Escogido desde el principio para salvación
Por: Pastor Gilberto Rufat
Por: Pastor Gilberto Rufat
Base Bíblica: 2Ts.2:13-15
“Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.” 2Ts.2:13-15 (énfasis añadido por autor)
Introducción
Para entender la gratitud del apóstol Pablo por los hermanos tesalonicenses, es necesario conocer algo de la historia de cómo comenzó esta iglesia. Tesalónica se erguía en la importante Vía Ignacia, la más importante carretera romana.[i] El registro de los inicios se halla en Hechos 17.1–15. Pablo, Silas y Timoteo salieron de Filipos y viajaron cincuenta kilómetros hacia Anfípolis, luego, cuarenta kilómetros más hasta Apolonia. Es interesante observar que no se realizó ningún ministerio en ninguna de esas ciudades. Su siguiente etapa les llevó alrededor de sesenta y cinco kilómetros más allá, hasta Tesalónica, donde Pablo ministró en la sinagoga alrededor de tres semanas y vio muchas personas convertidas. En la ciudad había un grupo grande de prosélitos gentiles (griegos piadosos, Hch 17.4) en la sinagoga y respondieron entusiastamente junto con algunos de los judíos. Esta clase de éxito enardeció a los judíos ortodoxos y fraguaron un motín para avergonzar a los cristianos y obstaculizar el ministerio de Pablo. Los creyentes estimaron que era mejor que Pablo y su grupo se fueran, lo cual hicieron, yendo primero a Berea.[ii]
El apóstol estaba sumamente agradecido a Dios, por la cosecha que le había permitido recoger en Tesalónica. Para Pablo, la salvación no es la manifestación de la aceptación humana sobre la gracia divina, sino que es la gracia divina quien mueve al hombre a la aceptación de la salvación. En otras palabras, para el apóstol, la salvación es la manifestación de la soberana gracia de Dios actuando sobre los elegidos.
I. Escogidos desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu.
La mayoría de los creyentes presume que la salvación es algo que en algún momento aceptaron. Los cristianos consideran la salvación como un regalo que Dios ofrece, pero ¿es sólo eso; un regalo presentado como una oferta para que quien la desee y pueda la tome en sus manos? Por otro lado, ¿podría ser la salvación más parecida al cuadro de un hombre en un naufragio? ¿Uno, en donde más que lanzarle una cuerda a alguien que se está ahogando y no puede ni sabe nadar, otro tiene que descender y rescatarlo? La realidad es que la Biblia presenta al pecador como uno muerto espiritualmente (Ef.2:1), de manera, que no quiere ni puede responderle a Dios (Ro. 3:10-18), por cuanto está totalmente inhabilitado para comprender el mensaje del evangelio. Si el pecador debe creer o aceptar a Jesús para ser salvo, entonces ¿cómo puede hacerlo teniendo oídos sordos y ojos ciegos? (Mt. 13:10-17; 1Co.2:14).
Estoy convencido que el cuadro de la salvación que la Biblia presenta no es el de un hombre que puede ir y tomar el regalo o la dádiva de Dios por sí mismo. Por consiguiente, el hombre en su estado caído únicamente puede andar pecando, por lo tanto, necesita la intervención directa de Dios.
Jesús mismo afirmó esta verdad en el evangelio de Juan, el día siguiente a la alimentación de los cinco mil. Un grupo de personas le andaba siguiendo, pero finalmente terminó rechazándole. A continuación, veamos las declaraciones de Jesús a estas personas:
“37Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.” (Jn6:37)
“44Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.” (Jn.6:44)
“64Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. 65Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.” (Jn.6:64-65)
En 2Tesalonicenses 2:13-14, Pablo presenta la salvación como una, la cual Dios escogió desde el principio. Por consiguiente, la respuesta de aquellos que creyeron en Tesalónica fue el resultado de la elección divina. De ahí, que la base bíblica de esta doctrina no es vaga, sino abundante y además clara.
El mismo apóstol, en la carta a los Romanos presenta la elección de Dios sobre los escogidos y también, su conocimiento sobre los no elegidos. Veamos algunos versículos sobre el tema:
“22¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, 24a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles?” (Ro.9:22-24)
En la epístola a los Efesios, Pablo expone que la salvación es el resultado de lo que Dios previamente ordenó.
10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Ef.2:10)
En la segunda carta a Timoteo, el apóstol nuevamente señala que fue Dios quien nos salvó y no que ofreció la salvación.
“9quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2Tm.1:9)
La expresión de gratitud de Pablo a los Efesios está basada en la doctrina de la soberana elección de Dios desde antes de la fundación del mundo.
“3Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” (Ef.1:3-6)
El doctor Lucas, en el libro de los Hechos señala la doctrina de la elección cuando expone:
“48Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.” (Hch.13:48)
El apóstol Pedro también señaló la doctrina de la gracia y la elección en su primera carta.
“2elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” (1P.1:2)
Es una realidad teológica y no una teoría especulativa como vemos, la doctrina de la soberana elección de Dios en la salvación.
“29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” (Ro.8:29)
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[i] Wiersbe, Warren W., Bosquejos Expositivos de la Biblia, AT y NT, (Nashville, TN: Editorial Caribe Inc.) 2000, c1995.
[ii] Ibid.
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