FE EN LA FE
Por:
Rev. Gilberto Rufat
Las palabras son contenedores de poder.
Llevan poder creativo o poder destructivo, poder positivo o negativo. Y por
tanto, necesitamos pronunciar cosas correctas sobre nuestra vida y sobre
nuestro futuro si esperamos que sucedan cosas buenas. Porque lo que usted dice
hoy es lo que probablemente terminará teniendo mañana. (JOYCE MEYER)
Los promotores del llamado movimiento de la
fe, terminan haciendo de la fe una ley fuera de Dios. Una, en la cual Dios
mismo tuvo que operar a fin de crear. Por ende, según estos, si aprendemos a
usarla podemos crear y obtener las cosas que deseamos, quedando Dios a un lado.
Lamentablemente, en nuestros días encontramos un sin número de pastores atando,
desatando, decretando y todo tipo de “andos”. El uso de atar y desatar en la Biblia, al cual los discípulos pudieron hacer referencia, fue al de su uso
rabínico. Éste hacía referencia al ejercicio de la autoridad de los
rabinos, con el propósito de declarar una prohibición o para señalar un deber
específico o moral. Con el tiempo, luego del desarrollo del misticismo judío y
la llamada Cábala judía, algunos términos fueron reinterpretados, dándoles
connotaciones gnósticas. Estos creían que el mundo podía ser controlado por
principios espirituales. Principios que acuñaron de las famosas religiones de
misterio de Egipto y Babilonia, entre muchas otras, las cuales los judíos
adoptaron dentro de sus creencias. Tristemente, estas creencias pasaron a ser
la base del judaísmo que vemos en la actualidad.
Parte de la base del misticismo judío se
desarrolló a partir del cautiverio de 400 años en Egipto y luego fue reforzado
durante el cautiverio babilónico. El hermetismo supuestamente se desarrolló a
partir de un personaje llamado Hermes Trismegisto, personaje legendario oriundo
de Egipto. El nombre Hermes Trismegisto significa el tres veces más grande. El
hermetismo proviene de la palabra hermético, esto es cerrado, impenetrable.
Desde el punto de vista de las sociedades de misterio, sólo los iniciados
podían comprender, mientras que para los demás todo le era hermético. Interesantemente,
veo un paralelo en los principios ocultistas o esotéricos, al igual que los expresados
en el libro El Kybalión de los Tres
Iniciados y atribuido al legendario egipcio Hermes Trismegisto. En el mismo,
se presentan siete leyes espirituales, las cuales tal parece, tienen un
paralelo con las creencias, principios espirituales o leyes de los promotores
de la teología de la fe. Dichos principios o leyes espirituales son: