¿Son confiables los milagros en la Biblia?
Algunas personas consideran que la Biblia no debe considerarse un libro
serio, ya que contiene milagros y estos contradicen la ciencia. Parten de la creencia
de que fueron desarrollados mucho tiempo después de los eventos y que
posteriormente fueron añadidos a la Biblia. En otras palabras, creen que los milagros
son el producto de mitos cuando se habla de la persona y del ministerio de Jesús.
En el libro “Respuestas a Preguntas Difíciles” de Josh McDowell encontramos
apología a dichos argumentos falsos.
Siete diferencias entre los milagros en el ministerio de Jesús y la mitología:
1- Los milagros rara vez fueron negados por los opositores y críticos
del ministerio de Jesús, lo que da crédito a la veracidad de los mismos. De lo
que algunos dudaban era del origen o de la procedencia del poder que actuaba en
Jesús.
2- McDowell resalta que a diferencia de los relatos sobre los milagros
en la mitología griega, en los cuales se encuentran cosas extrañas y aún absurdas,
esto no sucede en los relatos de la Biblia.
3- En contraste con los reclamos de los poderes
sobrenaturales en las narraciones mitológicas, en los evangelios vemos que el
término preferido es señal o señales. El propósito principal al destacar los
milagros o las señales en los evangelios es la de resaltar una persona únicamente,
Jesús.
4- Las historias milagrosas en la Biblia tienen un
propósito definido siempre y no son realizadas como un espectáculo del poder
divino. Las mismas tienen dentro del relato una razón lógica. Por ejemplo, lo
observamos en el milagro de los panes y los peces, en el cual Jesús proveyó
para suplir una necesidad inmediata y apremiante (Lucas 9:12-17).
5- Los milagros presentados en los evangelios se
dieron dentro de un tiempo y un espacio en donde pudieron ser debatidos,
refutados o rechazados presentando evidencia contraria a los mismos. Estos son
tan contundentes que algunos de los escritos del Nuevo Testamento fueron
escritos en los primeros años después de la resurrección de Cristo, en donde incluso
algunos de los testigos estaban vivos (1 Co. 15:6).
6- Los primeros creyentes estuvieron dispuestos a
morir por lo que consideraban la verdad y no por una mera mitología.
7- El testimonio personal de los milagros es algo que
no aparece en otras religiones, tampoco en la mitología griega o romana. El día
de Pentecostés, a menos de dos meses después de la resurrección de Jesús, Pedro
testificó sobre la resurrección de Cristo de la siguiente forma:
“Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno,
varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales
que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;
a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de
Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; al
cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible
que fuese retenido por ella.” (Hechos 2:22-24)
Conclusión
El milagro más importante en el ministerio
de Jesús fue el de su resurrección, pero a su vez, era el evento más fácil para
demostrar su falsedad. Lo único que tenía que ser presentado para probarla era su
cuerpo y lo que hoy llamamos y conocemos como el cristianismo no hubiese
sobrevivido. Pero la realidad es que nadie pudo presentar ninguna evidencia de
la falsedad del mismo. La Biblia expone en Mateo 28:11-15 que los líderes se inventaron
la primera teoría contraria a la resurrección, el hurto del cuerpo por parte de
sus discípulos, por cuanto no pudieron negar, ni probar la falsedad de la resurrección.
Bendiciones.
Pastor Gilberto Rufat
_________________
Fuente: Josh McDowell. Respuestas a Preguntas Difíciles.
Editorial Vida, 1985.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.