Un Dios amoroso nunca torturaría a personas en el infierno
“En mi mente hay una falla muy seria del carácter moral de Cristo y es ese de que creyó en el infierno. Me parece que ninguna persona que en verdad sea profundamente humana sea capaz de creer en el castigo eterno.” Bertrand Russell, ateo
En el libro “El Caso De La Fe”, la objeción de si verdaderamente un Dios amoroso torturaría personas en el infierno, le fue presentada al Dr. J. P. Moreland. La base de su tesis o la evaluación de la objeción fue la siguiente; si el infierno es una cosa moralmente justa y no en que si la misma nos gusta o no nos gusta.
Moreland cree que es importante entender que si el Dios del cristianismo es real, entonces, odia el infierno y a las personas que van allí. Según la Biblia, Dios no se alegra de la muerte del malvado. En ese punto, Lee le confrontó con las declaraciones del ex-evangelista Charles Templeton referentes a este asunto, cuando dijo:
“En mi caso, no sería capaz de meter la mano de alguien en el fuego por un momento. ¡Ni un instante! ¿Cómo un Dios amoroso torturaría para siempre a alguien, solo porque no le obedece ni hace lo que quiere, sin permitirle la muerte, sino que siga con ese dolor por toda la eternidad?”
Según Moreland, la clave para contestarle a Templeton está en su propia declaración. Ya que, su pregunta fue tan contenciosa que era como si alguien le preguntara, ¿Cuándo dejará de golpear a su esposa? No importa la manera en la que conteste, si acepta sus palabras, estará condenado desde el comienzo. Moreland argumenta que el infierno no es una sala de tortura, de modo, que su premisa no es buena.
La Definición del infierno, según moreland
1) El infierno es un estado de separación de Dios.
“Dios es el ser más generoso, amoroso, maravilloso y atractivo en el cosmos. Nos hizo con libre albedrío y con un propósito: que nos relacionemos con él y con otros de manera amorosa. No somos accidentes, ni monos transmutados, no somos errores de la casualidad. Y si fallamos una y otra vez en vivir para el fin por el que nos hicieron, un fin, que a propósito nos permitiría prosperar más, y si vivimos de cualquier otra forma, Dios no tendrá absolutamente ninguna otra opción que darnos lo que siempre pedimos: la separación de él.” (pág.199)
Es falso pensar que Dios es un simple ser amoroso, sobre todo, si se entiende “amoroso” en el sentido con el que la mayoría de las personas usa esa palabra en la actualidad. Moreland expone que Dios es un ser compasivo, pero que no debemos olvidar que también es justo, moral y puro. También establece que uno de los problemas al enfrentar esta objeción estriba en que en nuestro tiempo hay una tendencia a resaltar solamente las virtudes agradables de Dios como el amor y la misericordia; mientras se olvidan o rechazan las otras virtudes de su carácter, tales como su santidad, rectitud y justicia.
2) El infierno es castigo, pero no es un castigador
Para Moreland, “el infierno es castigo, pero no es un castigador. No es tortura. El castigo del infierno es separación de Dios, que da lugar a la vergüenza y al arrepentimiento.” (pág. 200)
3) No es un estado físico
“No están en un lugar físico porque no son físicos. En ese sentido, el infierno no es un local, sino una parte real del universo. Es como si se pasara por una puerta a otra clase de existencia.” (pág. 200)
4) El infierno es un monumento para la dignidad y el valor de la elección humana
“Recuerde que el infierno será para siempre un monumento para la dignidad y el valor de la elección humana. Es una medida de sanidad donde Dios dice dos cosas importantes: Respeto lo suficiente la libertad de elección como para no coaccionar a las personas, y valoro tanto a los que llevan mi imagen que no los aniquilaré”. (pág. 219)
El Propósito del infierno, según Moreland
“El propósito del infierno es que se reconozca que la gente tiene valor intrínseco. Si Dios ama el valor intrínseco, tiene que sustentar a las personas porque eso quiere decir que es un sustentador del valor intrínseco. Se niega a aniquilar una criatura que se creó a su misma imagen. Así es que, en el análisis final, el infierno es la única opción legítimamente moral.”(pág. 210)
Breve comentario sobre el concepto del infierno de Moreland
Podemos entender y considerar hasta cierto punto que algunas de las alusiones al infierno puedan ser de alguna manera representaciones metafóricas. Las mismas no podrían representar plenamente la realidad de la separación del hombre de Dios. Tampoco representan al hombre con un sentido de culpa agudo, al reconocer que ha tomado una mala decisión. La realidad es que Jesús mismo habló del infierno y no lo hizo como si fuera una metáfora, sino como un lugar real.
“Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.” (Mateo 5:22)
“Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.” (Mateo 5:29-30)
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” (Mateo 10:28)
“Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.” (Mateo 18:9)
“Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.” (Marcos 9:43-48)
“Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.” (Lucas 12:5)
Conclusión
Si bien es cierto que el tema del infierno no ocupó el centro de la predicación y la enseñanza de Jesús, no es menos cierto que fue quien más hablara sobre el mismo. Que el tema del infierno no fuera central, de ninguna forma significa que no fuera importante. Cuando examinamos el mensaje de Jesús, podemos ver que es evidente que nadie irá al cielo por temor al infierno, pues esto ocurre sobre la base del arrepentimiento y la fe en la obra de la salvación, pero los que serán arrojados al mismo lo serán por su incredulidad.
Al analizar esta objeción al cristianismo, podemos concluir que la misma no fue una de las mejores presentadas en el libro. Reconocemos que es una de las más difíciles de responder, por cuanto no importa como se responda, los sentimientos humanos y su rechazo al castigo eterno afloran. Moreland hace uso de especulaciones filosóficas y no bíblicas, a fin de ofrecer una contestación aparentemente conveniente, pero sin confrontar al hombre con la realidad del pecado.
Pastor Gilberto Rufat
(BREVE ANÁLISIS DE LA SEXTA OBJECIÓN AL CRISTIANISMO DEL LIBRO, “EL CASO DE LA FE” DE LEE STROBEL)