¿Enseña Hebreos 10:26-29 que
existe la posibilidad de perder la salvación?
“Porque si
pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la
verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una
horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los
adversarios. El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos
o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo
pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la
sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de
gracia?”. (He. 10:26-29)
La carta a los Hebreos es tanto una de seguridad para los
verdaderos creyentes en Jesús (He. 6:17-20), como una de advertencia para los
falsos creyentes. La seguridad de los creyentes en la carta a los Hebreos es
expresada en cuatro poderosas afirmaciones:
1) He. 5:9 – Jesús es autor de ETERNA SALVACIÓN
para los creyentes.
“y
habiendo sido perfeccionado, vino a ser [autor
de eterna salvación] para todos los que le obedecen”. (He. 5:9)
2) He. 9:12 – Jesús obtuvo ETERNA REDENCIÓN para
los creyentes.
“y no
por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró
una vez para siempre en el Lugar Santísimo, [habiendo
obtenido eterna redención]”. (He. 9:12)
3) He. 9:15 – Jesús le dio ETERNA HERENCIA a los
creyentes.
“Así
que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para
la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, [los llamados reciban la promesa de la herencia
eterna]”. (He. 9:15)
4) He. 13:20 – Jesús derramó su sangre, la cual
selló el PACTO ETERNO.
“Y el
Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran
pastor de las ovejas, por [la sangre del
pacto eterno]”. (He. 13:20)
Lo que Dios hizo en Cristo por sus hijos no fue temporero,
fue final y por ende, eterno (He. 10:4-10). Hebreos 10:26-29 no es una
amonestación contra el verdadero creyente, sino una contra aquellos que no
habían creído en realidad y por eso se tornaban nuevamente al judaísmo (He.
4:2-3). Por consiguiente, el autor advierte a los destinatarios del juicio que
vendría sobre aquellos que menospreciaran el sacrificio de Cristo.
La carta a los Hebreos enseña, una y otra vez, que el
pecador fue redimido para siempre y no temporalmente.
“En esa
voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha
una vez para siempre”. (He. 10:10)
“añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados
y transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el
pecado”. (He. 10:17-18)
Interpretar Hebreos 10:26-30 como una advertencia sobre la
posibilidad de perder la salvación es demostrar no haber entendido la carta. Es
degradar y blasfemar el sacrificio de Cristo, el cual es no solamente superior
al de los animales ofrecidos en el viejo pacto, sino es el único por el cual
podemos ser salvos eternamente.
Bendiciones.
Pastor Gilberto Rufat
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.