¿Qué significa para cuantos el Señor nuestro Dios llamare?
Pasaje a considerar
“Porque para
vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están
lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare”
(Hechos 2:39)
Contexto
Luego de la resurrección, Jesús le ordena a sus discípulos
que se quedasen en Jerusalén (Hch.1:4), hasta que fuesen investidos de poder,
al recibir la promesa del Espíritu Santo (Hch. 1:8). El día de Pentecostés
alrededor de 120 personas (Hch. 1:15) fueron llenas del Espíritu Santo (Hch.
2:4) y comenzaron a hablar las maravillas de Dios (Hch. 2:11). Los que les
escucharon quedaron atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere
decir esto? (Hch. 2:12).
“Mas
otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. Entonces Pedro, poniéndose en
pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los
que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque
éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera
del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel.” (Hch. 2:13-16)
cumplimiento de Joel 2:32
En Hechos capítulo dos, Pedro afirma que lo acontecido el
día de Pentecostés fue el cumplimiento de la profecía de Joel 2:32. La misma
expone lo que sigue:
“Y todo
aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y
en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.”
Para propósito de este breve estudio nos concentraremos en
el significado del término llamare. Por lo cual, debemos hacernos varias
preguntas:
¿Representaba esto una invitación abierta? ¿Era una
invitación a un grupo especial? La contestación está en ver a quiénes se
refiere o representa. El pasaje de estudio claramente dice que era para el
remanente. En otras palabras, que Dios llamaría a un remanente.
Significado
Analicemos el significado de las palabras llamado (Joel
2:32) y llamare (Hch. 2:39) para poder entender a qué se refieren o qué
significan.
El término llamado
en Joel 2:32 del hebreo קָרָא cará tiene varios usos, pero cuando se trata de
Dios se refiere al acto por el cual Dios
determina que algo sea. Su primer uso en el Antiguo Testamento está en
Génesis 1:5, cuando Dios dijo sea (cará) la luz. Esto no fue una sugerencia
hecha por Dios, sino que dijo lo que quería que fuera y fue hecho.
La expresión llamare en Hechos 2:39 del griego “proskaléo” es
una palabra compuesta de “pros”, cuyo significado es dirigir a alguien o a algo
hacia un lugar y “kaleo”, que representa la acción de llamar en voz alta, invitar
o convidar a alguien. La traducción literal es llamar a alguien hacia sí mismo o hacia uno mismo. Por
consiguiente, “para
cuantos el Señor nuestro Dios llamare” significa el acto por el cual Dios llama
eficazmente al remanente que él profetizara en Joel.
Conclusión
Lo sucedido en Pentecostés fue el cumplimiento del decreto
de Dios. El llamado al que se refiere Pedro es uno especial, uno para todos los
que conforme a la gracia de Dios serán llamados a salvación. De manera, que las
tres mil personas aproximadas que se unieron a la iglesia (Hch. 2:41) no son
producto de Pedro, sino que constituye el cumplimiento de la soberana voluntad
de Dios en la salvación. Como muy bien expresa el pasaje, la salvación alcanza
a todos los que el Señor Dios nuestro Dios llamare.
“Así
también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. 6Y
si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y
si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.”
(Romanos 11:5-6)
Bendiciones.
Pastor Gilberto Rufat
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