¿Se expresaron Jesús y los apóstoles sobre la conducta homosexual en el Nuevo Testamento?
Por: Rev. Gilberto Rufat
Introducción
En nuestros días, parte de la agenda homosexual consiste en levantar una defensa sobre la base de que Jesús no se pronunció en contra del homosexualismo. Además, este grupo y algunos simpatizantes señalan que el Nuevo Testamento tampoco se expresa en contra de la misma. Pero, ¿es cierto que el Nuevo Testamento no contiene referencias sobre la pecaminosidad de dicha conducta?
Empezaremos por señalar que los que favorecen la conducta homosexual o cualquiera de sus ramificaciones desconocen o ignoran el contenido del Nuevo Testamento o deliberadamente levantan una falsa defensa, tristemente amparados en que gran parte de la audiencia a la cual buscan impactar (cambiar), al no conocer los escritos del Nuevo Testamento, le parecerá que los argumentos presentados por estos son favorables.
El Nuevo Testamento y la Conducta Homosexual
#1 - La base de la estructura familiar fue ratificada por Jesús.
“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” (Génesis 1:4-6)
Cuando a Jesús le preguntaron sobre el tema del divorcio en Mateo 19, éste claramente se pronunció a favor de lo instituido por Dios, estableciendo que nada había cambiado. Jesús definió la familia como la unión entre un hombre y una mujer, basado en que Dios mismo, en el principio, así lo había fundado. Además, expresó que nadie debía alterar lo establecido y ordenado por Dios; “lo que Dios juntó, no lo separe el hombre”, esto significa, la unión entre un hombre y una mujer.
#2 - La carta a los Romanos muestra que dicha conducta es una contra natura.
“Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” (Romanos 1:26-27)
La carta a los Romanos afirma que la conducta homosexual es un pecado. De hecho, Dios le llama un acto vergonzoso y uno en contra de la propia naturaleza del ser humano. Quién iba a pensar que tal clase de acto se convertiría en uno atractivo para un hombre y un medio para “expresar amor”, pues el acto íntimo debe ser el desenlace del cariño y el afecto que los esposos comparten. Años atrás, la homosexualidad era considerada una enfermedad. Hasta los años 70, figuraba en los manuales de psiquiatría como un trastorno mental. La pura verdad es que sólo una mente reprobada y entregada a la inmundicia, como Pablo le llama en la epístola a los Romanos, puede distorsionar y cambiar lo creado por Dios.
#3 - Pablo afirma que algunos creyentes habían sido homosexuales, pero que ya no lo eran.
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1Corintios 6:9-11)
En la primera carta a los Corintios, el apóstol Pablo se refiere a la conducta homosexual como una contraria a la voluntad de Dios. Éste, dejó fuera de toda duda, que “…ni los afeminados, ni los que se echan con varones…”, entre otros, tendrían acceso al reino de Dios. Sin embargo, Pablo dice que algunos de ellos habían participado de esa conducta en otro tiempo, “…y esto erais algunos…”.De manera, que los que habían practicado esta conducta en el pasado, ya no la practicaban. Porque “habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”
Por consiguiente, el apóstol dice que el Señor les había limpiado y santificado. La pregunta que deberían contestar los que están a favor de tal asunto es, ¿de qué habían sido limpiados y para qué habían sido santificados? Pues, si la conducta homosexual, como algunos aseguran es un derecho, esto no tendría ningún sentido.
#4 - Judas le llamó un vicio contra natura, claramente castigado en el pasado por Dios y puesto como ejemplo para nosotros hoy.
“como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.” (Judas 7)
Contrario a la interpretación de la agenda homosexual sobre la verdadera naturaleza del juicio sobre Sodoma y Gomorra, Judas estable que sufrieron “el castigo del fuego eterno” por haber “fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza”. Más aún, éste afirma que “fueron puestas por ejemplo” de juicio para los demás. Por ende, quien le dice lo contrario, contra lo establecido por Dios se rebela.
Conclusión
Finalizo llamado su atención sobre un asunto que considero más peligroso que el primero (el tema sobre si la homosexualidad es un pecado) y es el claro desprecio y alejamiento de lo que enseña la Biblia. El cristianismo, en nuestros días parece distanciarse a pasos agigantados de lo que una vez fue su fundamento. Los creyentes somos llamados a conformarnos con lo que la Biblia dice y punto. La base de nuestra autoridad y práctica radica en lo que establece la palabra de Dios y no en las opiniones o especulaciones de los hombres, basadas en lo que Pablo llama “pasiones vergonzosas” (Ro.1:26). Cuidado con caer en la trampa, pues no se trata de opiniones, sino de un claro rechazo a lo establecido por Dios.
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