lunes, 11 de enero de 2021

La abominación desoladora (parte 5) - Mateo 24:29-30

Mensaje: La abominación desoladora (parte 5)

Base bíblica: Mateo 24:29-30

Por: Pr. Gilberto Miguel Rufat

Introducción

Ya hemos visto cómo Mateo 24:1-3 muestra el momento en el que se desarrollan las preguntas de los discípulos, las que dan paso a la profecía del monte de los Olivos. También, las señales o los dolores de parto que precederían a la abominación desoladora en Mateo 24:4-14.

Establecimos que la clave para interpretar la profecía sobre el monte de los Olivos se encuentra en Mateo 24:15-28. ¿Por qué? Porque en estos pasajes Jesús establece la conexión de los eventos con el libro de Daniel. Aquellos eventos que estaban asociados a los días de la cuarta bestia o al cuarto Imperio romano.

Los tres versículos claves son los siguientes:

  • Mateo 24:15 está ligado a la destrucción del templo en Daniel 9:26.
  • Mateo 24:21 está relacionado a los días de gran angustia en Daniel 12:1.
  • Mateo 24:27 está asociado a la toma del reino por el Hijo del Hombre en Daniel 7:13-14.

Exposición del texto

29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.

Una objeción contra la posición preterista de Mateo 24 es que los eventos anunciados en Mateo 24:29 no han ocurrido porque vivimos en este mundo. El preterismo parcial o moderado es la posición escatológica que establece que algunas profecías ya tuvieron un cumplimiento histórico. En otras palabras, que Mateo 24:29 es interpretado por las demás escuelas escatológicas (no preteristas) como que dicha profecía es futura y señala el fin del mundo. Su argumento radica en que si todavía vivimos en el mundo, entonces Mateo 24:29 no pudo haberse cumplido como afirman los partidarios de la posición preterista.

Los cristianos bíblicos se apartan de las especulaciones, suposiciones y teorías, entre otras, porque "ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada" (2 Pedro 1:20). Esto significa que no se le puede asignar a la profecía nuestra interpretación privada o particular, sino que la Biblia es la que otorga el significado según Dios lo estableció.

Para esto, es necesario buscar en el Antiguo Testamento los pasajes que hacen uso de un lenguaje similar. Este ejercicio sirve al propósito de ver cómo estos pasajes son usados y cuál es su significado, lo que proveerá la base para interpretar Mateo 24:29 de manera objetiva y no subjetiva.

A continuación, algunos ejemplos:

(Isaías 13:9-10) He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. (profecía contra Babilonia)

(Isaías 34:4-5) Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera. Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio, y sobre el pueblo de mi anatema. (profecía sobre Edom)

(Ezequiel) 32:7-8 Y cuando te haya extinguido, cubriré los cielos, y haré entenebrecer sus estrellas; el sol cubriré con nublado, y la luna no hará resplandecer su luz. Haré entenebrecer todos los astros brillantes del cielo por ti, y pondré tinieblas sobre tu tierra, dice Jehová el Señor. (profecía sobre Egipto)

(Joel 2:30-31) Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. (profecía contra Judá)

Una observación cuidadosa de los pasajes citados muestra que presentan una especie de hipérbole profética en la que se señala un juicio de parte de Dios sobre una nación o un pueblo. Por ejemplo, Isaías 13:9-10 profetizaba el juicio de Dios contra Babilonia, así como Ezequiel 32:7-8 profetizaba el juicio de Dios contra Egipto. Ambos juicios ocurrieron en el pasado y presentan un lenguaje profético similar al de Mateo 24:29, sin embargo, no se referían al fin del mundo. ¿Por qué? Porque el lenguaje profético hace uso de diferentes figuras del lenguaje que no son interpretadas de manera literal, sino simbólica. Ciertamente el lenguaje visto en los pasajes expuestos alude a una gran tribulación, devastación o desolación, pero no significan que es el fin del mundo.   

Joel 2:19-20 usa un lenguaje similar al de Mateo 24:29, en el que el apóstol Pedro durante la fiesta de Pentecostés confirma que había llegado el tiempo de su cumplimiento. Ninguno de los judíos presentes interpretó lo dicho por Pedro como anunciando el fin del mundo. Nuevamente vemos que el evento se cumplió hace dos mil años y que el mundo no finalizó.

(Hechos 2:16-21) 16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; 18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 20 El sol se convertirá en tinieblas, Y la luna en sangre, Antes que venga el día del Señor, Grande y manifiesto; 21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

(Hechos 2:40) Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

De Hechos 2:16-21, 40 se desprenden las verdades siguientes:

  1. Aquella generación estaba viviendo en los postreros días.
  2. Los eventos sucederían en cadena. El Espíritu Santo fue derramado y posteriormente vendría el juicio.
  3. Pedro los mandó a huir de aquella perversa generación porque verían el juicio.
  4. Las señales de Joel anunciaban "el día del Señor, Grande y manifiesto".
  5. Durante el tiempo antes del juicio profetizado, un remanente sería salvo.

¿De qué manera podían ser salvos?

(Hechos 2:38) Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

(Hechos 2:39) Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

(Hechos 2:21) Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

La generación a la que Pedro se refiere está en Hechos 2:40, "esta perversa generación", es decir, a su generación. ¿Era aquella generación diferente a la descrita por Jesús en Mateo 24:30? No, aquella generación no era diferente a la descrita por Jesús en Mateo 24:30. Es irrefutable que Jesús y Pedro estaban hablando de los mismos eventos y que estaban dirigiéndose a la misma generación. Aquella generación que, según el profeta Joel 1:15; 2:1, 11; 3:14, vería "el día de Jehová".

Es imposible que Pedro esté afirmando en Hechos 2 el cumplimiento de los días de Joel con la llegada del Espíritu Santo y luego creer que haya una brecha o pausa profética de más de dos mil años para este juicio, menos aún cuando el apóstol los llamó a escapar de aquella perversa generación.  

Vemos también que el lenguaje expresado por Jesús en Mateo 24:29 está vinculado con el sueño que José tuvo en Génesis 37. 

(Génesis 37:5-11) 5 Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía. 6 Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: 7 He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío. 8 Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aun más a causa de sus sueños y sus palabras. 9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí. 10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? 11 Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.

Tanto los hermanos de José como su padre entendieron que el sol, la luna y las estrellas hacían referencia a su familia o a lo que más tarde sería llamado el pueblo de Israel. En Apocalipsis 12:1 se halla la misma imagen del sol, la luna y las estrellas e inequívocamente representa a Israel.

La historia de José presenta una tipología de la obra de Jesucristo, pues de la misma manera en que los hermanos de José y sus padres no entendieron que José sería utilizado por Dios para la provisión de ellos y la salvación de muchos, así también sucedería con la vida de Jesús. El alto liderato religioso judío envidiaría a Jesús, así como los hermanos de José lo envidiaron (Mt. 27:18). Según el padre de José meditaba en aquel sueño narrado por su hijo, María es descrita meditando sobre el mensaje recibido acerca de su hijo (Lc. 2:19). Al igual que los hermanos de José un día se doblegaron ante él, la Biblia afirma que todos tendrán que reconocer que Jesús es el Señor. Para unos, Jesucristo será Señor y Salvador, mientras para otros será el Señor que los enviará al infierno para condenación.

30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Otra objeción contra la posición preterista de Mateo 24 es que Jesús no ha aparecido todavía en las nubes. La premisa en la que descansa este argumento es que Mateo 24:30 demanda una aparición física de Jesús y que la misma no ha ocurrido. Es preciso permitir que la Biblia nos dé el significado de la frase "viniendo sobre las nubes".

A continuación, algunos ejemplos donde aparecen expresiones como estas en el Antiguo Testamento.

(Éxodo 34:5) Y Jehová descendió en la nube, y estuvo allí con él, proclamando el nombre de Jehová.

 

(Levítico 16:2) Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.

 

(Números 11:25) Entonces Jehová descendió en la nube, y le habló; y tomó del espíritu que estaba en él, y lo puso en los setenta varones ancianos; y cuando posó sobre ellos el espíritu, profetizaron, y no cesaron.

 

(Deuteronomio 33:26) No hay como el Dios de Jesurún, Quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda, Y sobre las nubes con su grandeza.

 

(Salmo 104:3) Que establece sus aposentos entre las aguas, El que pone las nubes por su carroza, El que anda sobre las alas del viento;”

 

(Isaías 19:1) Profecía sobre Egipto. He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos. (profecía de juicio contra Egipto)

 

(Nahúm 1:3) Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies. (profecía de juicio contra Nínive)

De los versículos citados previamente se desprende lo siguiente:

  1. La frase que alude a Jehová viniendo en la nube o en las nubes es una común en el lenguaje profético.
  2. Dicha expresión tiene un doble significado:

a) Representa la presencia de Dios a favor de su pueblo

b) Simboliza la presencia de Dios en juicio contra determinado pueblo o nación

El enunciado "aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo" en Mateo 24:30 significa que el cumplimiento de los eventos mostraría que Jesús estaba presente juzgando a Jerusalén.

Otra objeción contra la posición preterista de Mateo 24 es que según algunos académicos la expresión "entonces lamentarán todas las tribus de la tierra" habla del lamento del mundo en los días del fin del mundo.

La locución "entonces lamentarán todas las tribus de la tierra" es una clara referencia a Zacarías 12:10-14.

(Zacarías 12:10-14) 10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. 11 En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimón en el valle de Meguido. 12 Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; 13 los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; 14 todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí.

En primer lugar, Zacarías 12 señala que la liberación de Judá vendría por medio del cumplimiento de la promesa hecha a la casa de David (2 S. 7:12-14; Zac. 12:8). Indudablemente, Jesucristo es el cumplimiento de dicha promesa (Hch. 2:33-36). En segundo lugar, el pasaje describe que habría un lamento profundo como lo hubo ante la muerte del rey Josías (2 Cr. 35:20-25), tal y como acontecería cuando llegara el juicio anunciado según Apocalipsis 1:7. En tercer lugar, los linajes a los que la profecía de Zacarías 12 hace referencia es a los linajes de las tribus de Israel y no al mundo entero.  

El comentarista John L. Bray en su libro Mateo 24 Cumplido asevera lo siguiente:

…es importante que reconozcamos el hecho de que la mayoría de los pasajes del Nuevo Testamento que se utilizan generalmente para representar una venida de Cristo en nuestro futuro para juzgar al mundo, son en realidad pasajes que se refieren a la venida de Cristo que los discípulos esperaban en su generación (Mateo 24:34) y que Jesús había prometido que sucedería antes de que todos murieran (Mateo 16:28).[1]

Conclusión

Concluimos que Mateo 24:29-30 hace referencia a los eventos que sucederían como parte del juicio que vendría contra la ciudad apóstata de Judá, juicio que finalizaría con la destrucción del templo y que dichos eventos no representan la segunda venida de Jesucristo ni el fin del mundo.


[1] John L. Bray. Mateo 24 Cumplido (Kindle Locations 3497-3500). Kindle Edition.

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