viernes, 28 de noviembre de 2014

FE EN LA FE

FE EN LA FE
Por: Rev. Gilberto Rufat

Las palabras son contenedores de poder. Llevan poder creativo o poder destructivo, poder positivo o negativo. Y por tanto, necesitamos pronunciar cosas correctas sobre nuestra vida y sobre nuestro futuro si esperamos que sucedan cosas buenas. Porque lo que usted dice hoy es lo que probablemente terminará teniendo mañana. (JOYCE MEYER)

Los promotores del llamado movimiento de la fe, terminan haciendo de la fe una ley fuera de Dios. Una, en la cual Dios mismo tuvo que operar a fin de crear. Por ende, según estos, si aprendemos a usarla podemos crear y obtener las cosas que deseamos, quedando Dios a un lado. Lamentablemente, en nuestros días encontramos un sin número de pastores atando, desatando, decretando y todo tipo de “andos”. El uso de atar y desatar en la Biblia, al cual los discípulos pudieron hacer referencia, fue al de su uso rabínico. Éste hacía referencia al ejercicio de la autoridad de los rabinos, con el propósito de declarar una prohibición o para señalar un deber específico o moral. Con el tiempo, luego del desarrollo del misticismo judío y la llamada Cábala judía, algunos términos fueron reinterpretados, dándoles connotaciones gnósticas. Estos creían que el mundo podía ser controlado por principios espirituales. Principios que acuñaron de las famosas religiones de misterio de Egipto y Babilonia, entre muchas otras, las cuales los judíos adoptaron dentro de sus creencias. Tristemente, estas creencias pasaron a ser la base del judaísmo que vemos en la actualidad.

Parte de la base del misticismo judío se desarrolló a partir del cautiverio de 400 años en Egipto y luego fue reforzado durante el cautiverio babilónico. El hermetismo supuestamente se desarrolló a partir de un personaje llamado Hermes Trismegisto, personaje legendario oriundo de Egipto. El nombre Hermes Trismegisto significa el tres veces más grande. El hermetismo proviene de la palabra hermético, esto es cerrado, impenetrable. Desde el punto de vista de las sociedades de misterio, sólo los iniciados podían comprender, mientras que para los demás todo le era hermético. Interesantemente, veo un paralelo en los principios ocultistas o esotéricos, al igual que los expresados en el libro El Kybalión de los Tres Iniciados y atribuido al legendario egipcio Hermes Trismegisto. En el mismo, se presentan siete leyes espirituales, las cuales tal parece, tienen un paralelo con las creencias, principios espirituales o leyes de los promotores de la teología de la fe. Dichos principios o leyes espirituales son:


1-      Ley del Mentalismo - dice que toda realidad en sí misma es mente, de ahí viene el uso de, “Todo es mente.” Esto significa que para el ocultista o esotérico, vivimos en un plano mental. Por consiguiente, lo único que necesitamos es ver lo que queremos cambiar u obtener en un plano mental primero. Por cuanto observamos que los gurús religiosos y otros en su ignorancia, dejándose llevar por toda ola nueva y siendo estaciones repetidoras, les dicen a sus congregaciones: “Visualice lo que quiere”. ¿Es esto una práctica cristiana correcta? NO. ¿Por qué?

Porque los creyentes no visualizamos nuestro futuro, sino que confiamos en el plan de Dios, el cual es seguro.

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. (Jeremías 29:11)

2-      Ley de Correspondencia - En el mundo ocultista y esotérico se cree que existe una dualidad dentro de una unidad, algo así como el yin y el yang. Se cree además, que existen diferentes planos mentales. Pongámoslo simple, existe (según ellos) varios niveles; el más bajo, el terrenal y el más alto, el espiritual. De manera tal, que lo que usted necesita es buscarlo o visualizarlo en el plano superior o en el mundo espiritual. Los esotéricos u ocultistas instruyen a su gente de la siguiente manera; “Como es arriba es abajo…” – De forma tal, que lo que uno necesita es traer al plano terrenal, lo que se encuentra en el plano espiritual. Por ejemplo, usted está enfermo en el plano terrenal y lo único que necesita es verse sano en el plano espiritual. Por tal razón, usted escuchará a ignorantes o a agentes de Satanás decir o enseñar: “Lo que usted necesita está en el mundo espiritual”.

Los creyentes no creemos en la ley de correspondencia, pues lo único que merecemos los pecadores es la condenación, aunque sí, reconocemos y creemos que en Jesucristo está todo lo que necesitamos y de él nos sostenemos.

Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. (Colosenses 2:9-10)

3-      Ley de Vibración – Este principio enseña que “todo está en un continuo movimiento.” De modo que las cosas pueden cambiar o visto desde el punto de vista ocultista, de que podemos cambiar las cosas. Únicamente necesitamos pensar y hablar lo que queremos. Las palabras son usadas como mantras que cambian la frecuencia hacia lo que se quiere. Por esto, verá supuestos ministros o pastores diciéndoles a sus congregaciones: “Comience a hablar su milagro una y otra vez hasta que lo tenga”.

La verdad para los creyentes no consiste en desear cambiar las cosas, sino en aprender a confiar en Dios en todas las cosas.

Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio (He.3:14)

4-      Ley de Polaridad – En el mundo esotérico y ocultista se enseña que “todo tiene su doble”. Sólo se necesita invertir la polaridad para atraer u obtener lo que se busca. Esto es algo muy parecido al video que produjeron de “La Ley de la Atracción”. Según estos, existe un mundo dual en el cual si cambias la polaridad, frecuencia o ritmo, puedes invertir tu situación o circunstancia. La forma de enseñanza en algunas iglesias es la siguiente: “Comience a verse sano, próspero, exitoso”. En otras palabras, vete sano, aunque te estés cayendo en pedazos.

La verdadera fe no niega la realidad de las circunstancias, sino que cree que por encima de las mismas, la última palabra siempre la tendrá Dios. De ahí, que el verdadero creyente se sostiene de Dios, pues su fe no anida en las circunstancias, sino en el Dios que está en control de toda circunstancia. Además, la fe bíblica, no es sinónimo de positivismo, sino que es confianza absoluta en el cuidado y en la voluntad de Dios.

para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (1Corintios 2:5)

5-      Ley de Ritmo – La ley de ritmo establece que “todo fluye y refluye.” Esto significa que todo está en un continuo movimiento. Por tal razón, según la misma, podemos alterar el curso de las cosas. De manera, que escuchará a falsos maestros decirle a sus iglesias: “Usted puede cambiar sus circunstancias, comience a creer”.

Sin embargo, los cristianos confiamos en la providencia de Dios, pues Dios y sólo él está en control de todo cuanto sucede. De forma tal, que Dios provee para que su plan se cumpla en nosotros, pues el mundo es sostenido y guiado por él.

Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. (Ro.11:36)

6-      Ley de Causa y Efecto – Esta ley o principio enseña que “todo efecto tiene su causa”, por ende, verá falsos maestros diciendo; “Nada sucederá hasta que usted lo confiese”. Según estos falsos maestros o más bien gurús, usted mismo debe crear su realidad. Debe aprender a operar en las leyes espirituales de manera que obtenga lo que usted desea o necesita.

Sin embargo, los creyentes en Jesucristo, no necesitamos crear nada, de hecho, nada podemos crear de la nada, lo que si debemos es reconocer que nuestro Dios ha hecho provisión para nosotros en Cristo. Lo que sí debemos creer es que al final, nada sucederá que no sea la soberana voluntad de Dios en nuestras vidas.

Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado. (Isaías 14:24)

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Ro.8:28)

7-      Ley de Género – Este principio esotérico y ocultista establece que todo tiene una forma “masculina y femenina”, por lo tanto, solamente necesitamos unirlas y nacerá lo que se desea. No es mi deseo entrar en otros asuntos mucho más complejos, pero este principio es el que dio paso a la práctica sexual dentro de los ritos esotéricos, ocultistas y satánicos, entre otros. Es por esta razón, que en el Antiguo Testamento vemos prácticas sexuales en el culto a Astarté y a Baal.

Luego, la enseñanza vino a ser sustituida por algunos ocultistas y magos en la que las palabras (que son pensamientos), actúan sobre el mundo espiritual. Esto debido a que, como expliqué en la Ley de Mentalismo, los ocultistas conciben toda realidad como mente. De manera, que las palabras o pensamientos, puedan crear lo que deseamos. En el ámbito esotérico evangélico que lamentablemente ha invadido la iglesia, esta doctrina será promovida y enseñada como: “Las palabras tienen poder”.


Conclusión

La Biblia no enseña que nuestras palabras tengan algún poder, pues Dios no es manipulado, ni movido por palabras de hombres. La fe tampoco es una ley, sino confianza en Dios. Nuestra convicción y seguridad como cristianos radica en la palabra de Dios y no en la nuestra, pues sólo por medio de la palabra de Dios el mundo fue constituido.

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. (Hebreos 11:3)

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