jueves, 11 de agosto de 2016

¿Qué dice la Biblia sobre los que causan divisiones y tropiezos? - Romanos 16:17



¿Qué dice la Biblia sobre los que causan divisiones y tropiezos?


“Mas os ruego, hermanos, [que os fijéis] en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y [que os apartéis] de ellos.” (Romanos 16:17)


Introducción

Hoy como en los primeros años de la era cristiana, la iglesia se enfrenta al peligro del espíritu de la época, el sincretismo religioso. Éste es un “sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes.” (DRAE)

En Romanos 16:17, podemos observar que ya en el primer siglo los creyentes estaban apercibidos de que no existían nuevas doctrinas ni debían permitirlas. 

Pablo expone dos mandamientos importantes contra los opositores del evangelio. Primero, el deber y la responsabilidad de la iglesia de reconocer a los que causan divisiones y tropiezos, al enseñar doctrinas contrarias a las enseñadas por los apóstoles. Segundo, el deber de exponerlos y apartarse de ellos.

“Un poco de levadura leuda toda la masa.” (Gá. 5:9)


1- Que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos

El término fijéis del griego “skopeo (σκοπέω, G4648), significa mirar a, contemplar. Está relacionado con “skopos” que representa una marca, blanco o meta. Se usa metafóricamente de mirar, y se traduce «os fijéis» en Ro. 16:17, de una advertencia en contra de aquellos que provocan divisiones.” (Diccionario Vine)

El avance y alcance del evangelio en el primer siglo aglomeró personas con diferentes trasfondos culturales y religiosos. La diversidad, aunque podía enriquecer la iglesia, traía de la mano el peligro de que algunos interpretaran el evangelio según sus creencias y cultura. Lamentablemente, muchas personas buscaban un sistema de creencias en el cual pudieran combinar diferentes ideas y no una religión verdadera (Col. 2:8-10).

En nuestros días, para muchos la idea de una religión verdadera es en sí misma ofensiva. Por ende, no debemos sorprendernos si queriendo hacer la voluntad de Dios, hallamos oposición, pues siempre la ha habido y la habrá. Cada vez que usted se levante a edificar los muros, se levantarán los Sambalat y los Tobías como en el tiempo de Nehemías (Neh. 2:10; 4:1).

No obstante, habrá otro tipo de oposición no tan evidente, la cual es la más peligrosa. ¿Por qué? Porque habrá hombres con apariencia de piedad (2Tm. 3:5). En otras palabras, hombres que tendrían fachada de espiritualidad. Por tal razón, Pablo le dice a los creyentes que debían estar alertas. Como dijera Ireneo de Lyon:

El error nunca se presenta en toda su desnuda crudeza, a fin de que no se le descubra. Antes bien se viste elegantemente, para que los incautos crean que es más verdadero que la verdad misma.”
 
El diablo tratará de obstaculizar la obra de Dios. Su plan consiste en tratar de detener el progreso, debido a que no puede impedir la obra final de Dios. Por otro lado, nuestro deber consiste, como el del apóstol Pablo, en mantenernos firmes en la tarea del ministerio, centrados en la palabra de Dios, tal y cual nos ha sido conferida y en someternos al control del Espíritu Santo. En la verdadera Iglesia de Cristo no debería haber cabida para interpretaciones privadas (2P. 1:20). En todo caso, según Pablo le expresó a los Gálatas, sea anatema quien posea la osadía de reinterpretar o cambiar el mensaje de la palabra de Dios (Gá. 1:8-9). Los cristianos tenemos únicamente un marco de referencia, la palabra profética más segura, como dijera el apóstol Pedro (2P. 1:19). 


2- que os apartéis de ellos

La expresión apartéis del griego “ekklino tiene el significado de apartarse de, volverse de; literalmente doblarse fuera de (ek, afuera; klino, doblar). Se usa de la condición pecaminosa de la humanidad en Ro. 3:12; de apartarse de aquellos que provocan disensiones y escándalos en Ro. 16:17; de apartarse del mal en 1P. 3:11.” (Diccionario Vine)

En la actualidad, un sinnúmero de líderes religiosos trata de cuajar movimientos ecuménicos dispuestos a cambiar los principios o rudimentos del evangelio, en aras de una falsa unidad. El énfasis en la Escritura no es unirnos, pues eso únicamente es logrado por medio del Espíritu de Dios (1Co. 12:13). El enfoque es a no permitir que personas o grupos con agendas personales traigan desunión al cuerpo de Cristo (Ef. 4:3).

La verdadera unidad proviene de Cristo y se fundamente en la palabra de Dios, no en acuerdos humanos, lo demás es, pura hipocresía religiosa. No debemos tener principios livianos o ligeros. A los cristianos nos toca moldearnos a su palabra y no ajustarla a nosotros. Lo primero, sirve a la obra de Dios. Lo segundo, al trabajo del diablo y sus secuaces. Éste no está lejos de la iglesia y puede observarse dentro, a través de sus agentes de corrupción, los cuales sirven y apelan a los sentidos, a lo sensual, de manera que los ingenuos no puedan ver la diferencia entre servir a Dios y buscar servirse de él.

“Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.” (Romanos 1:18)


Conclusión

La madurez como creyentes es esencial y requerida por el Señor y la militancia en su palabra, un mandato. No caiga en las artimañas del error. El amor no es una excusa para no enfrentar a los falsos maestros y opositores del evangelio. Tenemos la responsabilidad de velar y de proteger el cuerpo de Cristo.

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.” (2Jn. 9-11)

Bendiciones.

Pastor Gilberto Rufat

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