miércoles, 9 de julio de 2014

Clama en el desierto - Marcos 1:3

"Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas." (Marcos 1:3)

Nuestro ministerio como creyentes no es diferente al que tuviera Juan el Bautista. Hoy, el evangelio parece ser predicado en desiertos, producto de la apatía y alejamiento de los hombres de Dios.

Es nuestro deber preparar el camino, esto es, presentar el evangelio sin diluirlo, dejándole los resultados a la obra del Espíritu Santo de Dios.

Además, nos corresponde allanar el camino mediante una vida santa que presente un testimonio claro de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas, al igual que lo hizo Juan.

Es un privilegio y una gran responsabilidad a lo que hemos sido llamados como iglesia. Así que nos corresponde cumplir con nuestro llamado, cueste lo que nos cueste. Es hora de levantarnos y entender, que seguimos siendo la sal de la tierra y la luz del mundo, según el plan y el modelo de Dios.

pastor Gilberto Rufat

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