"Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios." (1 Pedro 4:1-2)
Comentario:
Pedro presenta que a través de la muerte de Cristo, se puso fin al problema del pecado de los elegidos. Por consiguiente, los llamados debían hacer lo mismo; crucificar su carne con sus pasiones y deseos engañosos. Siendo así, la única manera de morir al pecado, era muriendo a la carne.
Pero, ¿qué significa morir a la carne? El apóstol les dice que no debían vivir el tiempo que les restaba en el mundo, viviendo conforme a las concupiscencias de los hombres, sino de acuerdo a la voluntad de Dios.
Es importante destacar, que o se vive dentro del marco de la voluntad de Dios o fuera de él. En ningún lugar en las Escrituras se dice, que podamos vivir una vida agradable a los ojos de Dios, a medias.
Note, que el apóstol dice que para ello, debían armarse del mismo pensamiento de Cristo. Los pensamientos de Dios se encuentran en la Biblia, por lo tanto, la única manera de saberlos es a través de la lectura y del estudio de la misma.
Así que, por medio de la obediencia a la palabra, podrían afrontar cualquier adversidad estando convencidos del cuidado soberano de Dios.
Conclusión:
El problema del pecado de los llamados a salvación, fue resuelto de una vez y por todas por medio del sacrificio vicario de Cristo en la cruz. Sin embargo, el problema de la carne, debe ser vencido por medio de una disposición diaria a vivir en sujeción y obediencia a Dios, mediante una buena conciencia, centrada en su providencia.
Pastor Gilberto Rufat
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