lunes, 4 de enero de 2021

La abominación desoladora (parte 4) - Mateo 24:21-28

Mensaje: La abominación desoladora (parte 4)

Base bíblica: Mateo 24:21-28

Por: Pr. Gilberto Miguel Rufat

Introducción

Mateo 24:1-3 muestra el momento en el que se desarrollan las preguntas de los discípulos que dan paso a la profecía del monte de los Olivos. Mateo 24:4-14 presenta las señales o los dolores de parto que precederían a la abominación desoladora. La clave para comprender la profecía se encuentra en Mateo 24:15-28, porque en estos pasajes vemos la relación de esta profecía con el libro de Daniel y especialmente con los eventos asociados al cuarto imperio gentil, Roma. Los tres versículos claves son Mateo 24:15, 21 y 27 por las razones siguientes:

Mateo 24:15 está ligado a la destrucción del templo en Daniel 9:26.

Mateo 24:21 está relacionado a los días de gran angustia en Daniel 12:1.

Mateo 24:27 está asociado a la toma del reino por el Hijo del Hombre en Daniel 7:13-14.

Exposición del texto

21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. 22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

Mateo 24:21-22 hace referencia a Daniel 12:1

(Daniel 12:1) En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

Mateo 24:21

Daniel 12:1

"habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora"

"será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces"

Cuando Dios le reveló a Daniel el tiempo de angustia que vendría sobre su pueblo, le dijo: "cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin" (Daniel 12:4). El tiempo del fin que se le profetiza a Daniel en Daniel 12 vendría como el resultado de la obra que haría el Mesías Príncipe según Daniel 9 y no el fin del mundo. Era el fin que daría lugar al periodo del reino del Mesías Príncipe.  

Daniel 12: 1 afirma que en el tiempo de angustia que vendría se levantaría Miguel. El único libro del Antiguo Testamento en el que se halla a Miguel viniendo en auxilio del remanente de Judá escogido por gracia es en el libro de Daniel. Además, Daniel 10:13 y 10:21 hacen referencia a Miguel.

Dn. 10:13 Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.

Dn. 10:21 Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.

Miguel es llamado el príncipe del pueblo de Dios o el arcángel protector. Hebreos 1:14 enseña que Dios apartó unos ángeles para servir en favor de aquellos que heredarían salvación. Es posible que Miguel sea el arcángel encargado de dichos ángeles. En el Nuevo Testamento, Miguel solamente aparece en la carta de Judas y en el libro de Apocalipsis.

Jud. 1:9 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.

Ap. 12:7 Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;

Para propósitos de nuestro estudio de Mateo 24, Apocalipsis 12:7 es importante porque en Apocalipsis, Juan recibe la profecía final sobre los eventos relacionados con la venida en juicio del Hijo del Hombre, en la cual Miguel se levantaría para proteger al remanente de Israel escogido por gracia.

23 Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. 24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. 25 Ya os lo he dicho antes. 26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.

El historiador Paul L. Maier es su libro Los Escritos Esenciales, una obra que resume las dos obras más importantes del historiador judío Flavio Josefo a saber: Antigüedades de los Judíos y Las Guerras de los Judíos, señala lo siguiente:

Numerosos falsos profetas engañaron al pueblo en este momento. Fueron contratados por los tiranos para instar a la gente a esperar la ayuda de Dios y así evitar que desertaran. Antes del sitio, sin embargo, habían aparecido presagios que presagiaban la inminente devastación, pero los judíos habían desatendido estas advertencias de Dios. Una estrella parecida a una espada pendía sobre la ciudad, y también un cometa que duró un año. Y justo antes de la revuelta, cuando la gente se estaba reuniendo para la fiesta de los Panes sin Levadura, una luz brillante brilló alrededor del altar durante la noche e iluminó el santuario durante media hora. La gente pensó que esto era un buen augurio, pero los escribas sagrados les dijeron lo contrario. Una vaca parió un cordero en el patio del templo, y la puerta oriental del patio interior, que estaba sujeta con barras de hierro y era tan pesada que se necesitaron veinte hombres para moverla, se abrió por sí sola durante la noche. Y en la fiesta de Pentecostés, cuando los sacerdotes entraron en el patio interior del templo, oyeron un gran ruido, y después las voces de una multitud que decían: "¡Nos vamos de este lugar!"

Pero otro presagio fue aún más alarmante. Cuatro años antes de la guerra, mientras la ciudad disfrutaba de prosperidad y paz, un rudo campesino llamado Jesús, hijo de Ananías, vino a la fiesta de los Tabernáculos. Se puso de pie en el templo y gritó: “¡Una voz del oriente, una voz del occidente, una voz de los cuatro vientos, una voz contra Jerusalén y el santuario, una voz contra los novios y las novias, una voz contra todo el pueblo! " Día y noche caminaba por las calles con este grito. Algunos de los líderes arrestaron al tipo y lo golpearon, pero él solo siguió gritando como antes. Los magistrados lo llevaron ante el gobernador romano, quien hizo que lo azotaran hasta los huesos, pero él no suplicó misericordia ni derramó una lágrima, solo gritó a cada golpe: "¡Ay de Jerusalén!" Cuando Albino, el gobernador, le preguntó quién era, de dónde venía y por qué profería estos gritos, no respondió, sino que sólo repitió su canto fúnebre: "¡Ay de Jerusalén!" Durante siete años y cinco meses, continuando a lo largo de la guerra, mantuvo este grito, hasta que, haciendo sus rondas en la muralla durante el asedio, gritó con su voz penetrante: “¡Ay una vez más a la ciudad, al pueblo y al pueblo! ¡el templo!" Luego añadió de repente: "¡Y ay de mí también!" e inmediatamente fue golpeado por una piedra lanzada desde una ballesta.[1]

27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

Mateo 24:27 es relevante porque expone que la profecía que estaba por cumplirse relacionada con el libro de Daniel (Mt. 24:15), era la profecía acerca del Hijo del Hombre en Daniel 7:13-14. Existen varios aspectos significativos referentes al término Hijo del Hombre en Mateo y lo concerniente a su venida, los que pasamos a enumerar:

1- En Mateo, Jesús es el Hijo del Hombre.

2- En Mateo, el término el Hijo del Hombre aparece unas 32 veces en 30 versículos (Mt. 8:20; 9:6; 10:23; 11:19, 12:8, 32, 40; 13:37, 41; 16:13, 27-28; 17:9, 12, 22; 18:11; 19:28; 20:18, 28; 24:27, 30, 37, 39, 44; 25:13, 31; 26:2, 24, 45, 64).

3- Este término proviene de Daniel 7:13 y representa el cumplimiento del Rey prometido a la casa de David, de manera que en Mateo el enunciado Hijo del Hombre señala principalmente el carácter mesiánico y profético de Jesús y no únicamente su humanidad.

4- En Mateo, Jesús es tanto el Hijo del Hombre en su primera venida o ministerio terrenal, así como el Hijo del Hombre que regresaría en las nubes para castigar a Jerusalén. Mateo presenta al Hijo del Hombre en su ministerio terrenal 18 veces en 17 versículos a través de su evangelio. A continuación, algunos versículos como ejemplo:

Mt. 8:20 Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

Mt. 9:6 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.

Mt. 11:19 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría es justificada por sus hijos.

Mt. 18:11 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.

Por otro lado, Mateo presenta al Hijo del Hombre viniendo en juicio 14 veces en 13 versículos. Presentamos todos los pasajes en los que aparece regresando para propósitos de este estudio.

Mt. 10:23 Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre.

Mt. 13:41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,

Mt. 16:27-28 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.

Mt. 19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.

Mt. 24:27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Mt. 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Mt. 24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.

Mt. 24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Mt. 24:44 Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Mt. 25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Mt. 25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,

Mt. 26:64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

5- En el evangelio de Mateo los pasajes que hablan acerca de la venida del Hijo del Hombre en las nubes no utilizan la misma palabra griega para hablar de su venida. Las dos palabras griegas usadas son las siguientes:

a)      "ercomai" (ἔρχομαι, G2064), denota tanto ir como venir, significa el acto, en contraste con "jeko", que destaca el hecho de la llegada (Diccionario VINE). Aparece en Mateo 10:23; 16:27-28; 24:44; 25:13, 31; 26:64

b)      "parousia" (παρουσία, G3952), literalmente presencia (para, con, y ousia, un ser; de eimi, ser). Denota tanto una llegada como una consiguiente presencia. (Diccionario VINE). Esta aparece en Mateo 24:3, 27, 30, 37 y 39.

Análisis de lo expuesto

Es necesario destacar que la palabra parusía en Mateo no es sinónimo de la segunda venida de Cristo como muchos comentaristas afirman y como es presentado en diversos diccionarios bíblicos, entre otros. Esto no es exclusivo del libro de Mateo, sino que puede ser corroborado mediante un análisis de los pasajes en los que se usa la palabra parusía en el Nuevo Testamento. A continuación, algunos ejemplos de los 24 versículos en los que se halla dicho término en el Nuevo Testamento.

En 1 Corintios 16:17, Pablo se regocija de la venida (parusía) de Estéfanas.

En 2 Corintios 7:6, Pablo habla de la consolación que produjo la venida (parusía) de Tito.

En Filipenses 1:26 y 2:12 Pablo habla de su presencia (parusía) otra vez entre los filipenses.

En 2 Tesalonicenses 2:9, Pablo habla del advenimiento (parusía) del hombre inicuo, luego de haber hablado de la venida (parusía) de Jesucristo.

Se desprende de los ejemplos que la palabra parusía es usada de diferentes maneras, por lo que su uso no está limitado a la segunda venida de Jesucristo. Por esta razón, el Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, posiblemente la obra más importante académica sobre el significado de las palabras griegas, en el resumen teológico sobre la palabra "parousia" asevera lo siguiente:

El concepto de la παρουσία en el NT desafía toda sistematización. El particularismo judío es rechazado y el elemento sensual es mínimo, puesto que el principal interés es la comunión con Dios. La trascendencia divina supera la antítesis de los aspectos presentes y futuros del gobierno de Dios. El punto de viraje ha llegado ya, y la παρουσία será una manifestación definitiva en que el gobierno eterno de Dios se imponga a la historia. Cristo es la resolución de la tensión entre este mundo y el venidero, entre la esperanza y la posesión, entre el ocultamiento y la manifestación, entre la fe y la visión.

Por otra parte, algunos comentaristas dividen Mateo 24 y 25 en dos partes. De Mateo 24:1-35 afirman que habla de la venida en juicio del Hijo del Hombre contra Jerusalén. De Mateo 24:36 a Mateo 25:46 aseveran que hace referencia a la segunda venida de Jesucristo. El problema con tal división es que la palabra parusía en Mateo 24 se encuentra en cada una de las dos divisiones que estos hacen. Esto lo evidencia la tabla que sigue:

Uso de la palabra parusía en Mateo 24

 

Venida del Hijo del Hombre (Mt. 24:1-35)

Segunda Venida de Jesucristo (Mt. 24:36-25:46)

 

Mateo 24:3 – " qué señal habrá de tu venida"

Mateo 24:37 – "así será la venida del Hijo del Hombre"

Mateo 24:27 – " así será también la venida del Hijo del Hombre"

Mateo 24:39 – " porque el Hijo del Hombre vendrá"

Mateo 24:30 – "verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo"

 

Si como la mayoría de los exponentes del tema de la escatología afirman, la parusía es sinónimo de la segunda venida de Jesucristo, entonces los cinco versículos presentados en la tabla corresponderían a la segunda venida de Jesucristo. De modo que los proponentes de esta división tendrían que explicar cómo el significado de la palabra parusía en Mateo 24:3, 27 y 30 no se refiere a la segunda venida de Jesucristo, ya que según su propia división, estos corresponden al juicio sobre Jerusalén.

La división sugerida por estos proponentes presenta otro problema. El tema que abordan ambos capítulos en Mateo es la venida del Hijo del Hombre, por cuanto es inadmisible alguna división (Mt. 24:27, 30, 37, 39, 44; 25:13, 31).

Conclusión

Concluimos que la venida del Hijo del Hombre en las nubes es el tema de la profecía en Mateo 24 y 25 y que la misma no trata de la segunda venida de Jesucristo. Que Mateo 24 y 25 forman una unidad indivisible. Que la venida del Hijo del Hombre era el juicio contra la gran ciudad de Jerusalén. Que Jesús delimitó el tiempo de su cumplimiento a una generación (Mt. 24:34). Que dicha venida representa el tiempo de angustia en Daniel 12:1, el cual el apóstol Juan en Apocalipsis 12:7 ve que está próximo a ocurrir. Uno que en el libro de Apocalipsis forma parte del juicio contra la gran ciudad de Jerusalén, siendo el tema en Mateo 24, evento que sucedió en el año 70 d. C., tal y como Jesús lo profetizara.



[1] Paul Maier. Josephus, the Essential Works: A Condensation of Jewish Antiquities and the Jewish War (Kindle Locations 6182-6199). Kregel Academic. Kindle Edition.

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