lunes, 3 de marzo de 2014

¿Qué es lo que nos está llevando al caos en las relaciones interpersonales y especialmente en el matrimonio?


¿Qué es lo que nos está llevando al caos en las relaciones interpersonales y especialmente en el matrimonio?
Rev. Gilberto M. Rufat

 Base Bíblica:Efesios 5:21-33
  
"Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido."

Introducción

Me preocupa el hecho de por qué algunos presuponen que el rol de la mujer en el hogar es una tarea inferior. Me gustaría saber, ¿cuál es su punto de referencia para tal afirmación? Entiendo que éste pueda ser el punto de vista del hombre sin Dios o sin conocimiento de lo que Dios ha establecido, pero no es la posición de Dios. Podemos observar que la tendencia es a interpretar las cosas según nos parecen y no necesariamente según lo son, en otras palabras, según la Biblia. Las Sagradas Escrituras no describen el rol de la mujer en el hogar como una tarea inferior a la del hombre, sino todo lo contrario, como una importante y beneficiosa para toda la familia.


“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.” (Proverbios 14:1)

Más aún, Proverbios 31, presenta el cuadro de una mujer virtuosa porque sabe desempeñarse bien, cumple con sus responsabilidades, lo hace con amor, cuidando de ella, de modo que su esposo es uno reconocido por su desempeño. ¿Le parece esto una función inferior? Es posible que hayamos caído en la trampa de repetir la agenda del enemigo, la que estriba o radica en desacreditar las funciones propias de la administración del hogar, junto a la crianza de los hijos, para que al final, la familia sea fragmentada, quedando los niños a expensas de extraños, que terminarán cuidándolos y moldeándolos por nosotros.


Dos de las metas de las cuarenta y cinco narradas por Cleon Skousen en su libro: "The Naked Communist," lo son:


1- Desacreditar a la familia como institución. Fomentar la promiscuidad y el divorcio fácil.


2- Subrayar la necesidad de criar a los niños alejados de la influencia negativa de los padres. Atribuir prejuicios, bloqueos mentales y retardando en los niños a la influencia represiva de los padres.


“Teniendo así habituada a la gente a la idea de su propio valer, acabaremos con la importancia de la familia cristiana y su valor educativo.” (Protocolos de los Sabios de Sión, extracto de las metas del Protocolo X)


Es de conocimiento general, que hay personas dentro de las iglesias, así como en las esferas de la autoridad cristiana, las cuales parecen trabajar para la misma causa o empresa del enemigo. La tarea del diablo siempre ha sido la de tergiversar o la de adulterar lo establecido por Dios. Nuestras esposas no tienen una posición inferior, sino una de gran importancia, junto a sus esposos. La sabia administración del hogar es la mayor y mejor empresa que posee una sociedad. Por ende, me da tristeza ver, que algunas mujeres cristianas se hagan eco de dicha mentira y hayan cambiado la empresa del hogar por una supuesta posición en la sociedad.

Parecería, según los estándares del mundo, que Pablo se equivocó cuando instruyó a Tito diciéndole:



“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.” (Tito 2:3-5)

La Biblia afirma sin duda alguna, que la falta de sumisión al designio de Dios es uno de los principales problemas. Fue Dios quien instituyó el matrimonio (Gn.2:24) y no el hombre, por tal razón, solamente funcionará de acuerdo al orden o al propósito para el cual fue creado. El apóstol Pablo, en la carta a los Efesios 5:21 resume el problema de las relaciones interpersonales, incluyendo la familia y con ella la solución a los problemas familiares.



“Someteos los unos a los otros en el temor de Dios”. 
 
¿Qué es sumisión? La palabra sumisión viene de la palabra griega “hupotasso”. Ésta a su vez es una palabra compuesta por “hupo” que significa bajo y “tasso” que significa poner en fila, estar en orden, ser ordenado, de ahí que, el significado de sumisión sea ponerse o colocarse ordenadamente bajo algo. La sumisión no está basada en superioridad, sino que se conforma al orden por la cual fueron creadas las cosas. Esto es importante, porque la mujer no es llamada a someterse al esposo porque él es más inteligente o en definitiva superior a ella, sino porque Dios espera que él cuide y vele por ella (Ef.5:28-29). Además, es importante destacar, que Pablo habla de una sumisión general en Ef.5:21, en donde todos son llamados a la obediencia, para luego entrar al orden dentro del plan de Dios. Así que todos son llamados dentro de la estructura familiar a colocarse dentro del plan o el propósito de Dios.


¿Qué encontramos en la Biblia sobre la sumisión?


1) La sumisión es enseñada y ejemplificada en la Biblia.

Cristo y su relación con el Padre son el mejor y mayor ejemplo de lo que es y de lo que implica la sumisión. Cristo no se sujetó al Padre porque éste fuera superior a él, sino que la sujeción representa la unidad y el orden conforme al propósito dentro de la Deidad. Por tal razón, el modelo de Dios ha de ser nuestro modelo.


2) La sumisión es la voluntad Dios y por consiguiente, un mandato.

Nuestro Dios es un Dios de orden, por tal razón, las cosas tal y como él las estableció son mejores. La sumisión en las relaciones no es una opción para el creyente, es su voluntad y ha de ser acatada con prontitud. Esto claramente significa que la sumisión es un mandato y no una sugerencia.


3) La sumisión no es posible sin la asistencia del Espíritu Santo.

Nadie que no desee someterse a Dios podrá someterse a los demás. Es por este motivo, por lo que hay dolor y caos dentro de la familia que Dios creó. Son pocos los que hoy buscan someterse a Dios, aunque parece ser que no existe problema en someterse al mundo. Es por tal razón, que Pablo precediera en Ef. 5:18 a hablar de la necesidad de ser llenos del Espíritu Santo.


4) La sumisión trae bendición y realización.

La única manera de hallar realización es sometiéndonos al orden establecido por Dios. Sólo cuando hacemos lo que él dictaminó podemos disfrutar y entender su designio. El sometimiento a Dios y por consiguiente, a su orden, lejos de traer presión y frustración sobre nuestras vidas, traerá bendición.


En Efesios 5: 21-33, Pablo presenta los 7 principios que deben regir el matrimonio cristiano.


1. El Principio de Orden - Cristo es la cabeza de la Iglesia (v.23).

El marido es cabeza de la mujer (v.23) 1Co.11:3-16. Cuando el marido no funciona como cabeza del hogar, el cuerpo se verá afectado, al igual que si nuestro cuerpo, no respondiera a la cabeza.


2. El Principio de Unidad - La Iglesia y Cristo son uno (v.23 y 30).

El hombre y la mujer son uno (v.28, 30,31 y 33). La mujer es parte del hombre y el hombre es parte de la mujer (Gn.2:23; Mt.19:5; Mr.10:7-8; 1Co.6:16; Ga.3:28).


3. El Principio de Autoridad – La mujer está sujeta a su propio marido (v.22 y 24).

El marido asume su rol de sacerdote del hogar y la mujer el de ayuda idónea. (1P.3:1,5; Ro.7:2; Col.3:18; Tito 3:5; 1P.3:7).


4. El Principio del Amor - Cristo vive amando la Iglesia (v.25 y 27).

El marido debe vivir amando a su esposa como Cristo amó a la Iglesia (v.25, 28 y 33) Col.3:19. La sumisión forzada no es sumisión, sino esclavitud. Por ende, la sumisión debe estar centrada en el orden, pero motivada por el amor.


5. El Principio de Responsabilidad - Cristo sustenta y cuida a la Iglesia (v.29).

El marido ha de sustentar y cuidar de su esposa (v.29) 1Co.7:33-34.


6. El Principio de Sumisión - La Iglesia ha de respetar los mandatos de Cristo (v.24).

La mujer debe respetar a su esposo, tanto como el hombre debe amar a la iglesia (v.29) 1P.3:2; Ester 1:17.


7. El Principio de Entrega - Cristo se entregó en vida por su Iglesia (v.25 y 27).

El marido ha de vivir una vida entregada al desarrollo y bienestar de su esposa (v.25 y 28).


Conclusión  

La carta a los Efesios 5: 21-33, nos dice referente al matrimonio, que si no nos sometemos al orden de Dios, estaremos esclavizados a vivir una vida sin bendición. La solución está en reconocer el diseño de Dios y en disponernos a vivir de acuerdo a él.

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