¿Es bíblico el dispensacionalismo pre-tribulacionista?
Por: Pastor Gilberto Rufat
Existen
tres razones bíblicas básicas para decir categóricamente que el dispensacionalismo
pretribulacionista es falso. Primero, porque descansa en la suposición de que Génesis
12:7 es una bendición exclusiva para los judíos. Segundo, porque parte de una
mala interpretación de Romanos 11:26. Tercero, porque parte de la suposición de
que Dios tiene dos pactos o programas corriendo de manera simultánea para la salvación
de los escogidos o de su pueblo.
Por lo
tanto, demostraremos que el dispensacionalismo pretribulacionista no puede ser
sostenido bíblicamente, puesto que está sostenido por interpretaciones y
afirmaciones erróneas. Evidenciaremos bíblicamente, que siempre ha existido un
sólo pueblo; el que desde antes Dios escogió o predestinó. Probaremos, que la
promesa a Abraham es para todos los que creen y no para todos los que
descienden de Israel. Por último y no menos importante, que únicamente existe
un plan, el plan eterno de Dios, por cuanto el Señor nunca opera con un plan B.
I. El dispensacionalismo
pretribulacionista descansa en la falsa interpretación de que Génesis 12:7 es una
bendición exclusiva para los judíos.
Problemas
teológicos:
El
dispensacionalismo pretribulacionista descansa totalmente en la interpretación
de que la promesa dada a Abraham en Génesis 12:2-3; 7, representa la totalidad
de su descendencia. Por consiguiente, estos interpretan que todos los
descendientes de Abraham en la carne son herederos o hijos de la promesa. La
carta escrita por el apóstol Pablo a los Gálatas destroza completamente esta
interpretación.
1- Pablo
siendo judío, según la carne, expone que la simiente a quien fue hecha la
promesa no fue a los hijos de Abraham, sino a Cristo.
“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su
simiente. No dice: Y a las simientes,
como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.”
(Gálatas 3:16)
2- Pablo
expresa en Gálatas, que Abraham es solamente un ejemplo de cómo heredarían los
herederos la justicia divina.
“Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed,
por tanto, que los que son de fe, éstos
son hijos de Abraham.” (Gálatas 3:6-7)
Esta
misma idea es presentada en Romanos 4, donde Pablo presenta a Abraham como
heredero de la justicia por la fe.
“¿Qué, pues,
diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si
Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con
Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.” (Romanos 4:1-3)
“Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa
de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los
que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay
transgresión. Por tanto, es por fe, para
que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su
descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que
es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.” (Romanos 4:13-16)
Note, que
nuevamente la Biblia presenta que todos los que creen (los de fe) son hijos de
Abraham y no los descendientes según la carne. De manera, que él es padre de
todos los que creen y no de todos los descendientes de Israel.
3- Pablo
enseña que la Escritura mostró de antemano que los gentiles serían herederos,
cuando se le dijo a Abraham, que en él serían benditas todas las naciones.
“Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de
antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las
naciones.”(Gálatas 3:8)
En
Romanos 4, Pablo señala que la razón por la cual Abraham fue llamado a creer
siendo incircunciso fue para mostrar de antemano que sería padre de todos los
judíos y los gentiles que creerían.
“¿Es, pues, esta
bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la
incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia.
¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la
incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. Y
recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo
estando aún incircunciso; para que fuese
padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la
fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para
los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las
pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.” (Romanos 4:9-12)
4- La
carta a los Gálatas categóricamente asevera que sólo los de fe serán contados
como herederos y no todos los nacidos de Abraham.
“De modo que los de la
fe son bendecidos con el creyente Abraham. Porque todos los que dependen
de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo
aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley,
para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios,
es evidente, porque: El justo por la fe
vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere
estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de
la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que
es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin
de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.” (Gálatas 3:9-14)
II. El dispensacionalismo
pretribulacionista parte de la falsa interpretación de que Romanos 11:26 enseña
que todo Israel será salvo.
Problemas
teológicos:
¿Enseña
Romanos 11:26 que todo Israel (como nación) será salvo? A modo de contestar
dentro del contexto propio de la carta debemos traer la atención a dos
argumentos importantes que el propio apóstol Pablo aclaró.
1-
Pablo
presenta en Romanos 9 que no todos los israelitas se salvarán.
En el
capítulo nueve de la carta a los Romanos Pablo aclara que no todos los que descienden
de Israel son israelitas, sino que argumenta que dentro de Israel se encuentra
el verdadero Israel de Dios.
“No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son
israelitas, ni por ser
descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será
llamada descendencia.” (Romanos 9:6-7)
2- El
apóstol explica en Romanos 9 que no todos los nacidos (según la carne) son
contados como hijos de Dios, sino los elegidos o los hijos de la promesa como
Isaac.
“Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos
de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como
descendientes.” (Romanos 9:8)
3-
Pablo presenta en Romanos 9, que es prerrogativa divina a quién elegir, amar y
sobre quién tener misericordia para sostener por qué no todos los descendientes
de Israel o de Abraham son salvos.
Dios decide a quién elegir:
“(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni
mal, para que el propósito de Dios
conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que
llama)” (Romanos 9:11)
Dios decide a quién amar:
“se le dijo: El mayor
servirá al menor. Como está escrito: A
Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues,
diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. ” (Romanos 9:12-14)
Dios decide a QUIÉN otorgarle su misericordia:
“Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga
misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no
depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para
mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.
De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere
endurecer, endurece.” (Romanos 9:15-18)
4- Pablo
muestra en Romanos 9 que Dios llamó en su plan no sólo a judíos escogidos por
gracia, sino a gentiles también.
“y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró
para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,
a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los
gentiles? Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era
mi pueblo, Y a la no amada, amada.” (Romanos 9:23-25)
5- Pablo
enseña en Romanos 9 que los judíos y los gentiles llamados por la gracia de
Dios son su pueblo.
“Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo
mío, Allí serán llamados hijos del Dios viviente.” (Romanos 9:26)
6- Pablo
concluye Romanos 9 estableciendo que únicamente un remanente de Israel será
salvo tal y como previamente presentara en Romanos 9:6-7.
“También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de
los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; porque el Señor
ejecutará su sentencia sobre la tierra en justicia y con prontitud. Y
como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado
descendencia, Como Sodoma habríamos venido a ser, y a Gomorra seríamos
semejantes.” (Romanos 9:27-29)
7-
Pablo comienza Romanos 11 estableciendo que Dios no ha desechado al Israel que
desde antes conoció o predestinó.
“Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna
manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la
tribu de Benjamín. No ha
desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció…” (Romanos
11:1-2)
8-
Pablo presenta en Romanos 11 que como en los días de Elías, él ha separado para
sí mismo un pueblo dispuesto por elección.
“… ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a
Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte,
y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero
¿qué le dice la divina respuesta? Me he
reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de
Baal. Así también aun en este
tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Y si por gracia, ya
no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya
no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.” (Romanos 11:2-6)
9- A
través de Romanos 11, el apóstol demuestra que sólo los elegidos alcanzarán la
salvación y los demás serán endurecidos, también expuesto en Romanos 9.
“De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Pero
me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá
el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no
tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso
para honra y otro para deshonra? ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar
su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira
preparados para destrucción, y para
hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de
misericordia que él preparó de antemano para gloria” (Romanos 9:18-23)
“¿Qué pues? Lo que
buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y
los demás fueron endurecidos; como está escrito: Dios les dio
espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el
día de hoy. Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En
tropezadero y en retribución; Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y
agóbiales la espalda para siempre.” (Romanos 11:7-10)
III. El dispensacionalismo
pretribulacionista surge de la falsa interpretación sobre la suposición de que Dios
tiene dos pactos para salvación.
Problemas
teológicos:
1.
Pablo claramente muestra en Romanos 11:11-24 que todos los que creen forman
parte de un mismo olivo, pero que son injertados en el programa de Dios en
diferentes etapas, hasta conformar la totalidad de los elegidos.
“Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen?
En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles,
para provocarles a celos. Y si su transgresión es la riqueza del
mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena
restauración? Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a
los gentiles, honro mi ministerio, por si en alguna manera pueda
provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. Porque
si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino
vida de entre los muertos? Si las primicias son santas, también lo
es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. Pues si
algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo
olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho
participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes
contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la
raíz a ti. Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que
yo fuese injertado. Bien; por su incredulidad fueron desgajadas,
pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. Porque
si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. Mira,
pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los
que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de
otra manera tú también serás cortado. Y aun ellos, si no
permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para
volverlos a injertar. Porque si tú
fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza
fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas
naturales, serán injertados en su propio olivo?” (Romanos 11:11-24)
Pablo
no presenta la teología de reemplazo, así como tampoco existen dos planes o dos
pactos, por cuanto enseña que en el plan eterno de Dios unos entrarían primero
y luego otros, pero note que todos son injertados en un solo olivo, un pueblo.
Además, explícitamente dice que los que se salvan, según el plan de Dios, son
los de la fe. No hay tal cosa como que unos son salvados por ser simplemente
judíos, mientras que otros lo son por creer en Jesucristo.
2. La
alegoría presentada por el apóstol Pablo en Gálatas, despedaza la explicación
de que Dios tiene dos pactos, según presentados en la posición del
dispensacionalimo pretribulacionista.
“Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído
la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero
el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa.
Lo cual es una alegoría, pues estas
mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da
hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí
en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos,
está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de
todos nosotros, es libre. Porque está escrito: Regocíjate, oh
estéril, tú que no das a luz; Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes
dolores de parto; Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene
marido. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.
Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que
había nacido según el Espíritu, así también ahora.” (Gálatas 4:21-29)
Dos
mujeres:
Las dos
mujeres de Abraham representan dos pactos; el pacto de la ley y el pacto de la
gracia. El pacto de la ley nunca tuvo como propósito salvar a nadie, pues
solamente servía al propósito de conducir a los elegidos al pacto de la gracia.
Dos clases
de hijos:
Los
hijos de la ley son hijos de esclavitud. Los hijos de la promesa, son los hijos
de la fe, los que se salvan.
Conclusión
Paulina:
“Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su
hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De
manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.” (Gálatas
4:30-31)
Por consiguiente, no existen dos pactos, por
cuanto siempre ha habido un solo pacto, el de la promesa, que produce hijos de
libertad.
“De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a
Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la
fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe
en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en
Cristo, de Cristo estáis revestidos. Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros
sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la
promesa.” (Gálatas 3:24-29)
La
carta a los Efesios destruye la división pretribulacionista de que Dios tiene
dos pueblos, aun, cuando algunos quieran hacer malabares, para luego decir que al
final formarán un solo pueblo. El problema con esta suposición reside en que la
Biblia dice que ahora en Cristo, judíos y gentiles son un solo pueblo, la
iglesia. Por lo tanto, es insostenible querer presentar que Dios tiene dos
pueblos y dos pactos, que al final de la segunda venida de Jesucristo se unirán
y formarán un solo pueblo, como un conocido compañero pastor enseña.
3. Todos
los elegidos antes de la fundación del mundo son presentados en Efesios 1 como
la iglesia de la cual Cristo es la cabeza.
“según nos escogió en él antes
de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante
de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos
suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.” “y sometió
todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo,
la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.” (Efesios 1:4-4; 22-23)
4. Pablo
claramente expone en Efesios 2, que ante Cristo, judíos y gentiles son un mismo
pueblo, forman un solo hombre, son parte de un mismo cuerpo, tienen entrada por
un mismo Espíritu, poseen una misma ciudadanía y promesas y son parte de la
misma familia de Dios.
“Porque él es
nuestra paz, que de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo
en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en
ordenanzas, para crear en sí mismo de
los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante
la cruz reconciliar con Dios a ambos en
un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y
anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que
estaban cerca; porque por
medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Así que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.”
(Efesios 2:14-19)
5. En
Efesios 3, Pablo presenta que Dios le reveló el misterio de que los gentiles
son coherederos y miembros del mismo cuerpo y copartícipes de la misma promesa
en Cristo.
“Por esta causa
yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; si
es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada
para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio,
como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender
cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en
otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora
es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: : 6que los gentiles son coherederos y miembros
del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del
evangelio, 7del cual yo fui hecho ministro por el don de la
gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.”
(Efesios 3:1-7)
Conclusión:
Entonces,
¿cuál es la correcta interpretación de Romanos 11:26?
El
argumento final de Pablo no es que Israel como nación será salvo, pues por lo
contario, tendríamos una contradicción en la carta a los Romanos. Pablo muestra
evidencia en los capítulos previos a Romanos 11, de que no todos los que
descienden de Israel son israelitas ni que todos serán llamados y que el pueblo
de Dios está compuesto por todos los que creen; sean judíos o gentiles.
El argumento
final de Pablo se centra en retomar la pregunta inicial del capítulo 11. ¿Ha desechado Dios a su pueblo? No, no
lo ha desechado. De manera que Pablo
responderá, como al inicio del mismo capítulo 11, que ninguno de los
elegidos o como les llama, “los que antes conoció” (Ro. 11:2) se podrá perder
jamás, del cual él mismo era evidencia siendo judío de nacionalidad, pero unido
a la iglesia. La razón es la siguiente, “porque irrevocables son los
dones y el llamamiento de Dios.” (Romanos 11:29)
Concluimos
que la interpretación que se ajusta al contenido bíblico de la carta a los Romanos,
así como la de la carta a los Gálatas y a los Efesios, es que el pueblo de Dios
está compuesto por judíos y gentiles que son escogidos por gracia (Ro. 11:5),
los cuales son injertados en el olivo, en Cristo (Ro. 11:17-18). Estos y exclusivamente
estos, formarán al nuevo Israel (Gá. 6:16).
Siendo
así, el pretribulacionismo dispensacionalista queda derribado, pues no se
ajusta al contenido bíblico. Ya que, Dios no tiene dos pueblos, ni existen dos
pactos soteriológicos. Dios tiene un solo pueblo, el que desde antes de la fundación
del mundo separó para sí mismo, un solo agente regenerador, el Espíritu Santo, un
solo medio de salvación desde Génesis 3:15 hasta Apocalipsis 22:20, Jesús y un
solo destino, la eternidad.
“¡Oh
profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque
¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién
le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y
para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. (Romanos
11:33-36)
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