viernes, 13 de mayo de 2016

¿Eran los bautistas en sus orígenes reformados? ¿Creían en la predestinación?



¿Eran los bautistas en sus orígenes reformados?
¿creían en la Predestinación?

 ¿Eran los bautistas reformados? ¿Creían en la predestinación? ¿Nos hemos alejado de nuestros orígenes y de la verdad? Es increíble la ignorancia de muchos bautistas sobre las confesiones de fe antiguas. Una confesión de fe es una declaración sobre las doctrinas o enseñanzas básicas que un grupo de iglesias o denominación afirman creer sobre la base de las Escrituras.

Escribo como un bautista del sur; aunque reconozco que no represento a la mayoría. Los bautistas del sur no aprobaron una confesión de fe hasta el 1925; aunque nacieron como una denominación en el 1845. No obstante, existieron confesiones de fe previas a la división entre los bautistas del sur y los del norte. Las mismas forman parte de la historia de ambas denominaciones, pues ninguna historia se da sobre el vacío.
 
La mejor manera de contestar las preguntas titulares es yendo a la historia de las confesiones bautistas, desde Inglaterra hasta los Estados Unidos. Llegue usted a sus propias conclusiones, sobre si corregimos las deficiencias doctrinales que poseíamos o si nos alejamos de la verdad que afirmábamos basados en las Sagradas Escrituras.

“Repasemos brevemente la historia. En 1644 salió la primera confesión de fe bautista en Londres, encaminada a distinguir entre los bautistas generales (arminianos) y los bautistas particulares (calvinistas). Se reunieron siete iglesias bautistas particulares (reformadas) y elaboraron esta confesión de fe para refutar los errores anabaptistas.
En 1677 se elaboró una segunda confesión de fe bautista basada en la primera de 1644, en la confesión de fe de Westminster, y en la Declaración de Savoya. Esta confesión no fue muy publicada ni promovida debido a la gran persecución que estaban sufriendo las iglesias reformadas en la Inglaterra de ese tiempo.
En 1689 sale oficialmente la Segunda Declaración de fe bautista, que es la misma de 1677, pero su oficialidad en 1689 fue después de la Asamblea General de Londres donde las iglesias particulares la adoptaron oficialmente como su Declaración de Fe.
A medida que se ha adoptado esta Confesión desde su primera versión en 1644, ha sido modificada de alguna manera y ha adoptado diversos nombres, pero es la misma. La historia es interesante.
En 1742 fue adoptada por los bautistas del norte de los Estados Unidos, y se le llamo CONFESIÓN DE FE DE FILADELFIA, en la cual se modificó añadiéndole dos artículos breves (el 23 y el 31) sobre la forma de cantar los salmos. Esta confesión fue impresa por Benjamín Franklin. En los estados del sur, la misma confesión fue llamada CONFESIÓN DE FE DE CHARLESTON.
Lo cierto es que la historia se devela ante nosotros. Los bautistas de los Estados Unidos, tanto los del norte como los del sur eran confesionales, y se puede decir que la Confesión de Fe que adoptaron es Reformada. Los bautistas de los Estados Unidos no han estado desligados de la Reforma ni del calvinismo, pero con el pasar del tiempo echaron a un lado la Confesión de Fe e involucionaron a solamente hacer un pequeño librito con 18 postulados doctrinales llamado FE Y MENSAJE BAUTISTASdejando a un lado la Confesión de Fe Bautista de 34 capítulos doctrinales extensamente desarrollados y explicados.
¿Por qué digo que involucionaron? Porque considero que se dejó a un lado un documento doctrinal de gran valor contra el error, y se adoptó un documento más general que dejó abierta la puerta a todos los errores doctrinales provenientes del arminianismo que ahora hacen estragos dentro de las filas de los bautistas, al punto de que el calvinismo y la fe reformada es vista dentro de los bautistas americanos como algo raro y herético. El olvidarse de la Confesión de Fe bautista hizo que el arminianismo comenzara a hacer espacio dentro de las iglesias bautistas americanas, y al final sacara a empellones las doctrinas de la Gracia tal y como se trazaron en la Reforma.
¿Qué importancia tiene que una iglesia sea confesional? Que está en cierta manera más alerta contra los errores doctrinales que las que no lo son. Las Confesiones de Fe son documentos contra el error porque trazan la doctrina bíblica y la explican detalladamente. Las Confesiones no sustituyen la Biblia, más bien la explican y la ponen al alcance de todos. Muchos dicen que la Biblia es suficiente y eso no se niega, pero también es sabido por todos que las sectas y hasta los que ofician los cultos oscuros usan la Biblia y dicen que creen en Dios. Es por eso que las Confesiones son tamices por los cuales el error es pasado y sacado a la luz expulsándolo hacia un lado y dejando que la verdad de la Escritura sea la que alimente a los creyentes, y no sean contaminados por la nocividad de las doctrinas de demonios.
Lo cierto es que aunque olvidada no se pudo destruir, y hay muchas iglesias bautistas en los Estados Unidos que están desempolvando las doctrinas de la Gracia conforme se trazaron en estas confesiones, y al compararlas con las creencias generalmente adoptadas se están viendo los errores del arminianismo que han contaminado la doctrina bautista.
Aun siendo desterrado el calvinismo y las doctrinas de la Gracia, provenientes de la Reforma, los Bautistas americanos los 31 de octubre recuerdan y celebran el día de la Reforma protestante de 1517, lo cual es un fenómeno teológico-histórico un poco raro, porque yo no veo la manera que se celebre el día de la Reforma sin doctrinas reformadas.”
Les dejo el artículo 10 de la Confesión de Fe de Filadelfia, sobre el llamado eficaz, la cual algunos bautistas olvidaron y muchos ignoran, pero que sigue siendo parte de la historia bautista, pues está teniendo un nuevo resurgir.

Del llamamiento eficaz

1. A aquellos a quienes Dios1 ha predestinado para vida,2 tiene a bien en su tiempo señalado y aceptable,3 llamar eficazmente4 por su Palabra5 y Espíritu,6 sacándolos del estado de pecado y muerte en que están por naturaleza y llevándolos a la gracia y la salvación por Jesucristo;7 iluminando de modo espiritual y salvador sus mentes, a fin de que comprendan las cosas de Dios;8 quitándoles el corazón de piedra y dándoles un corazón de carne,9 renovando sus voluntades y, por su poder omnipotente, induciéndoles a querer hacer lo bueno, y llevándoles eficazmente a Jesucristo;10 pero de modo que acuden a él con total libertad, habiendo recibido por la gracia de Dios la disposición para hacerlo.11

1. Ro. 8:28,29.
2. Ro. 8:29,30; 9:22-24; 1 Co. 1:26-28; 2 Ts. 2:13,14; 2 Ti. 1:9.
3. Jn. 3:8; Ef. 1:11.
4. Mt. 22:14; 1 Co. 1:23,24; Ro. 1:6; 8:28; Jud. 1; Sal. 29; Jn. 5:25; Ro. 4:17.
5. 2 Ts. 2:14; 1 P. 1:23-25; Stg. 1:17-25; 1 Jn. 5:1-5; Ro. 1:16,17; 10:14; He. 4:12.
6. Jn. 3:3,5,6,8; 2 Co. 3:3,6.
7. Ro. 8:2; 1 Co. 1:9; Ef. 2:1-6; 2 Ti. 1:9,10.
8. Hch. 26:18; 1 Co. 2:10,12; Ef. 1:17,18.
9. Ez. 36:26.
10. Dt. 30:6; Ez. 36:27; Jn. 6:44,45; Ef. 1:19; Fil. 2:13.
11. Sal. 110:3; Jn. 6:37; Ro. 6:16-18.

2. Este llamamiento eficaz proviene exclusivamente de la gracia libre y especial de Dios, no de ninguna cosa prevista en el hombre, ni por ningún poder o instrumentalidad en la criatura,1 siendo en esto enteramente pasivo, al estar muerto en delitos y pecados, hasta que es vivificado y renovado por el Espíritu Santo;2 es capacitado de este modo para responder a este llamamiento y para recibir la gracia que éste ofrece y transmite, y esto por un poder no menor que el que resucitó a Cristo de los muertos.3

1. 2 Ti. 1:9; Tit. 3:4,5; Ef. 2:4,5,8,9; Ro. 9:11.
2. 1 Co. 2:14; Ro. 8:7; Ef. 2:5.
3. Ef. 1:19,20; Jn. 6:37; Ez. 36:27; Jn. 5:25.

3. Los niños escogidos∗ que mueren en la infancia son regenerados y salvados por Cristo por medio del Espíritu, quien obra cuándo, dónde y cómo quiere;1 así lo son también todas las personas escogidas que sean incapaces de ser llamadas externamente
por el ministerio de la Palabra.

1. Jn. 3:8.

4. Otros, que no son escogidos, aunque sean llamados por el ministerio de la Palabra y tengan algunas de las operaciones comunes del Espíritu,1 como no son eficazmente traídos por el Padre, no quieren ni pueden acudir verdaderamente a Cristo y, por lo tanto, no pueden ser salvos;2 mucho menos pueden ser salvos los que no reciben la religión cristiana, por muy diligentes que sean en conformar sus vidas a la luz de la naturaleza y a la ley de la religión que profesen.3

1. Mt. 22:14; Mt. 13:20,21; He. 6:4,5; Mt. 7:22.
2. Jn. 6:44,45,64-66; 8:24.
3. Hch. 4:12; Jn. 4:22; 17:3.

SOLI DEO GLORIA

Artículo: https://iglesiando.com/2012/07/14/una-confesion-olvidada/

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