Los escogidos de Dios
“¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que
justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.” (Romanos 8:33-34)
Sólo un ignorante y un rebelde se atreve a argumentar que la
Biblia no enseña la doctrina de la elección divina. En la historia de la
controversia teológica entre arminianos y calvinistas, el punto de conflicto consistía
en la naturaleza de la elección. Los arminianos argumentaban que los elegidos representaban
a todos los que en el pre-conocimiento de Dios creerían en Cristo; mientras que
los calvinistas les refutaban diciendo que la elección era un acto de la soberana
voluntad de Dios. Para unos, la elección era condicionada a la fe y para los
otros, la misma era incondicionada. Romanos 8:33-34 contiene al menos tres verdades
gloriosas e irrefutables acerca de la naturaleza y el propósito de la elección.
1- Dios escogió A algunos para salvación.
“¿Quién acusará a los escogidos de Dios?...”
Romanos 8:33 no habla de la salvación como lo que Dios
escogió, sino de los que Dios escogió para salvación. Los escogidos, del griego
ἐκλεκτός “eklektós” significa selecto; por implicación favorito: elegir, -ido,
escoger, -ido. [James Strong, Nueva Concordancia Strong Exhaustiva: Diccionario
(Nashville, TN: Caribe, 2002).]
2- El propósito de la elección es la
justificación.
“…Dios es el que justifica…”
A los que Dios escogió, a esos justificó. Recordemos que la
justificación nos trajo paz para con Dios (Ro. 5:1), porque representa el total
perdón y absolución de nuestra condenación. Por ende, el argumento Paulino es
que los que fueron justificados, jamás podrán ser condenados.
3- La base de la justificación de los elegidos es
Cristo.
“…¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más
aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros.”
La base de la justificación de los escogidos es la obra
expiatoria de Cristo. De manera, que si Dios eligió la salvación para todos los
hombres, entonces, todos tendrán que ser salvados, pues a los que escogió, Dios
justificó. No puede existir un escogido que se pierda, por cuanto fue justificado
por Dios, según este pasaje.
En mi país de nacimiento, Puerto Rico, bajo el estado de
derecho, nadie puede ser juzgado dos veces por una misma acusación o delito,
por el que ya fuera absuelto. Si ya fuimos totalmente perdonados en Cristo
(justificados), entonces, nada, ni nadie nos podrá condenar.
Conclusión
La doctrina de la salvación no es una doctrina forzada, sino
una necesaria en la obra de la salvación. Un Dios soberano no crea
posibilidades, pues él determina lo que desea. Si Dios, como algunos
equivocadamente enseñan, decidió salvar a todos en Cristo, entonces, el
infierno estará ausente de hombres, por cuanto en Cristo todos los escogidos
fueron justificados.
Pablo no dice que Jesús luego de la resurrección ruega por
todos los hombres, sino por los que habían creído y los que habrían de creer en
él. (Juan 17:9-20)