la fe bíblica vs. la Fe ESOTÉRICA u ocultista
La Fe Ocultista o Esotérica
Existen siete ideas o principios ocultistas falsamente
enseñados como fe en algunas iglesias por pastores y supuestos maestros de la
Palabra, que son claramente leyes o principios del ocultismo, pero disfrazados
de un matiz de fe.
1- “Visualice lo que quiere.” = Ley del
Mentalismo
Enseña que toda realidad en sí es mente de ahí viene el
uso de; “Todo es mente.” Esto significa que para el ocultista o esotérico,
vivimos en un plano mental. Por ende, lo único que necesitamos es ver lo que
queremos cambiar u obtener en un plano mental primero. Por consiguiente,
observamos que los gurús religiosos y otros en su ignorancia, dejándose llevar
por toda ola nueva y siendo estaciones repetidoras, les dicen a sus congregaciones;
“Visualice lo que quiere.” ¿Es esto una práctica cristiana correcta? NO ¿Por
qué?
Porque los creyentes no visualizamos nuestro futuro, sino
que confiamos en el plan de Dios, el cual es seguro.
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,
dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”
(Jeremías 29:11)
2- “Lo que usted necesita está en el mundo
espiritual.” = Ley de
Correspondencia
En el mundo
ocultista y esotérico se cree que existe una dualidad dentro de una unidad,
algo así como el yin y el yang. Se cree además, que existen diferentes planos
mentales. Pongámoslo simple, existe según ellos varios niveles, el más bajo el
terrenal y el más alto el espiritual. De manera tal, que lo que usted necesita según
estos, es buscarlo o visualizarlo en el plano superior o en el mundo
espiritual. Los esotéricos u ocultistas instruyen a su gente de la siguiente
manera; “Como es arriba es abajo…” – De forma tal, que lo que uno necesita es
traer al plano terrenal, lo que se encuentra en el plano espiritual. Por
ejemplo, usted está enfermo en el plano terrenal y lo único que necesita es
verse sano en el plano espiritual. Por tal razón, usted escuchará a ignorantes
o a agentes de Satanás decir o enseñar; “Lo que usted necesita está en el mundo
espiritual.”
Los creyentes no creemos en la ley de correspondencia,
pues lo único que merecemos los pecadores es la condenación, aunque sí,
reconocemos y creemos que en Jesucristo está todo lo que necesitamos y de él
nos agarramos.
“Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado
y potestad.” (Colosenses 2:9-10)
3- "Comience a hablar su milagro una y otra
vez hasta que lo tenga.” = Ley de Vibración
Este principio enseña que “todo está en un continuo
movimiento.” De modo que, las cosas pueden cambiar o visto desde el punto de
vista ocultista podemos cambiar las cosas. Únicamente necesitamos pensar y
hablar lo que queremos. Las palabras son usadas como mantras que cambian la
frecuencia hacia lo que se quiere. Por esto, verá supuestos ministros o
pastores diciéndoles a sus congregaciones; “Comience a hablar su milagro una y
otra vez hasta que lo tenga.”
La verdad para los creyentes no consiste en desear
cambiar las cosas, sino el aprender a confiar en Dios en todas las cosas.
“Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que
retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio” (He.3:14)
4- “Comience a verse sano, próspero, exitoso.” = Ley de Polaridad
En el mundo esotérico y ocultista, se enseña que “todo
tiene su doble.” Sólo se necesita invertir la polaridad para atraer u obtener
lo que se busca. Algo muy parecido al video que sacaron de “La Ley de la
Atracción”. Según estos, existe un mundo dual en el cual si cambias la
polaridad, frecuencia o ritmo, puedes invertir tu situación o circunstancia. La
forma de enseñanza en algunas iglesia es; “Comience a verse sano, próspero,
exitoso.” Esto es, vete sano, aunque te estés cayendo en cantos.
La verdadera fe no niega la realidad de las
circunstancias, sino que cree que por encima de la misma, la última palabra
siempre la tendrá Dios. De ahí, que el verdadero creyente se sostiene de Dios,
pues su fe no anida en las circunstancias, sino en el Dios que está en control
de toda circunstancia. Además, la fe bíblica, no es sinónimo de positivismo,
sino que es confianza absoluta en el cuidado y voluntad de Dios.
“para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de
los hombres, sino en el poder de Dios.” (1Corintios 2:5)
5- “Ustedes pueden cambiar sus circunstancias,
comience a creer.” = Ley de Ritmo
La ley de ritmo establece que “todo fluye y refluye.”
Esto significa que todo está en un continuo movimiento. Por tal razón, según
estos, podemos alterar el curso de las cosas. De manera, que escuchara a falsos
maestros decirle a sus iglesias “Ustedes pueden cambiar sus circunstancias,
comience a creer.”
Sin embargo, los cristianos confiamos en la providencia
de Dios, pues Dios y sólo él está en control de todo cuanto sucede. De forma
tal, que Dios provee para que su plan se cumpla en nosotros, pues el mundo es
sostenido y guiado por él.
“Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.
A él sea la gloria por los siglos. Amén.” (Ro.11:36)
6- “Nada sucederá hasta que usted lo
confiese.” = Ley de Causa y Efecto
Esta ley o principio enseña que “todo efecto tiene su
causa”, por ende, verá falsos maestros diciendo; “Nada sucederá hasta que usted
lo confiese.” Según estos falsos maestros o más bien gurús, usted mismo debe
crear su realidad. Debe aprender a operar en las leyes espirituales de manera
que obtenga lo que usted desea o necesita.
Sin embargo, los creyentes en Jesucristo, no necesitamos
crear nada, de hecho, nada podemos crear de la nada, lo que si debemos es
reconocer que nuestro Dios ha hecho provisión para nosotros en Cristo. Lo que
si debemos creer es que al final, nada sucederá que no sea la soberana voluntad
de Dios en nuestras vidas.
“Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se
hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado.”
(Isaías 14:24)
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Ro.8:28)
7- “Las palabras tienen poder.” = Ley de
Género
Este principio para los esotéricos y ocultistas establece
que todo tiene una forma “masculina y femenina”, por lo tanto, sólo necesitamos
unirlas y nacerá lo que deseas. No es mi deseo entrar en otros asuntos mucho
más complejos, pero este principio es el que dio paso a la práctica sexual
dentro de los ritos esotéricos, ocultistas y satánicos, entre otros. Es por
esta razón, que en el Antiguo Testamento vemos prácticas sexuales en el culto a
Astarté y a Baal.
Luego, la enseñanza vino a ser sustituida por algunos
ocultistas y magos en que las palabras que son pensamientos, actúan sobre el
mundo espiritual. Esto debido a que, como explique en la Ley de Mentalismo, los
ocultistas conciben toda realidad como mente. De manera, que las palabras o
pensamientos, puedan crear lo que deseamos. En el ámbito esotérico evangélico
que tristemente ha invadido la iglesia, esta doctrina será promovida y enseñada
como; “Las palabras tienen poder.”
Los verdaderos creyentes en Jesús, no creemos que
nuestras palabras tengan ningún poder, pues Dios no es manipulado, ni movido
palabras de hombres o por lo que algunos llaman fe. Nuestra convicción y
seguridad radica en la palabra de Dios y no en la nuestra, pues sólo por la
palabra de Dios el mundo fue constituido.
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo
por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se
veía.” (Hebreos 11:3)
El mundo no es controlado por leyes o principios espirituales,
sino por el Creador. Dicho Dios es soberano y no recibe órdenes de nadie. Aún
las leyes del mundo, que él mismo creó, están sujetas a él, de ahí, la razón
por la cual Dios puede obrar milagros. Dios no es la lámpara de Aladino que
según usted frote, el genio saldrá para ofrecerle el cumplir sus deseos,
caprichos, sueños e ilusiones.
“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal
ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis
lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se
aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual
deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero
ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala; y al
que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Santiago 4:13-17)
No es Dios quien se ajusta a nosotros, sino nosotros
debemos someternos a él. La Biblia aún afirma que ni siquiera debemos
adelantarnos al día de mañana y a planificarlo según nos convenga, sino que
debemos encomendarnos en todo a Dios y que siempre sea echa su voluntad, lo que
ya es una palabra que se ha perdido en muchas iglesias.
La Fe Bíblica
Según la Biblia, la fe es un don de Dios (Ga.2:8;
Ro.12:3). La misma alude a una gracia divina que es concedida sobre los
creyentes, con el fin de que hereden la salvación prevista por Dios Padre,
mediada por Dios el Hijo y revelada por Dios Espíritu Santo (Ef.1:3-14). Las
Sagradas Escrituras enseñan que sin fe es imposible agradar a Dios (He.11:6).
La fe, según el apóstol Pablo, nos llega, a través del oír y el oír de la
palabra de Dios (Ro.10:17). Por consiguiente, la fe también se fundamente en la
Palabra. Esto es de suma importancia, porque la fe es certeza y convicción en
Dios (He.11:1). La fe a la que los creyentes son llamados descansa en el
cuidado y en el plan de Dios sobre sus hijos y no en un poder o ley espiritual
(Dn.3:17-18).
Lamentablemente, en la actualidad, dentro de la iglesia
existe un concepto de fe que está asociado al sistema nervioso central, que a
lo que la palabra de Dios dice. Para otros, la fe es una ley fuera de Dios, en
la cual si se operara conforme a ella, se podría obtener todo tipo de cosas.
Para algunos, la fe es sinónimo de positivismo religioso, en el cual se debe
permanecer, a fin de recibir lo deseado. Sin embargo, la fe bíblica se centra
en creerle a Dios.
La fe verdadera fe no pone su confianza fuera de Dios, no
se trata de creer en que las circunstancias cambiarán, sino en tener la
confianza de que Dios actuará de acuerdo a su soberana voluntad siempre.
Tristemente, muchos creyentes son enseñados por pastores irresponsables a creer
falsamente que la fe opera a favor de ellos, si la usan bien. Lo que estos
ignoran es que la vida cristiana no se trata de nosotros, sino del plan y el
designio de Dios, del cual solo por la gracia divina hemos sido introducidos.
Además, la fe de muchos parece limitarse a poder
contemplar el aquí y el ahora, privándoles de ver la profundidad e
implicaciones reales de la misma. La verdadera fe se traslada a la eternidad y
comprende el que Dios está obrando para que su plan final sea establecido, el
cual va más allá de nuestra morada terrenal y finita. El punto que queremos
señalar es que, la fe madura y verdadera no se limita a ver a Dios actuando en
el presente inmediato, sino que reconoce que Dios está obrando para algo mayor
en la eternidad. Esta es la razón por la cual el autor de los Hebreos establece
que muchos actuaron en contra de las circunstancias, no creyendo que serían
liberados, sino creyendo en que el galardón y lo eterno era superior
(He.11:12-16).
Conclusión:
La fe bíblica es simplemente confianza y dependencia en
Dios. Es un don de Dios para salvación, no constituye una ley o principio fuera
de Dios y únicamente se fundamenta en Dios, quien es el dador y el objeto de la
fe cristiana.
Pastor Gilberto Rufat
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