La Depravación Total
Por: Pastor Gilberto
Rufat
I.
Exposición
de la doctrina
A.
La doctrina de la depravación total es conocida
también como la inhabilidad total como suele llamarle Loraine Boettner o la corrupción
radical como le llama R. C. Sproul. Esta doctrina analiza el resultado de la
caída de Adán, así como de sus consecuencias para la posteridad (la humanidad).
B.
La doctrina de la depravación total afirma que
todo ser humano a partir de la caída nace con la corrupción del pecado, la cual
es una inherente a su ser. De manera, que el ser humano es llamado pecador no
porque peca, sino porque es un pecador. En otras palabras que peca, porque esa
es su naturaleza.
C.
La doctrina de la depravación total no pretende
enseñar que los seres humanos son lo más depravados que podrían ser, sino que
apunta al estado de corrupción que abarca la totalidad del ser. Siendo así, el
hombre en su estado natural siempre se inclinará en una medida u otra al mal.
D.
La doctrina de la depravación total no pretende
enseñar que el ser humano no pueda expresar amor, bondad y algún tipo de actividad
moral, entre otros, pues el hombre aunque caído, fue creado a imagen y
semejanza de Dios (Gn. 1:26-27; Ecl. 7:29). Lo que expone es que todos y cada
uno de los actos de los hombres solamente pueden ser expresados en un plano
horizontal, esto es, con relación a otros hombres, pero nunca de manera
vertical, con relación a Dios, como veremos clara y contundentemente en Romanos
3:10-18.
E.
La doctrina de la depravación total es
consecuente con la manifestación de la ira de Dios, sobre los hijos de
desobediencia (Ro. 1:18-32; Ef. 2:1-3). La cual evidencia que el curso natural
del hombre en su estado natural no es hacia la luz, sino hacia las tinieblas. Y
que dicho hombre, no sólo viola la ley de Dios, sino que se complace con los
que lo hacen.
II.
La
causa de la depravación
La doctrina de la depravación total tiene su raíz o génesis en la desobediencia
registrada en el capítulo tres del libro de Génesis, en donde Adán sin razón y
sin ser engañado (1Tm. 2:14), desobedeció el claro mandamiento de Dios,
trayendo sobre sí mismo y sobre toda la humanidad el pecado.
Por tanto, como el pecado entró
en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron. (Romanos
5:12)
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo
todos serán vivificados. (1Corintios 15:22)
III.
Los
efectos de la depravación total
Debemos entender que para que algo
pueda ser declarado como bueno bíblicamente, debe satisfacer al menos tres
cosas importantes:
A.
Debe ser hecho de acuerdo a la ley de Dios.
B.
Debe hacerse con fe en Dios.
C.
Debe ser realizado para la gloria de Dios.
De lo cual, solo el aspecto moral,
el de estar de acuerdo con alguna ley podría ser realizado por el hombre en su
estado natural, pero nunca por fe y mucho menos para la gloria de Dios.
Romanos 3:10-18 describe el alcance
de la caída de la siguiente manera:
1-
No hay un solo hombre justo. (v.10)
2-
No hay un solo hombre que entienda. (v.11)
3-
No hay un solo hombre que busque a Dios. (v.11)
4-
Todos los hombres se apartan de Dios. (v.12)
5-
No hay hombre que haga lo bueno. (v.12)
6-
Sus actos evidencian su corrupción. (v.13-16)
7-
No tienen paz en su corazón. (v.17)
8-
No hay temor de Dios en ellos. (v.18)
En fin, podemos ver, que el
resultado de la caída de Adán (Ro. 5:12; 1Co. 15:22) afecto la naturaleza del
hombre de manera que todos pecaron y fueron destituidos de la gloria de Dios
(Ro. 3:23), siendo la paga del pecado, la muerte. (Ro. 6:23).
Por consiguiente, la doctrina de
la depravación total es necesaria a fin de entender la necesidad de la obra de salvación
de Dios en Cristo. Además de ser la única explicación coherente, consistente y
correspondiente con la Escritura, sobre el por qué Dios eligió salvar a los que
según el puro afecto de su voluntad escogió (Ef. 1:5). Ya que sin su intervención,
todos los hombres se hubiesen perdido para siempre en una eternidad sin Dios
(2Ts. 1:9).
IV.
Referencias bíblicas de la doctrina
Génesis 2:17
“mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día
que de él comieres, ciertamente morirás.”
Génesis 6:5 “Y vio Jehová que
la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los
pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.”
Génesis 8:21 “Y percibió Jehová
olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más a maldecir la tierra
por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su
juventud; ni volveré más a destruir todo ser viviente, como he hecho.”
Job 14:4 “¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.”
Salmos 51:5 “He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.”
Proverbios
30:12 “Hay
generación limpia en su propia opinión, Si bien no se ha limpiado de su
inmundicia.”
Jeremías
13:23 “¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus
manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer
mal?”
Jeremías
17:9 “Engañoso
es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”
Juan 3:3 “Respondió
Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,
no puede ver el reino de Dios.”
Juan 3:19 “Y esta es la condenación: que la luz vino al
mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran
malas.”
Juan 6:44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me
envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Juan 5:21 “Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también
el Hijo a los que quiere da vida.”
Juan 6:65 “Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere
dado del Padre.”
Romanos 3:10-12 “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay
quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se
hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
Romanos 5:12 “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron.”
1 Corintios 2:14 “Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.”
2 Corintios 1:9 “Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de
muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a
los muertos”
Efesios 2:1-3 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais
muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del
aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los
cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra
carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
Efesios 2:12 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin
Dios en el mundo.”
Apocalipsis 9:20-21 “Y los otros
hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de
las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes
de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver,
ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus
hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”
Apocalipsis 16: 9-11 “Y los hombres se
quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder
sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. El quinto ángel
derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se cubrió de tinieblas,
y mordían de dolor sus lenguas, y blasfemaron contra el Dios del
cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.”
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