"Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal." (1 Pedro 3:12)
Comentario:
Los creyentes se enfrentan a las mismas situaciones de la vida que los
no creyentes. También se enfrentan a los retos de vivir su fe en un
mundo hostil. Sin embargo, Pedro les exhorta a vivir de acuerdo a lo
establecido por Dios, porque de esta manera contarían con el favor y la
gracia divina.
El cristianismo de hoy, como dijera Paul Washer, lamentablemente se ha convertido en un accesorio. La realidad es que el cristianismo que no se vive, no es cristianismo. A Dios no le podemos engañar. La Biblia dice que todo lo que los hombres sembraren, eso cosecharán.
Vivimos en un mundo fascinado por la "exitolatría", pero, según la Biblia, el único camino para alcanzar el éxito es la obediencia a la palabra de Dios. Esperar en Dios cuando deliberadamente se le desobedece es absurdo. Pedro no le vendía cuentos, sueños e ilusiones a la gente. El apóstol, con toda claridad le decía a los creyentes, que no esperaran que Dios actuara a su favor cuando no estuvieran dispuestos a vivir de acuerdo a su palabra.
Podemos observar que tenemos un sinnúmero de palabreros, buscones y aduladores, que con tal de obtener lo que buscan de la gente, están dispuestos a adulterar y a diluir la palabra, afectando a aquellos que la ignoran o desconocen. Nadie puede esperar la intervención o la mano de Dios en aquello sobre lo que se ha desobedecido, por cuanto lo que podrá experimentar es la corrección y la disciplina de Dios.
Conclusión:
La expresión "los ojos del Señor están sobre los justos", es más que una alusión a su cuidado, es un llamado a velar por la manera en la que nos conducimos. Vivir justamente, es vivir de acuerdo a la norma o a lo establecido por Dios. El Señor no se agrada en la desobediencia, ya sea que provenga de sus hijos o de los que no lo son.
pastor Gilberto Rufat
El cristianismo de hoy, como dijera Paul Washer, lamentablemente se ha convertido en un accesorio. La realidad es que el cristianismo que no se vive, no es cristianismo. A Dios no le podemos engañar. La Biblia dice que todo lo que los hombres sembraren, eso cosecharán.
Vivimos en un mundo fascinado por la "exitolatría", pero, según la Biblia, el único camino para alcanzar el éxito es la obediencia a la palabra de Dios. Esperar en Dios cuando deliberadamente se le desobedece es absurdo. Pedro no le vendía cuentos, sueños e ilusiones a la gente. El apóstol, con toda claridad le decía a los creyentes, que no esperaran que Dios actuara a su favor cuando no estuvieran dispuestos a vivir de acuerdo a su palabra.
Podemos observar que tenemos un sinnúmero de palabreros, buscones y aduladores, que con tal de obtener lo que buscan de la gente, están dispuestos a adulterar y a diluir la palabra, afectando a aquellos que la ignoran o desconocen. Nadie puede esperar la intervención o la mano de Dios en aquello sobre lo que se ha desobedecido, por cuanto lo que podrá experimentar es la corrección y la disciplina de Dios.
Conclusión:
La expresión "los ojos del Señor están sobre los justos", es más que una alusión a su cuidado, es un llamado a velar por la manera en la que nos conducimos. Vivir justamente, es vivir de acuerdo a la norma o a lo establecido por Dios. El Señor no se agrada en la desobediencia, ya sea que provenga de sus hijos o de los que no lo son.
pastor Gilberto Rufat
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