martes, 15 de septiembre de 2015

¿Es bíblico el dispensacionalismo pre-tribulacionista? - Por: Pastor Gilberto Rufat




¿Es bíblico el dispensacionalismo pre-tribulacionista?

Por: Pastor Gilberto Rufat


Existen tres razones bíblicas básicas para decir categóricamente que el dispensacionalismo pretribulacionista es falso. Primero, porque descansa en la suposición de que Génesis 12:7 es una bendición exclusiva para los judíos. Segundo, porque parte de una mala interpretación de Romanos 11:26. Tercero, porque parte de la suposición de que Dios tiene dos pactos o programas corriendo de manera simultánea para la salvación de los escogidos o de su pueblo.

Por lo tanto, demostraremos que el dispensacionalismo pretribulacionista no puede ser sostenido bíblicamente, puesto que está sostenido por interpretaciones y afirmaciones erróneas. Evidenciaremos bíblicamente, que siempre ha existido un sólo pueblo; el que desde antes Dios escogió o predestinó. Probaremos, que la promesa a Abraham es para todos los que creen y no para todos los que descienden de Israel. Por último y no menos importante, que únicamente existe un plan, el plan eterno de Dios, por cuanto el Señor nunca opera con un plan B.   


I. El dispensacionalismo pretribulacionista descansa en la falsa interpretación de que Génesis 12:7 es una bendición exclusiva para los judíos.

Problemas teológicos:

El dispensacionalismo pretribulacionista descansa totalmente en la interpretación de que la promesa dada a Abraham en Génesis 12:2-3; 7, representa la totalidad de su descendencia. Por consiguiente, estos interpretan que todos los descendientes de Abraham en la carne son herederos o hijos de la promesa. La carta escrita por el apóstol Pablo a los Gálatas destroza completamente esta interpretación.

1- Pablo siendo judío, según la carne, expone que la simiente a quien fue hecha la promesa no fue a los hijos de Abraham, sino a Cristo.

“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.” (Gálatas 3:16)

2- Pablo expresa en Gálatas, que Abraham es solamente un ejemplo de cómo heredarían los herederos la justicia divina.

“Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.” (Gálatas 3:6-7)
Esta misma idea es presentada en Romanos 4, donde Pablo presenta a Abraham como heredero de la justicia por la fe.  

¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.” (Romanos 4:1-3)
Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe. Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.” (Romanos 4:13-16)
Note, que nuevamente la Biblia presenta que todos los que creen (los de fe) son hijos de Abraham y no los descendientes según la carne. De manera, que él es padre de todos los que creen y no de todos los descendientes de Israel.

martes, 8 de septiembre de 2015

“Segunda Venida o Rapto Secreto” - 1 Tesalonicenses 4:16-17



“segunda venida o Rapto Secreto”

Por: Pastor Gilberto Rufat


Base Bíblica: 1 Tesalonicenses 4:16-17

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”

Comentario:

El contexto inmediato de la primera carta a los Tesalonicenses 4:16-17 está centrado no en un “rapto secreto”, sino en responder una interrogante que tenían los tesalonicenses, referente a qué sucedería con los creyentes que ya habían fallecido. ¿Se perderían de las bendiciones de la Segunda Venida de Cristo? Por otro lado, ¿los que estaban vivos irían delante de aquellos que habían descansado en Cristo? Por consiguiente, el tema no era el “rapto”, sino cuál sería el futuro de los que habían descansado en el Señor. 

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. (1Ts. 4:13).

El termino ignoréis “agnoeo” significa del griego no saber (por falta de información o inteligencia); por implicación, desconocer, según el Diccionario Strong. De la misma manera, el Diccionario Vine define “agnoeo” como ser ignorante, desconocer. Pablo no quería que los tesalonicenses quedasen en ignorancia sobre el destino de los que duermen en el Señor. El tema no era la ignorancia sobre el “rapto”.

Es importante considerar que la iglesia que nació en Tesalónica surgió en medio de un gran tribulación (1Ts. 1:6). Pablo había predicado en la sinagoga durante tres días de reposo, en los cuales discutió con ellos; declarando y exponiendo que era necesario conforme a las Escrituras, que el Cristo padeciese y resucitase de los muertos; y que a Jesús, el Cristo era quien él anunciaba (Hechos 17:1-3).

Es muy probable que debido al poco tiempo de discipulado es posible que “los lectores pensaron que las personas que duermen (eso es, aquellas de su grupo que ya habían muerto y otras que podrían morir) antes de la segunda venida, permanecerían en sus tumbas y no participarían del evento. Esto sugiere que no habían oído de la resurrección de los muertos (lo que no es muy probable, ya que la resurrección de Jesús fue parte del evangelio primitivo) o que no habían comprendido correctamente lo que les había sido enseñado. Faltándoles este conocimiento pleno de la esperanza cristiana, eran como los incrédulos, “sin esperanza y sin Dios” (Ef. 2:12)”. [1]

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Escogido desde el principio para salvación (parte 3)




Escogido desde el principio para salvación
(parte 3)  

Por: Pastor Gilberto Rufat 


Base Bíblica: 2Ts. 2:13-15
“Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.” 2Ts. 2:13-15 (énfasis añadido por autor)


III. Escogidos desde el principio para salvación, pero llamados por medio del evangelio.

La Biblia enseña que la predicación del evangelio es el medio que Dios escogió, a fin de convocar o llamar a los que antes de la fundación del mundo predestinó a salvación. Pablo lo declara de la siguiente manera en 2Timoteo 2:10.

“Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna.”

Por consiguiente, Pablo no esperaba que todos respondieran al evangelio, pues había sido profetizado en el Antiguo Testamento que pocos lo harían (un remanente), como lo expresa en Romanos 10:16-21.

“16Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? (Is. 53:1) 17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. 18Pero digo: ¿No han oído? Antes bien, Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, Y hasta los fines de la tierra sus palabras (Sal. 19:4). 19También digo: ¿No ha conocido esto Israel? Primeramente Moisés dice: Yo os provocaré a celos con un pueblo que no es pueblo; Con pueblo insensato os provocaré a ira (Dt. 32:21). 20E Isaías dice resueltamente: Fui hallado de los que no me buscaban; Me manifesté a los que no preguntaban por mí (Is. 65:1). 21Pero acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos a un pueblo rebelde y contradictor (Is. 65:2).” (Ro. 10:16-21)

En Romanos 9:27, el apóstol expone:

“También Isaías clama tocante a Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo.”

Podemos ver algunos ejemplos del llamado a salvación mediante el evangelio en los siguientes pasajes del Nuevo Testamento:

Ro. 10:14 “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?”
1Co. 1:21 “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”

2Ts. 2:13-14 “Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.” 

Si diéramos lectura a 2Tesalonisenses 2:13-14, leyéndolo del final hacia su comienzo, leería más o menos de la siguiente manera:

“A modo de que alcanzaran la gloria de nuestro Señor Jesucristo, Dios los llamó mediante su evangelio, la fe en la verdad y la santificación del Espíritu, a fin de que alcanzasen la salvación que Dios escogió desde el principio para ustedes, por tal razón nosotros, damos gracias a Dios con respecto a vosotros.” (Una paráfrasis del texto al revés de 2Ts.2:13-14 por el autor)

La Biblia es sumamente clara con respecto a que Dios predestinó o eligió la salvación de algunos, desde su inicio, el llamado eficaz o la gracia eficaz, hasta la etapa final, la glorificación de los elegidos en la eternidad.

“29Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” (Ro. 8:29-30)

¿Cuándo fueron conocidos los elegidos por Dios? La respuesta es desde la eternidad. De manera, que todo fue preordenado antes de la fundación del mundo. De modo, que lo que vemos en nuestro presente es en sí mismo el resultado de lo que Dios predestinó y permitió en la eternidad antes de crear. Dios no creó y luego vio lo que sucedería. La Biblia enseña que Dios viendo de antemano todo, eligió el medio, así como los que salvaría para alabanza de su gracia (Ef. 1:3-12).

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Ef. 1:3-4). 

Dios no espera, como algunos alegan, que todos respondan, por cuanto desde la eternidad conocía que no todos responderían, sino que también les sería imposible responder por causa de su pecado (Ro. 3:10-12; 23). Dios solamente aguarda por aquellos que predestinó. Éste es el verdadero significado de 2Pedro 3:9, para que en todo, sea Dios glorificado. La Escritura muestra en Romanos 8, que Dios a los que escogió, llamó, a los que llamó, justificó (perdonó) y a los que justificó, glorificó (Ro. 8:29).

Conclusión

La salvación es el mayor regalo de Dios a los elegidos. Tal y como los demás, merecíamos el juicio divino, pues nosotros fuimos también hallados pecadores (Ef. 2:2-3). No obstante, la misericordia de Dios nos alcanzó para salvación (Tito 3:4-5), de lo cual debemos estar profundamente agradecidos (2Ts. 2:13-15). Somos bienaventurados como muy bien cita Pablo a David en la epístola a los Romanos cuando expresa:

“6Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, 7diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. 8Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.” (Ro. 4:6-8; Sal. 32:1-2)

La salvación no es algo que se obtiene por decisión, deseo o esfuerzo humano, tampoco es algo que merecemos, sino que es la manifestación de la misericordia de Dios sobre los elegidos, para alabanza de la gloria de su gracia.

martes, 1 de septiembre de 2015

Escogido desde el principio para salvación (parte 2)

 

Escogido desde el principio para salvación
(parte 2)

 Base Bíblica: 2Ts.2:13-15 

“Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad, a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.” 2Ts.2:13-15 (énfasis añadido por autor)


II. Escogidos desde el principio para salvación, mediante la fe en la verdad.


Los creyentes que entienden que la salvación es un acto de la fe, mediante la voluntad humana, deberían reevaluar su posición, pues la Biblia presenta la fe como un don divino. Aunque muy bien alguien podría argumentar que en los evangelios oímos hablar de que algunas personas tuvieron fe en Cristo, no es menos cierto, que en las epístolas, la fe es presentada como un don concedido por gracia. En la propia carta de 2Tesalonicenses, Pablo explica que la fe no es de todos, sino de aquellos a los que Dios llama a salvación, puesto que el hombre en su estado caído no puede abrazar aquello que su corazón rechaza (Ro.3:10-18).


“1Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, 2y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.” (2Ts.3:1-2)

El cuadro del hombre en su pecado, mostrado en la carta a los Efesios, es como ya mencionáramos previamente, uno muerto espiritualmente.
“1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Ef.2:1)

De manera que la pregunta a hacernos es, ¿cómo puede un pecador abrazar la fe del evangelio estando muerto espiritualmente? ¿Cómo puede el hombre natural (el no creyente) entender las cosas del Espíritu, si primero no le son reveladas? La Biblia señala lo siguiente:

“14Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (1Co.2:14)

Por tal razón, la salvación es únicamente otorgada por un acto de la gracia de Dios, el cual es recibido mediante el don concedido de la fe, a modo, de que nadie se gloríe. Veamos:

“8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. (Ef.2:8-9)

Efesios 2:8-9 es una porción bastante conocida, pero poco comprendida. El pasaje lee como sigue: “…y esto no de vosotros...”, así que la pregunta a contestar es, ¿qué es lo único entre la gracia y la fe que jamás podría ser de nosotros en la salvación? La respuesta correcta es la gracia, ya que la misma, es la manifestación soberana de la misericordia de Dios sobre quien él quiere.

“15Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 17Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. 18De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.” (Ro. 9:15-18)

Por consiguiente, lo único que podría parecer ser de nosotros en Efesios 2:8 es la fe. Veamos nuevamente el pasaje:

“8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”

Note, que aun la fe es presentada como un don concedido por Dios, a fin de alcanzar la salvación que él preparó de antemano, lo que está claramente expresado en Efesios 2:10.

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” (Ef. 2:10)

En la carta a los Filipenses, el apóstol lo presenta de la siguiente forma:

“29Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él” (Fil.1:29)

En Filipenses 1:29, Pablo le comunica a los filipenses, que a los creyentes se les ha concedido a causa de Cristo; creer (la fe), así como padecer por él. Nuevamente, podemos ver que la fe es un don concedido a los creyentes y no una disposición de la voluntad humana hacia el mensaje del evangelio. Agustín, uno de los teólogos más importantes del cuarto y quinto siglo de la era cristiana comenta sobre este versículo lo que a continuación presentamos:

“Porque no dice el Apóstol «a fin de que creáis en él más plena y perfectamente», sino para que creáis en él. Ni dice de sí mismo que alcanzó la misericordia para ser más creyente, sino para ser creyente; porque sabía que él no había dado a Dios primero el principio de su fe y después le había retribuido Dios con el aumento de ella, sino que el mismo Dios que le hizo apóstol le había hecho antes creyente.”[iii]

Concluimos este punto señalando, que la fe es un don de Dios (Ro.12:3) concedido a aquellos que en su soberana gracia Dios señaló por su pura voluntad para salvación (Ef.1:4-5), excluyendo de esta manera, cualquier gloria humana en la salvación (Ef.2:8-9). La Biblia misma lo presenta explícitamente en Tito 3:5-7:
 

“nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, 6el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.” (Tito 3:5-7)

pastor Gilberto Rufat 


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[iii] San Agustín. De la Predestinación de los Santos. Cap.2

¿Qué propósito vino a cumplir la ley mosaica?

Introducción  Trataremos brevemente de contestar qué propósito vino a cumplir la ley mosaica, luego de la promesa comunicada por Dios a Ab...