¿ESTÁ Dios esperando A que todos los hombres procedan al
arrepentimiento?
Pasaje a considerar
“El
Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es
paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan
al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9)
Breve comentario
Algunos cristianos interpretan 2 Pedro 3:9 como si
Dios estuviese esperando a que todos los hombres se arrepientan de sus pecados antes
de poder regresar en su segunda venida. Pero, ¿es esta interpretación correcta?
Veamos primero quiénes son los destinatarios de la carta, cuál es su propósito
y el contexto histórico de la misma, a fin de responder correctamente a la
pregunta de estudio.
Destinatarios de la carta
“Pedro,
apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia,
Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos
según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer
y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”
(1 Pedro 1:1-2)
La Primera y la Segunda carta de Pedro fueron escritas
a los elegidos, según la presciencia de Dios, quienes se encontraban
expatriados en diferentes provincias de Asia Menor. La evidencia de que la
segunda carta es continuación de la primera se puede constatar en la siguiente
declaración:
“Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y
en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para
que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos
profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles.”
(2 Pedro 3:1-2)
PROPÓSITO
DE LA CARTA
El propósito general de ambas cartas es el de confortar
y animar a los creyentes a permanecer firmes en la fe en medio de las pruebas
que enfrentaban (1 P. 1:7-9; 2 P. 2:9).
Contexto general de ambas cartas
“Nerón empezó una terrible persecución contra los
cristianos en octubre del año 64 d.C. Fue más severa en la misma Roma, en donde
Nerón quemaba vivos a los cristianos para iluminar sus jardines por la noche.
Algunos estudiosos creen que Pablo fue puesto en libertad en la primavera del
año 64 y viajó a España (Ro. 15:28), dejando a Pedro para que ministrara a los
creyentes en la ciudad. Se menciona a Silas y a Marcos junto con Pedro (1 P. 5:12,
13), de modo que Pablo debe haberlos dejado y viajado a España con otros
compañeros. Nerón quemó a Roma en julio y empezó su persecución en octubre.
Pedro sabía que el fuego de prueba (1 P. 4:12) se
esparciría desde Roma a las provincias romanas y quería animar a los santos
allí. Pablo no estaba cerca para hacerlo, así que Pedro escribió estas dos
cartas, inspirado por el Espíritu Santo, a las iglesias que Pablo había fundado
en Asia Menor (1 P. 1:1; 2 P. 3:1). Estos creyentes ya habían enfrentado
persecuciones locales y personales (1 P. 1:6, 7; 3:13–17), pero Pedro quería
que se alistaran para las severas pruebas que se avecinaban (1 P. 4:12; 5:9,
10).” (Wiersbe, Warren W., Bosquejos Expositivos de la Biblia, AT y NT)
CONTEXTO
INMEDIATO DE LA SEGUNDA CARTA
En la segunda carta, Pedro instruye a los creyentes
a no preocuparse por cuándo Cristo regresaría, sino a ocuparse en vivir de una
manera santa y piadosa hasta la segunda venida de Jesucristo (2 P. 3:11).
También, a no dejarse llevar por los falsos maestros, los cuales atacaban la
doctrina de la segunda venida de Jesucristo diciéndoles:
“… ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque
desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como
desde el principio de la creación”. (2 Pedro 3:4)
Es de conocimiento general, que a través de la
historia de la persecución de la iglesia, la doctrina del regreso de Jesucristo
ha sido esperanza para el pueblo perseguido.
Puntos a considerar
Decir que Cristo no ha regresado porque está en
espera de que todos crean es falso por cuatro razones principales:
1- el pasaje no dice que Dios había retrasado su
promesa.
El pasaje de estudio dice: “El Señor no retarda su promesa…” (2 Pedro 3:9). No dice: El Señor retarda su promesa. Los que tenían
la promesa por tardanza eran los opositores del evangelio, lo cuales decían:
“… ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque
desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como
desde el principio de la creación.” (2 Pedro 3:4)
2- la carta no afirma que todos se salvarán.
Segunda de Pedro no enseña que Dios está esperando a
que los hombres impíos se arrepientan.
“sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y
reservar a los injustos para ser
castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en
concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío.” (2 Pedro 2:9-10)
“pero los
cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra,
guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres
impíos”. (2 Pedro 3:7)
3- Presentaría una contradicción entre ambas cartas.
“Para vosotros, pues, los que creéis, él es
precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores
desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la
palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados”. (1 Pedro
2:7-8)
Pedro expone que Jesús es la piedra del ángulo,
escogida, preciosa y cabeza del ángulo para los que creen (1 P. 2:6-7), pero
piedra de tropiezo y roca que hace caer a los que tropiezan con la palabra (1
P. 2:8). El apóstol está claramente enseñando que unos se salvarán en Cristo;
mientras otros serán condenados.
Decir que Cristo no ha regresado porque está en
espera de que todos se arrepientan crea una contradicción entre las dos
epístolas de Pedro. ¿Por qué? Porque el apóstol en la primera carta presentó que
unos serían salvos mediante el evangelio de Jesucristo; mientras otros serían condenados.
4- la carta enseña que Dios ESCOGIÓ a su pueblo.
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,
nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de
aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.” (1 Pedro 2:9)
Decir que Cristo no ha regresado porque está en
espera de que todos se arrepientan es ignorar que Dios escogió a su pueblo de
manera soberana. Por consiguiente, Dios no está esperando que todos los hombres
se arrepientan, sino únicamente los que fueron predestinados (1P. 1:2; Ef. 1:4).
CONCLUSIÓN
¿Por quiénes es paciente Dios, esperando a que
procedan al arrepentimiento? Pedro contesta, “es paciente para con nosotros”, por
todos los que serían llamados a salvación por medio del evangelio (2 Pedro 3:9).
Pablo lo presenta de la siguiente manera:
“Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también
obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.” (2 Timoteo
2:10)
Pastor Gilberto Rufat
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