Pasaje a considerar
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. (Tito 2:11)
Contexto del pasaje
Desde comienzos del capítulo uno, vemos que la carta tiene
el propósito de corregir deficiencias en la iglesia por medio del ministerio de
Tito (Tito 1:5). En la misma había necesidad de líderes con carácter y madurez
cristiana (Tito 1:7-8), quienes fueran retenedores de la Palabra tal y como había
sido enseñada (Tito 1:9) y de la necesidad de disciplina eclesiástica (Tito
1:12-16).
En el capítulo dos, Pablo instruye a Tito a enseñarle a los
hermanos que debían asumir su responsabilidad y deberes, “para que la palabra
de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:5). El apóstol expone que los ancianos, las
ancianas, las mujeres jóvenes, los jóvenes y los siervos debían sujetarse a la
palabra de Dios y que debían permanecer en el lugar en el que fueron llamados,
mostrando fidelidad en todo, para que la doctrina de Dios fuera adornada con
sus acciones (Tito 2:9-10).
Es en este contexto,
Tito 2:11 enseña que la manifestación de la gracia de Dios es común para
todos los que se salvan (ancianos, ancianas, mujeres, jóvenes y siervos). Pablo
no está enseñando absolutamente nada acerca del deseo de Dios en la salvación,
sino sobre la manifestación de su gracia al salvarlos. Esto debía llevarlos a
renunciar a la impiedad, a los deseos mundanos y a vivir una vida sobria,
justa, piadosa (Tito 2:12) y a aguardar la esperanza de la segunda venida de su
salvador Jesucristo (Tito 2:13), “quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad
y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.” (Tito 2:14)
Por consiguiente, Tito 2:11 expone que todos los creyentes
han sido salvos mediante un acto inmerecido de la gracia de Dios. Por tal razón,
Pablo asevera que no debe existir en la iglesia distinciones o diferenciaciones
por razón de raza, género o clase social, pues todos fueron salvos a través de
la gracia. La gracia de Dios en la salvación provee para la humildad y no para
el orgullo, por cuanto nada hubo que pudiéramos hacer para salvarnos o para merecerla.
No podemos sostener
una interpretación de Tito 2:11 en la que Dios manifieste su gracia para
salvación, sin que ésta salve. De manera, que si se refiere a todos,
terminaríamos diciendo que la salvación es universal. Tampoco la Biblia enseña
que fuimos salvos por el deseo de su gracia, sino por su gracia (Ef. 2:8). Por
consiguiente, Pablo no está hablando del deseo de Dios, sino de su gracia en la
obra de la salvación. Pero, ¿de quiénes? Veamos la introducción de la
carta a fin de ver a quiénes se refiere.
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los [escogidos de Dios] y el conocimiento de la verdad que es según la piedad. (Tito 1:1)
La palabra “escogidos” es la palabra “eklektós” (ἐκλεκτός),
la que según el Diccionario Strong significa selecto; por implicación favorito.
El Diccionario Vine la define como escogido, elegido. Es lamentable el
desconocimiento o la rebeldía que muchos manifiestan sobre la soberanía de Dios
en la salvación, pues Tito 2:11 es una evidencia de la misma.
Algunos presentan el versículo de estudio en Tito 2:11 como una
evidencia en contra de la doctrina de la elección. Sin embargo, presentaremos
que dicho pasaje muestra lo contrario; que la salvación le pertenece a Dios y que
la manifestación de su gracia en la salvación no se refiere a su deseo, sino al
acto por el cual él salva.
Debemos tener cuidado en cómo interpretamos Tito 2:11 por cuatro
razones principales:
1- Podría interpretarse como evidencia de una salvación
universal. Esto es, que al final todos los hombres serán salvos.
2- Podríamos hacerle ver a otros que hay contradicción en la
Biblia (lo que no existe), puesto que la misma enseña que son pocos los que se
salvan (Mt. 7:13).
3- Podríamos terminar con un Dios impotente. Uno que quiere
salvar a todos, pero que no puede porque depende de los hombres.
4- Podríamos terminar dudando de nuestra salvación, debido a
que si la misma no descansa en Dios, entonces descansa en nosotros.
Conclusión
En conclusión, Tito
2:11enseña tres verdades maravillosas:
1- La salvación es
una manifestación u obra de Dios.
2- La salvación es
un acto de la gracia de Dios.
3- La gracia de Dios es común a todos los que se salvan.
Bendiciones.
Pastor Gilberto Miguel Rufat
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