lunes, 2 de diciembre de 2019

Siete características fundacionales de la iglesia - Mateo 16:18-20 (parte 1)


Tema: Siete características fundacionales de la iglesia (parte 1)

Base bíblica: Mateo 16:18 al 20

Introducción:

En Mateo 16:13 al 17 vimos la importancia de la doctrina de la Cristología. Mientras Jesús caminaba con sus discípulos por las aldeas de la ciudad de Cesarea de Filipo, les preguntó ¿quién él era para ellos? La contestación a dicha pregunta es extremadamente importante para el cristianismo, por cuanto el evangelio permanece sobre la veracidad de Jesucristo o cae bajo la falsedad del mismo.

En Mateo 16:18 al 20 veremos cómo la pregunta de Jesús a sus discípulos está ligada a la eclesiología, es decir, la doctrina de la iglesia. Porque sobre la persona de Jesucristo y su obra redentora está constituido el remanente escogido por gracia que sería salvo desde antes de la fundación del mundo. La iglesia representa la asamblea o congregación de los santos.

Creemos que Mateo 16:18 al 19 presenta siete características fundacionales de la iglesia. Las mismas son las siguientes:

  1. Jesús es la roca o piedra angular de la iglesia.
  2. Jesús es el dueño de la iglesia.
  3. Jesús es quien edifica a su iglesia.
  4. Jesús le ha dado autoridad a la iglesia para cumplir su misión.
  5. La centralidad del evangelio de Jesucristo como el único medio de salvación en la iglesia.
  6. La responsabilidad de los ancianos de velar por la comunión en la iglesia.
  7. La autoridad de los ancianos en el ejercicio de la disciplina en la iglesia.

Exposición del texto:

Mateo 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Mateo 16:18 puede ser bosquejado de la siguiente manera: 

1) ¿Qué es la iglesia?
2) ¿Quién es la roca de la iglesia?
3) ¿A quién le pertenece la iglesia?
4) ¿Quién edifica a la iglesia?
5) ¿Qué significa que las puertas del Hades no prevalecerán contra ella?

Comenzaremos por definir qué es la iglesia. Es importante observar que los discípulos no le preguntaron a Jesús qué era la iglesia. La razón por la que no le preguntaron a Jesús sobre el significado del término griego “ekklesia” o iglesia es porque los discípulos estaban familiarizados con el mismo.

¿Cómo podían los discípulos conocer el término iglesia si este no aparece en el Antiguo Testamento? La contestación a la pregunta es la siguiente. Unos 250 años aproximadamente antes de Cristo, bajo el reinado griego de Ptolomeo II Filadelfo (285 al 246 a. C.) se llevó a cabo en la ciudad de Alejandría la traducción del Tannak hebreo al griego. La traducción se origina porque los griegos querían poseer en su biblioteca en Alejandría una copia de los libros sagrados del pueblo judío. A esta versión del Antiguo Testamento al griego se le llama la Septuaginta. El nombre proviene de la labor de traducción realizada por aproximadamente 70 traductores judíos. En esta traducción, la palabra “ekklesia” aparece unas 77 veces. El término “ekklesia” se usó para traducir la palabra hebrea “qahal, que proviene de una raíz que significa convocar. Normalmente es usada para designar a la asamblea o a la congregación del pueblo de Israel. Siendo siempre la misma una representación del pueblo congregado por Dios o de la asamblea reunida de los santos. Entre los griegos, la “ekklesia” representaba el cuerpo de ciudadanos de la metrópoli que no habían perdido sus derechos cívicos, los cuales eran convocados para considerar asuntos del estado.

Si la palabra “ekklesia” era ya conocida, entonces ¿de dónde proviene la enseñanza de que la iglesia se origina en el Nuevo Testamento? El énfasis de la iglesia como algo nuevo y diferente al pueblo de Dios del Antiguo Testamento proviene de la influencia en nuestros días de la doctrina dispensacionalista pretribulacionista o mejor conocida como la doctrina del rapto secreto. Porque para este sistema hermenéutico es indispensable hacer una distinción o separación entre Israel y la iglesia.

¿Enseñanza el Nuevo Testamento que la iglesia es un pueblo separado o distinto del pueblo profetizado en el Antiguo Testamento que sería salvo en los días del Mesías? La contestación a esta pregunta es no, no puede ser sostenido, pues es una falsa enseñanza.

El Nuevo Testamento no afirma que la iglesia sea un pueblo nuevo, sino que es el cumplimiento de las profecías del pueblo que sería rescatado en los días del Mesías (1 Pedro 2:9 al 10). Lo que el Nuevo Testamento enseña es que la introducción de los gentiles bajo el mismo pacto revelado por Dios a Abraham y bajo las mismas promesas era un misterio no revelado (Efesios 3:1 al 11). Sin embargo, dicho misterio estaba contenido en el Antiguo Testamento esperando el momento para ser revelado, como Pablo lo afirma en las cartas a los Romanos 4:9 al 12 y a los Gálatas 3:8 al 9, respectivamente.

La palabra “ekklesia” (G1577) es utilizada en el Nuevo Testamento en 111 versículos y aparece en 115 ocasiones. El vocablo griego “ekklesia” proviene de una palabra compuesta por “ek” y “Klesis”. El significado de “ek” representa la acción de mover algo hacia afuera”; mientras que “klesis” significa llamar en voz alta. La “ekklesia” representa a todos los llamados por Dios a salir del reino de las tinieblas para ser trasladados al reino de su amado Hijo Jesucristo. R. T. France asevera en su comentario al evangelio de Mateo que el término griego “ekklesia” nunca denota una estructura física en el Nuevo Testamento, sino que siempre se refiere a una comunidad de personas. En el Nuevo Testamento, la palabra “ekklesia” significa tanto la totalidad de los santos llamados a salvación a través de toda la historia, así como una referencia a la iglesia local.

Ejemplos del uso de la palabra “ekklesia” en el Nuevo Testamento, a continuación:

  • El uso de “ekklesia” en Hechos 7:38 como una referencia al pueblo de Israel.
  • El uso de “ekklesia” en Hechos 19:39 como una asamblea reunida.
  • El uso de “ekklesia” en Hebreos 2:12; 12:23 como la congregación de los santos o la iglesia.

Definimos la iglesia como el cumplimiento del remanente profetizado que sería salvo a través del ministerio del Mesías enviado por Dios. La misma está constituida por todos los redimidos a través de la fe en Jesucristo, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. La iglesia se compone de los llamados a salvación que Dios escogió por el puro afecto de su voluntad en la eternidad. La misma representa a la asamblea de los santos reunidos en Cristo Jesús para ser justificados y adoptados como su pueblo.

Primera característica fundacional de la iglesia en Mateo 16:18
  
  1.  Jesús es la roca o la piedra angular de la iglesia: “esta roca”

Mateo 16:18 puede ser interpretado de varias formas.

  • Pedro es la roca.
  • Jesús es la roca.
  • Los apóstoles son la roca.
  • La enseñanza de los apóstoles sobre la persona de Jesús es la roca.

La Iglesia Católica Apostólica Romana históricamente ha interpretado al apóstol Pedro como la piedra a la que Jesús hace referencia. Algunos comentaristas bíblicos han llegado a la misma conclusión, identificado a Pedro como la roca, aseverando que él es a la fe cristiana, lo que Abraham es para el judaísmo.

Algunas de las razones que podrían llevarnos a identificar a Pedro como la roca son las siguientes:

1) El acercamiento al texto o la exégesis que hagamos sobre el mismo.

2) El que Pedro inicia el listado de los doce apóstoles escogidos por Jesús en Mateo 10:2.

3) El papel protagónico de Pedro sobre los demás discípulos en Mateo.

4) El liderato de Pedro presentado en el evangelio de Juan posterior a la resurrección de Jesús. Algunos de los apóstoles lo siguen y Jesús le pide que pastoree a su rebaño.

5) En el libro de los Hechos, es Pedro quien busca completar el círculo apostólico y quien se destaca por ser el primer predicador entre los doce.  

A continuación, expondremos diez razones de por qué Jesús es la roca y no Pedro. Reconocemos que el texto de estudio presenta varios retos en su interpretación. No obstante, creemos poder llegar a una interpretación clara acerca del mismo. En nuestra exégesis partiremos del contexto de Mateo 16:18 al 20, del contenido general de dicho evangelio y del resto de los demás libros de la Biblia. ¿Por qué esto es importante? Porque la interpretación correcta de un pasaje no puede entrar en materia de contradicción con el resto de los libros de la Biblia.

Los diez argumentos sobre por qué Jesús es la roca y no Pedro:

1- Desde Génesis 3:15, Jesús es presentado como el salvador del pueblo de Dios.

En Génesis 3:15, Jesús es el hijo de la simiente de la mujer. En Génesis 12:3, Jesús es la simiente anunciada a Abraham en la cual serían benditas todas las familias de la tierra. En Deuteronomio 18:15, Jesús es el profeta anunciado por Moisés que Dios levantaría y al cual el pueblo oiría. En 2 Samuel 7:12 al 16, Jesús es el rey eterno anunciado a David. En Mateo 1:23, Jesús es el cumplimiento de todo lo anterior, él es Emanuel Dios con nosotros.

2- Jehová es la roca de su pueblo en el Antiguo Testamento y el Mesías, la piedra angular.

Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; (2 Samuel 22:2)

El Mesías es profetizado en Isaías como la piedra del santuario o el templo de Jehová y como la piedra en la cual muchos caerían o tropezarían para perdición.

Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén. (Isaías 8:14)
por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure. (Isaías 28:16)

3- Jesús ya había identificado a Simón hijo de Jonás como Pedro o Cefas.

Algunos suponen que Pedro se convirtió en la roca al declarar que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios viviente. El problema con tal conjetura es que olvida que en Juan 1:40 al 42 ya Jesús había llamado a Simón como Pedro aproximadamente dos años antes de Mateo 16:18.

Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro). (Juan 1:42)

Además, debemos notar que Jesús le llamó Pedro a Simón cuando este ni tan siquiera sabía quién él era.

4- En Mateo 7:24 al 27, Jesús es la piedra sobre la que construye el hombre prudente.

En el cierre del famoso sermón del monte, Jesús proclamó ante la multitud reunida que él es la roca sobre la cual el hombre prudente es salvo.

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. (Mateo 7:24 al 25)

De la misma manera, Jesús señaló que el rechazo a su mensaje constituía un acto de insensatez por el cual muchos perecerían.   

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. (Mateo 7:26 al 27)

5- En Mateo, Jesús es el verdadero templo de Dios.

En Mateo 12, Jesús afirmó ser mayor que el templo remodelado por Herodes el Grande.

Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. (Mateo 12:6)

La importancia de tal afirmación radica en que el templo y todo lo que fue ordenado por Dios, era sombra de lo que debía acontecer en el verdadero Templo de Dios, Jesucristo. Por esta razón, Jesús en Juan 2 expresó lo que sigue:

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. (Juan 2:19)
que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. (Mateo 26:61)

El autor de la carta a los Hebreos nos ayuda a entender la importancia de que Dios levantaría el verdadero templo para salvación de su pueblo (Hebreos 10:1-12). El mismo es confirmado en Juan 1:14 cuando dice:

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14)

La expresión habitó entre nosotros es levantó tabernáculo sobre los hombres. Según el Diccionario Vine, la palabra habitó del griego “skenoo” (σκηνόω, G4637) significa plantar una tienda (skene). Este término se traduce «extenderá su tabernáculo» en Apocalipsis 12:6. Jesús es el templo y la piedra angular del mismo.

6- El contexto anterior y posterior a Mateo 16:13 al 20 no permiten concluir que Pedro sea la piedra.

En el contexto previo, Pedro es bienaventurado en el sentido de que Dios el Padre le ha dado a conocer a su Hijo. Esta bienaventuranza no es exclusiva de Pedro, la misma le es otorgada a toda la iglesia. Nadie llega a ser parte del cuerpo de Cristo, sin conocer y poner su confianza en Jesucristo.

En el contexto posterior, Pedro comenzó a reconvenirle a Jesús, a quien acababa de reconocer como el Señor, que tuviera compasión de sí mismo y que no fuera a Jerusalén a morir.

Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. (Mateo 16:22 al 23)

¿Cómo ante este cuadro claro podemos suponer o creer que Jesucristo dejaría su iglesia en manos de un hombre que él mismo reprendería, por cuanto no entendía la necesidad de su muerte?

7- Pedro enseñó que la roca es Jesucristo.

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. (Hechos 4:11)  
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, (1 Pedro 2:4)
Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado. Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo; y: Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados. (1 Pedro 2:6 al 8)  

8- Pablo enseñó que la roca es Jesucristo.

¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo, como está escrito: He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída; Y el que creyere en él, no será avergonzado. (Romanos 9:32 al 33)  
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. (1 Corintios 10:4)
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, (Efesios 2:20)

9- La historia de la iglesia no presenta a Pedro como la roca.

La carta a los Gálatas y el libro de los Hechos contradice la interpretación de que Pedro fuera la roca sobre la cual la iglesia es edificada. De los pasajes a continuación se desprende que Pedro era considerado un líder de la iglesia, pero no la roca.

y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. (Gálatas 2:9)

Es de conocimiento general que el líder de la iglesia de Jerusalén era Jacobo, el medio hermano de Jesús. Es este en el concilio de Jerusalén quien luego de escuchar los argumentos establece los parámetros para no obstaculizar la salvación de los gentiles.

Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.  Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:  Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,  Para que el resto de los hombres busque al Señor, todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,  Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.  Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre.  (Hechos 15:13 al 20)

Gálatas 2 corrobora que el líder de la iglesia de Jerusalén era Jacobo.

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. (Gálatas 2:11 al 13)

Vemos también cómo Pablo corrige a Pedro por su mal testimonio y cómo lo instruye en la doctrina de la justificación por la fe.

Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. (Gálatas 2:14 al 16)

Si Pedro es la roca como algunos afirman, entonces el incidente narrado en Gálatas 2:11 al 16 es uno sumamente vergonzoso.

10- Juan presenta a los doce apóstoles como el cimiento del muro de la ciudad de Dios.

En Apocalipsis 21, el apóstol Juan presenta a los apóstoles como el cimiento del muro de la ciudad de Dios.

Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. (Apocalipsis 21:14)

Note que los apóstoles son el cimiento de la ciudad o el pueblo de Dios porque después de la destrucción del templo de Jerusalén en el año 70 d. C., no hace falta un templo, pues Jesús es el tabernáculo verdadero de Dios entre los santos (Apocalipsis 21:3).

Conclusión:

Concluimos que Jesucristo es la piedra angular de la iglesia (Hechos 4:11). Que la enseñanza de los apóstoles es el fundamento de la misma (Hechos 2:42) y que la iglesia es la asamblea o la congregación de todos aquellos que proceden en arrepentimiento y en fe al evangelio de Jesucristo.

Por: Pastor Gilberto Miguel Rufat

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