Pasaje
a considerar:
“5Igualmente,
jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos
de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes 6Humillaos,
pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de
vosotros.” (1Pedro 5:7)
Comentario:
Uno de los problemas que todos confrontamos
en algún momento en nuestro desarrollo de manera consciente y luego evidente,
es el de sujetarnos a otros. Por tal razón, Pedro instruye a todos, comenzando
desde los más jóvenes a lo siguiente:
1-
Sujetarse a la autoridad
Desde que comenzamos a
crecer en el hogar, pasamos por esa impresión de que nuestros padres no lo
saben todo y que se equivocan. De modo, que nos preguntamos si debemos
obedecerles. Lo que realmente aflora, es nuestro estado pecaminoso, el cual en
su momento dado se muestra, rebelándose contra todo principio de orden y
autoridad. Éste comienza contra nuestros padres, para luego evidenciar que es
en sí mismo contra Dios.
2-
Humillarse bajo la poderosa mano de Dios
3-
Echar toda nuestra ansiedad sobre él
Debemos despojarnos de toda
ansiedad, por cuanto nos quita las fuerzas del día, no nos ayuda a buscar las soluciones
correctas y al final es contraria a nuestra confianza en Dios.
Conclusión:
Dios colocó orden en todo lo creado, por consiguiente,
espera que sus hijos se sometan y aprendan a confiar en él porque él tiene
cuidado de ellos. La conclusión que Pedro comparte con sus hermanos se centra en
que debían creer que Dios velaba por ellos.
Pastor Gilberto Rufat
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