lunes, 18 de julio de 2016

¿Qué significa para cuantos el Señor nuestro Dios llamare? - Hechos 2:39




¿Qué significa para cuantos el Señor nuestro Dios llamare?


Pasaje a considerar

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:39)


Contexto

Luego de la resurrección, Jesús le ordena a sus discípulos que se quedasen en Jerusalén (Hch.1:4), hasta que fuesen investidos de poder, al recibir la promesa del Espíritu Santo (Hch. 1:8). El día de Pentecostés alrededor de 120 personas (Hch. 1:15) fueron llenas del Espíritu Santo (Hch. 2:4) y comenzaron a hablar las maravillas de Dios (Hch. 2:11). Los que les escucharon quedaron atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? (Hch. 2:12).

Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel.” (Hch. 2:13-16)
 

cumplimiento de Joel 2:32

En Hechos capítulo dos, Pedro afirma que lo acontecido el día de Pentecostés fue el cumplimiento de la profecía de Joel 2:32. La misma expone lo que sigue:

Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado.

Para propósito de este breve estudio nos concentraremos en el significado del término llamare. Por lo cual, debemos hacernos varias preguntas:

¿Representaba esto una invitación abierta? ¿Era una invitación a un grupo especial? La contestación está en ver a quiénes se refiere o representa. El pasaje de estudio claramente dice que era para el remanente. En otras palabras, que Dios llamaría a un remanente.


Significado

Analicemos el significado de las palabras llamado (Joel 2:32) y llamare (Hch. 2:39) para poder entender a qué se refieren o qué significan.

El término llamado en Joel 2:32 del hebreo קָרָא cará tiene varios usos, pero cuando se trata de Dios se refiere al acto por el cual Dios determina que algo sea. Su primer uso en el Antiguo Testamento está en Génesis 1:5, cuando Dios dijo sea (cará) la luz. Esto no fue una sugerencia hecha por Dios, sino que dijo lo que quería que fuera y fue hecho.

La expresión llamare en Hechos 2:39 del griego “proskaléo” es una palabra compuesta de “pros”, cuyo significado es dirigir a alguien o a algo hacia un lugar y “kaleo”, que representa la acción de llamar en voz alta, invitar o convidar a alguien. La traducción literal es llamar a alguien hacia sí mismo o hacia uno mismo. Por consiguiente, “para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” significa el acto por el cual Dios llama eficazmente al remanente que él profetizara en Joel.


Conclusión

Lo sucedido en Pentecostés fue el cumplimiento del decreto de Dios. El llamado al que se refiere Pedro es uno especial, uno para todos los que conforme a la gracia de Dios serán llamados a salvación. De manera, que las tres mil personas aproximadas que se unieron a la iglesia (Hch. 2:41) no son producto de Pedro, sino que constituye el cumplimiento de la soberana voluntad de Dios en la salvación. Como muy bien expresa el pasaje, la salvación alcanza a todos los que el Señor Dios nuestro Dios llamare.

Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. 6Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.” (Romanos 11:5-6)


Bendiciones.

Pastor Gilberto Rufat

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