martes, 29 de marzo de 2016

Los escogidos de Dios



Los escogidos de Dios


“¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.” (Romanos 8:33-34)

Sólo un ignorante y un rebelde se atreve a argumentar que la Biblia no enseña la doctrina de la elección divina. En la historia de la controversia teológica entre arminianos y calvinistas, el punto de conflicto consistía en la naturaleza de la elección. Los arminianos argumentaban que los elegidos representaban a todos los que en el pre-conocimiento de Dios creerían en Cristo; mientras que los calvinistas les refutaban diciendo que la elección era un acto de la soberana voluntad de Dios. Para unos, la elección era condicionada a la fe y para los otros, la misma era incondicionada. Romanos 8:33-34 contiene al menos tres verdades gloriosas e irrefutables acerca de la naturaleza y el propósito de la elección.

     1-     Dios escogió A algunos para salvación.

“¿Quién acusará a los escogidos de Dios?...”

Romanos 8:33 no habla de la salvación como lo que Dios escogió, sino de los que Dios escogió para salvación. Los escogidos, del griego ἐκλεκτός “eklektós” significa selecto; por implicación favorito: elegir, -ido, escoger, -ido. [James Strong, Nueva Concordancia Strong Exhaustiva: Diccionario (Nashville, TN: Caribe, 2002).]


     2-     El propósito de la elección es la justificación.

“…Dios es el que justifica…”

A los que Dios escogió, a esos justificó. Recordemos que la justificación nos trajo paz para con Dios (Ro. 5:1), porque representa el total perdón y absolución de nuestra condenación. Por ende, el argumento Paulino es que los que fueron justificados, jamás podrán ser condenados.


     3-     La base de la justificación de los elegidos es Cristo.

“…¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.”

La base de la justificación de los escogidos es la obra expiatoria de Cristo. De manera, que si Dios eligió la salvación para todos los hombres, entonces, todos tendrán que ser salvados, pues a los que escogió, Dios justificó. No puede existir un escogido que se pierda, por cuanto fue justificado por Dios, según este pasaje.

En mi país de nacimiento, Puerto Rico, bajo el estado de derecho, nadie puede ser juzgado dos veces por una misma acusación o delito, por el que ya fuera absuelto. Si ya fuimos totalmente perdonados en Cristo (justificados), entonces, nada, ni nadie nos podrá condenar.

Conclusión

La doctrina de la salvación no es una doctrina forzada, sino una necesaria en la obra de la salvación. Un Dios soberano no crea posibilidades, pues él determina lo que desea. Si Dios, como algunos equivocadamente enseñan, decidió salvar a todos en Cristo, entonces, el infierno estará ausente de hombres, por cuanto en Cristo todos los escogidos fueron justificados.

Pablo no dice que Jesús luego de la resurrección ruega por todos los hombres, sino por los que habían creído y los que habrían de creer en él. (Juan 17:9-20)

sábado, 26 de marzo de 2016

EL HECHO INNEGABLE DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO


EL HECHO INNEGABLE DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO

Por: Pastor Gilberto Rufat


De todas las religiones del mundo, sólo cuatro de ellas (el Confusionismo, el Budismo, el Judaísmo y el Cristianismo) no descansan en proposiciones filosóficas, sino en su fundador. Sin embargo, únicamente una de ellas, afirma que su fundador se levantó de los muertos y que permanece vivo, el Cristianismo.

El Cristianismo reside indudablemente en el hecho de la resurrección o como algunos alegan, cae con ello. Jesús mismo arriesgó deliberadamente toda su credibilidad en este evento.


Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Mateo12:38-40

No es la iglesia de Jesucristo la que intenta sostener la realidad de la resurrección, sino que su resurrección es la que sostiene a la iglesia. En otras palabras, su resurrección es el hecho que comprueba la veracidad de la religión cristiana o muestra su falsedad.

No hay duda de que la misma penetró íntimamente en la vida de los primeros cristianos, pues ella es manifiesta desde los primeros mensajes de los apóstoles, en sus tumbas, en los dibujos hallados en las paredes de las catacumbas, en su himnología, en los escritos apologéticos de los primeros cuatro siglos, además de ser el tema constante de las predicaciones y de las formulaciones en los credos apostólicos de la iglesia.

Desde el punto de vista de la propia Escritura, si la resurrección no es un hecho histórico y verídico, entonces, vana es nuestra predicación, vana es nuestra fe, somos hallados falsos testigos de Dios, estamos en nuestros pecados, los que durmieron en Cristo perecieron, y los que esperamos en Cristo en vida, somos dignos de conmiseración.


Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. 1Corintios 15:12-18

viernes, 25 de marzo de 2016

¿Por qué los cristianos no debemos participar en la celebración del conejo de pascua?



¿Por qué los cristianos no debemos participar en la celebración del conejo de pascua?


La celebración del conejo de pascua es una festividad pagana. En la antigüedad, el conejo ha simbolizado la abundancia, la lujuria, la sexualidad y la fertilidad. Como símbolo de la fertilidad, el conejo estaba asociado con la diosa sirio-fenicia Astarté o Ischtar. En algunos países del norte de Europa a la festividad de Pascua se la denominó “Easter”. Los huevos y el conejito de pascua son símbolos de la fertilidad y el renacimiento.

El conejo es sagrado para Ostara o Eostre, una diosa doncella de la fertilidad germánica. Ella es la personificación de la celebración de una nueva vida. La historia de esta diosa es el origen de la fiesta del conejito de pascua, pues durante siglos, ésta fue representada con la cabeza de una liebre y el cuerpo de una diosa. Ostara se conecta también con el equinoccio de primavera.

En la mitología wiccan (de las brujas), Eostara representa la unión sexual. Eostara es una celebración de la siembra, la fertilidad, la concepción y la regeneración (cómo la tierra se recupera de invierno y comienza a florecer). El Wiccan Sabbat de Ostara (o Eostara) se produce en el equinoccio de primavera. Esto es aproximadamente el 21 de marzo en el hemisferio norte y el 21 de septiembre en el calendario del hemisferio sur. En Ostara, la luz y la oscuridad están en equilibrio perfecto.

El huevo es un objeto simbólico. Los huevos aparecen en la iconografía de diosas celtas de abundancia como Sirona. Un símbolo obvio de vida potencial, el cual comunica la promesa de renacimiento. (Enciclopedia de Mitología y Folklore Céltico)

El huevo es un símbolo de la génesis y de crecimiento. El huevo adecuadamente fertilizado con la fuerza creativa y luego incubado, germina en una nueva vida. Representa un sueño, un nuevo proyecto, una nueva etapa en la vida, o un nuevo sentido de sí mismo. El huevo también es un símbolo universal de la fertilidad. En la mitología, el huevo representa primordialmente el cosmos, el principio de la vida, la totalidad, la integridad y el vientre de la diosa Madre. El huevo cósmico es a menudo representado por un huevo entrelazado por una serpiente. (Enciclopedia de Magia y Alquimia)

El huevo es un símbolo de la nueva vida y esta idea se confirma con los huevos de Pascua de chocolate, los cuales representan la celebración de la diosa de la fertilidad del pre-Cristianismo, Eostre, que también da su nombre a la hormona estrógeno. La celebración posterior a la muerte y resurrección de Cristo significa que el huevo mantiene su importancia como símbolo de la nueva vida y la esperanza. (Enciclopedia del Elemento Secreto)

El Diccionario Westminster de la Biblia define “Easter” como una festividad de primavera que se originó para honrar a la diosa teutónica de la luz y de la primavera, a quien se le conocía en la lengua anglosajón como Eostre.

¿Qué tiene todo esto que ver con el cristianismo y en especial con la resurrección de Jesucristo? NADA, pero fue asociado con la resurrección con el propósito de presentar la resurrección de Jesús, como otra manera esotérica de ver el cambio que ocurre en el equinoccio de primavera y además, para asociarlo con el renacimiento.

La Biblia dice:

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.” (2 Corintios 6:14-18)

Pastor Gilberto Rufat

sábado, 19 de marzo de 2016

La Copa del Veneno del Príncipe - 27 de marzo de 2016 - PIBE



La Copa del Veneno del Príncipe es una historia del teólogo Dr. R.C. Sproul. Ésta es una bella historia acerca de un rey bueno que le pide a su hijo que cumpla con una misión mortal. El propósito de la misma permitiría cambiar el corazón de muchos en su pueblo, cuyos corazones se habían vuelto de piedra.
Su corazón será llevado a una historia de amor y sacrificio, en donde podremos comprender la naturaleza del pecado y la inmensidad del amor de Dios en la obra de su Hijo Jesucristo.

Génesis como fuente oculta del maniqueísmo

  Artículo: Génesis como fuente oculta del maniqueísmo Autora: Evgenla Moiseeva Fuente: https://brill.com/view/journals/scri/13/1/article-p1...