del Antiguo Testamento según las divisiones hebreas, en donde las otras dos divisiones (los profetas “Nebi’im” y los escritos “Ketubim”), validan y confirman la paternidad y autoría mosaica.

Por ejemplo, Josué 8:32 dice: “También escribió allí sobre las piedras una copia de la ley de Moisés, la cual [Moisés] escribió” (énfasis añadido). Note también, que 2 Crónicas 34:14 declara lo siguiente: “El sacerdote Hilcías halló el libro de la ley de Jehová dada por medio de Moisés.” Como Josh McDowell señaló en su libro, Más Evidencia que Exige un Veredicto, estas palabras “hacen referencia a un escrito real de la ‘ley de Moisés’, no simplemente a una tradición oral” (1975, pp. 93-94).

     2-      La validez y la aceptación de la autoría mosaica de parte del propio pueblo Hebreo y en especial de los rabinos

No debemos olvidar, que toda esta pugna se suscitó hace alrededor de unos 300 años. Ya que, hasta ese entonces, no se presentaba ningún problema con la autoría mosaica. Tan seguros estaban, que el libro más importante del Tanaj o Tanak hebreo, el Antiguo Testamento para los judíos, es la sección de la Torá (el Pentateuco), el cual fue atribuido a Moisés. Resulta sospechoso y altamente cuestionable, el que académicos, cientos de siglos después de la redacción de los mismos (del Pentateuco), pretendan poder reconocer y aún contradecir lo que los propios hebreos en sus días reconocían como de autoría mosaica. Esto, ni en un tribunal sería admisible, por lo que cualquier juez sensato daría mayor credibilidad a testigos cercanos a la fuente, que a espectadores siglos después. Vemos, como si estos (los académicos) pretendieran poder entender con mayor claridad o presumieran poseer mayores evidencias internas, externas y circunstanciales, que los propios hebreos en su tiempo.

Uno de los problemas que he visto (a través de mis años de estudio), es que se presume que todos los judíos son religiosos, lo cual no es verdad. En la era de la llamada Ilustración, muchos de los grandes pensadores que se levantaron fueron judíos y algunos eran ateos. Ejemplo de ello, lo vemos en el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. En el comunismo, el cual tiene sus raíces en el marxismo de Karl Marx, vemos otro judío y así sucesivamente. Y es de este modo, con los primeros académicos, que se levanta un movimiento para cuestionar el Pentateuco y su autoría.

3-      La confirmación y la validación a favor del Antiguo Testamento sobre la base de la coherencia, correlación y correspondencia entre los dos testamentos

La coherencia, correlación y correspondencia entre el Antiguo y el Nuevo Testamento no tiene otra explicación que una causa sobrenatural, en donde el uno confirma al otro, pero donde además es confirmada la autoría de Moisés. Puesto que, en el Nuevo Testamento encontramos no menos de 80 referencias a Moisés, entre las cuales existen claras referencias a Moisés como autor del Pentateuco. Ninguno de los opositores de Jesús, invalidó la paternidad literaria de Moisés, por el contrario, colocaron a Moisés por encima de éste (Jesús).

4-      La confirmación y la validación a favor del Antiguo Testamento y la paternidad literaria mosaica del Pentateuco por Jesús

Podemos observar la confirmación y validación a favor del Antiguo Testamento y en especial de la paternidad literaria del Pentateuco en las afirmaciones de Jesús durante todo su ministerio. Desde el nacimiento de Jesús hasta su muerte y resurrección, cada evento fue sostenido sobre la base del Antiguo Testamento. Ejemplo de ello lo vemos en Mateo 19, en la pregunta del divorcio que los opositores de Jesús le presentan, en donde pretendían discutir sobre la interpretación del pasaje, pero no sobre la autoría de Moisés.

Conclusión

Ningún académico o cristiano sensato, creerá que se puede ser cristiano, invalidando y cuestionando, la validez y la importancia del Antiguo Testamento. Especialmente, el Pentateuco, por cuanto contiene gran parte de la historia que da paso a la humanidad, el matrimonio, la familia, la caída, los efectos de la misma, y la salvación, entre otros.

¿Cómo podríamos creer que Jesús era Dios, cuando ni siquiera sabía (según la teoría documentaria) que Moisés no era el autor del Génesis? Como mencionamos previamente, cuando le presentan la pregunta sobre el divorcio en Mateo 19, la controversia no giró sobre la autoría Mosaica, la cual está explícita, sino en cuanto a su interpretación. ¿Cómo podríamos estar seguros de que necesitamos salvación, si el relato de la caída es solamente una metáfora, una alegoría, o quién sabe qué otra cosa? Además, sería una contradicción el que la Biblia afirme la inspiración divina (2Timoteo 3:16 y 2Pedro 19-21) y luego digamos que es una simple recopilación de historias.

No reconozco el estudio de la teoría documental como uno serio. Entiendo que como pastores y líderes debemos procurar entender los argumentos, a fin de preparar nuestras iglesias, para los retos y los cuestionamientos que encontraremos. Sin embargo, no se evidencia ningún uso legítimo fuera de esto, sino maligno, pues parece ser más cizaña que trigo.

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